IV─ Robber

10.1K 970 280
                                    

Bostezé calmando mis sentidos, mi enojo. No podía enojarme ante el idiota de mi padrasto por la mención de mi padre.

— Tengo hambre — Dije al aire, quizás a, pues era el único que me podía escuchar — ¿JARVIS?

— ¿Sí, señorita Stark?

— ¡Potts! — Exclamé fastidiada — ¿Me puedes llevar a la cocina?

No hay problema.

Me subí a el ascensor y al instante comenzó a moverse hasta parar un nivel arriba de las habitaciones. Las puertas se abrieron y dejaron ver el lugar donde vi por primera vez a Tony.

Rode los ojos y comenzé a caminar en dirección a el refrigerador.

— Qué tendrá la anciana para comer...

Abrí el refrigerador observando el relleno. Estaba completamente llena, tenía muchas frutas o cosas para hornear. Sonreí satisfecha, tomando una pizza de horno microondas y cerré la puerta de el refrigerador.

En cuanto hice eso, logré ver un cuerpo alto al otro lado. Liberé un fuerte grito y levanté mi puño dispuesta a golpearlo, pero él sostuvo mi muñeca antes de poder golpearlo.

— ¡Hijo de puta, que me has dado un susto de infarto! — Grité cuando éste soltó mi muñeca, coloqué mi mano sobre mi pecho intentando calmar mi acelerado pulso.

— Leguaje — Escuché la voz de Steve que salía de el ascensor y caminó en dirección a nosotros.

— Buenos reflejos, ¿quién es la ladrona de comida? — Preguntó el castaño a mi lado a Steve.

— ¿A quién le dices ladrona, Legolas? — Escupí yo, él me miró por una milésima de segundos y Steve sonrió, sentandose en la barra.

— Es la hija de Stark.

— ¿Tony tiene una hija? ¿Desde cuando?

— Primero que nada, ¡no soy su hija! — Exclamé, harta — Soy su hijastra.

— ¿Eres la hija de Pepper?

Asentí bufando, encaminandome a el horno microondas y colocando la pizza.

— Alguien no se lleva bien con Tony — Se burla el tipo, ruedo los ojos — Por cierto, soy Clint, Clint Barton.

— Jema Potts.

— Señorita Stark, el señor Stark la está buscando.

— ¡Señorita Potts!

— ¿Porqué tanto griterío? — Se escucha la irritante voz de Tony.

— Mira, anciana, si no configuras tu amiguito te juro que buscaré su núcleo y lo destruiré lentamente hasta que solo queden unos pocos resíduos de JARVIS.

Todo mi enfado se esfumó cuando el sonido de el horno microondas me interrumpió, sonreí ampliamente y tomé la pizza alegre.

— ¿Eres bipolar?

— ¿Algún problema, Clint? — Rodé los ojos irritada, saboreando el trozo de pizza de pepperoni.

—Me agrada esta chica.

Di la vuelta a la barra y me senté frente a Steve, que tomaba una taza de café.

— ¿Para qué me buscabas, señor Stark? — Lo último lo digo con un tono de burla, él rueda los ojos y se sienta junto a Steve.

— No respondiste mi pregunta — Dice él, robandome un trozo de pizza.

— ¿No eres el super Ironman?, encontrar esa información en la base de datos no será muy difícil.

— Lo sé, pero lo quiero saber de tí, no de un montón de información, eso es invasión a la privacidad.

— ¿Acaso tu JARVIS no te dijo que anoche haqueé todo tu sistema y robé datos de información tuya? Todo eso con mi pequeño Samsung.

Todos se quedaron en silencio. Clint se sentó junto a mi mientras comía una manzana verde.

— Sí, definitivamente me agrada.

starkOnde as histórias ganham vida. Descobre agora