🌷 ; p r ó l o g o

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Un pequeño niño de cabellos castaños caminaba en busca de su padre por los pasillos de su escuela. En una mano llevaba su helado de mantecado mientras que con su otra mano acomodaba sus lentes por el puente de su nariz. Se suponía que iba a encontrar a su padre cerca, pero supuso que este se había trasladado a la entrada principal de la primaria.

— Me hace caminar tanto... ¡Tonto papá! —se quejó el niño de 8 años mientras comía su helado con amargura.

Mientras daba su pequeño paseo al auto de su padre, un niño que había pasado corriendo al lado del castaño con el codo había derrumbado en apetitoso helado del niño. Seokjin frunció el ceño y en vez de ponerse a lloriquear "porque alguien le había derramado el helado", prefería cobrar cuentas por él mismo.

— ¡Tú, idiota! —gritó con su pequeño ceño fruncido mientras señalaba al individuo con el dedo índice, haciendo que este se detuviese— ¡Acabas de estropear mi helado! ¡Me lo debes pagar porque yo quería mucho ese helado! ¡Lo pagué con mis ahorros! ¿Qué harás al respecto? —frunció sus labios en una expresión enojada.

Seokjin llevó sus manos a sus caderas en posición de cuchara. El niño desconocido sólo lo miró y con pasos torpes se acercó, viendo al helado con una expresión de horror.

El niño era más bajo y tenía un tono más oscuro que el del castaño. Era pelinegro y su ropa estaba colocada de mala manera y estaba sucia con lodo y arena. Seokjin frunció el ceño ante la mala presentación y se sintió asqueado.

— Y-yo... lo sie-to... no... no quería... —empezó a balbucear mientras que Seokjin sólo lo veía indignado.

De un momento a otro un aroma imponente inundó el pasillo, anunciando la llegada de un alfa, para ser precisos, el padre del castaño. El niño desconocido cuando lo vio se puso tres tonos más blancos y salió corriendo torpemente como si siete lobos lo estuvieran persiguiendo.

— ¡Papá! ¡Está huyendo, atrápalo! —gritó Seokjin, señalándolo.

El mayor lo miró extrañado y después vio a su hijo que estaba a punto de perseguirlo, sin embargo el alfa fue más rápido y lo cargó de las caderas.

— ¿Cachorro? ¿Quién era ese niño? —preguntó mientras le daba mimos en la espalda a su hijo.

El pequeño cachorro se cruzó de brazos y desvió la mirada, molesto.

—¡Papá, ese niño fue malo conmigo! ¿Viste cómo huía de la justicia? ¡Debimos atraparlo! —gruñó, aunque ese gruñido sonó más como un ronroneo.

— ¿Pero qué hizo exactamente el niño? —interrogó el alfa quien estaba empezando a sentir que sí debían buscar al niño, todo para proteger a su manada.

Frunció el ceño con indignación y señaló en el helado en el suelo.

— ¿No ves ese helado de chocolate todo desparramado, sucio y aplastado en el suelo? —el hombre miró hacia la dirección que el menor estaba apuntando y asintió— ¡Pues lo compré con los ahorros de mi cerdito! Y ese niño llegó como un tonto cavernícola y lo lanzó al suelo mientras corría. ¿Puedes creerlo? ¡Ensució mis lindos zapatos!

El mayor se calmó al escuchar eso y soltó un suspiro seguido de una suave risa y negó, caminando a la salida con su pequeño cachorro en brazos.

Seokjin era un cachorro de 9 años muy listo. Nunca se dejaba intimidar y era gracioso cuando se enojaba con alguien porque tendía a señalar y a hablar con una voz más grave de la habitual. Sus padres seguían tratando de adivinar qué sería su cachorro, si alfa, beta u omega. Llegaron a pensar que sería beta, pero empezaron a percibir un leve aroma a primavera, té de jazmín y té de menta, una combinación de los aromas de sus progenitores con un toque de sí mismo: el fresco olor de primavera predominante a pétalos de narcisos.

¡Tú, idiota! 🌷  namjin On viuen les histories. Descobreix ara