¡Tú, idiota! 🌷 namjin

☕ ; t r e c e

  

Todo iba a estar bien. Seokjin ya estaba en casa, él ya no se sentía solo. Él estaba ahí para acompañarlo y no abandonarlo, él estaba ahí para no irse nunca y amarlo siempre. Él... no lo iba a arrojar a la basura, ¿no era cierto?

Namjoon confiaba en Seokjin, a pesar de cómo fue al principio con él, siempre hubo ese algo que le inspiró a confiar rotundamente en el chico. Pasaron los años y Namjoon sabía no había hecho mal en confiar en el mayor. Su pureza se hizo cada vez más presente, su amabilidad, su cariño, y sobretodo, su amor. Cuando era pequeño aún no entendía el porqué su ser inexplicablemente buscaba más contacto del contrario. Se sentía tan dependiente de él, a la vez que sentía que debía protegerlo. Como si de repente ya supiera que sus vidas se pertenecían mutuamente desde mucho tiempo antes. Por eso él tenía muy en claro que Seokjin no lo traicionaría como muchos habían hecho, no Seokjin, una de las principales razones por las que fue a aquél parque en ese preciso momento. La sensación de anhelo era tan fuerte que sólo hizo lo que su instinto le dijo. Aún no sabe cómo llegó hasta ahí, pero al parecer algo le había guiado a su destino.

A pesar de la suerte que había tenido en haber sido adoptado por los Kim, la ansiedad permanecía. El miedo a ser abandonado de nuevo siempre quedaba presente por culpa de su niñez traumática, niñez que aunque pasaran veinte años más, nunca podría olvidar. ¿Y si la única familia que tenía de cansaba de él? Ese era su mayor temor, por eso quería estar cerca de Seokjin. Quería estar seguro de que no desaparecería como si todo hubiera sido un sueño fantasioso. Quería tenerlo tan cerca como fuera posible. Estrecharlo en sus brazos y agradecerle todo lo que había hecho por él, decirle que no encontraría gracias suficientes para poder recompensar todo el amor que le había brindado esos años, y que, a pesar de estar agradecido por todo el apoyo y cariño que había recibido, aún así no quería que terminara tan rápido.

De pequeño no lo había entendido, pero ahora con su lobo cien por ciento consciente, ya había caído en cuenta de toda la situación.

Namjoon era para Seokjin y Seokjin para Namjoon. Y eso el menor quería dejárselo claro a su Hyung.

Acurrucado en su cama esperaba la llegada del mayor. Los minutos pasaban y cada vez de volvía más impaciente. Su lobo lo empujaba a salir de la habitación e ir a buscarlo él mismo, pero no quería, no quería molestar a su Hyung mientras hablaba con la señorita Hwang. Tenía miedo de que este se enojara por su culpa y se fuera también de la casa con sus padres. Lo que menos quería era estar solo. Él no comprendió muy bien el porqué del mal trato que había recibido de parte de su padre, y tampoco había entendido por qué, cuando su madre encontró a Jyerin en durmiendo en sus brazos, se exaltó y la sacó frente la cama con rapidez. ¿Por qué después de ese momento su padre le encerró en el cuarto? ¿Por qué después se hallaba solo en la casa? Sintió mucho temor, tanto que casi tiene un ataque de nervios, pero la señorita Hwang había llegado a tiempo para calmarlo y darle de comer una sopa.

Tragó saliva y le hizo caso a su impaciente y nervioso lobo, levantándose de la cama y saliendo de su habitación en silencio. Tan sólo le diría a su Hyung que se apurara y regresaría a la cama como un buen alfa. Esperaría los mimos de su mayor y se quedaría dormido al fin hasta el siguiente día, o al menos, una siesta hasta que llegara la hora de cenar. Simplemente eso, sería feliz con esas cosas sencillas. Pero todo cambió cuando escuchó el grito de su Hyung.

— ¡Cómo no me lo esperé! —se escuchó que dijo. Se le oía bastante enojado.

Namjoon pensó por un momento que estaba molesto con él y que estaba hablando con sus padres para irse. Sintió ganas de llorar, él sólo quería correr y aferrarse a su Hyung.

— ¡¿Qué acabas decir?! —el alfa menor se exaltó cuando escuchó la repentina exclamación— ¡Él es parte de la familia! ¡Deben estar junto a él en estos momentos! ¡No puedes decir que no es de la familia así como así, papá!