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SeokJin apoyó su mejilla en su palma mientras ponía atención al profesor de literatura. Literatura en sí era una mierda rotunda y lo separaban en clases en las que no conocía a nadie. A él le gustaba meter ruido, molestar a los profesores y también reírse mucho, pero no podía hacerlo en clases como estas. Tomó su móvil que descansaba encima de su pupitre y miró los mensajes, tenia varios de Taehyung, hablándole sobre mierdas y enviándole memes.

Jin se entretuvo un rato mirándolos e incluso respondió algunos, luego miró los chats del grupo de sus amigos. Entre ellos estaba Jimin y Jungkook, sus fieles hermanos de estupidez que había conocido meses atrás. En el grupo, hablaban del buen culo de las chicas o de lo aburrida que eran las clases de matemáticas. Jin se reía internamente con el chat de esos estupidos.

Pronto, cuando acabaron de hablar mal, uno salio con el comentario de que esa noche veria un especial de películas románticas por un canal y Jin pensó que esa idea era buena, podría invitar a Sun-Woo a verlas con él y hablarían sobre retomar su noviazgo y demás cosas. No sentía que la quería, es más, su corazón no quería nada con nadie pero sentía que necesitaba compañía. Era egoísta como la mierda pero era la verdad. No podía mentirse a sí mismo.

Al terminar la clase, Jin se fue a almorzar a la cafetería frente a la universidad, la mayoría de los alumnos acudían ahi y él fue solamente porque se reunirían con su grupito. Cuando llegó, las mesas y todo en general estaba lleno a reventar, se escuchaban los murmullos de todos, los colores de la ropa de los demás, y a lo lejos, en una esquina vio la llamativa camisa “Lottus” de Tae. Supo al instante que estaban todos reunidos ahí.

Se acercó a ellos y se ganó en una de las mesas libres. Todos estaban serios y eso le asustó demasiado.

—¿Que pasa?. —Preguntó.

—Que Jimin te diga. —Dijo Jungkook, lucia un poco enojado. Miró a Tae, pero incluso la luz del grupo yacía con una expresión extraña.

Miró al cachetón pelinaranja. Estaba pálido como la mierda mientras apretaba sus manos juntas. Nisiquiera sus labios tenían ese característico tono rosa que siempre tenían. En el grupo faltaba YoonGi y esa era otra cosa que le sorprendió.

—¿Que es lo que pasa Jimin?.

—Mi novia... —Dijo el chico suavemente.

Jimin era novio de una chica fuera de la universidad desde hace cuatro meses. Ellos sabían todo sobre ello porque Jimin era muy abierto en cuanto a las relaciones. Eso les gustaba, pero siempre terminaban regañándolo por contar demasiado lo que hacia con ella.

—¿Que pasa con ella?. —Jin miró a todo el grupo en silencio. La alegría que tenían por el chat hace media hora atrás no era ni un por ciento a lo que había ahora; una atmósfera pesada y tensa. —Chicos, encerio me asustan.

—Está embarazada. —Dijo Jimin, los demás suspiraron. —Jin la dejé embarazada.

—No puede ser... —Respondió el mayor de todos, pasándose una mano por la cara desordenándose el pelo.

—Estamos igual que tú, compañero. —Respondió Tae y luego suspiró. Miró a Jimin como queriendo matarlo.

—Los condones los regalan en los hospitales, ¿Lo sabias?. —Dijo Jungkook, Jin alternó los ojos entre los cuatro que estaban en la mesa. Todos estaban igual de impactados.

—Lo sé pero todo fue tan raro que no pude pensar en algo así. —Habló Jimin, su voz sonando quebrada. —Primero estábamos besándonos y luego ambos estábamos desnudos. Todo paso tan rápido.

—¿Cuanto tiene?. —Preguntó el castaño.

—No lo sé, unas tres o cuatro semanas, algo así.

—¿Y qué planeas hacer, hermano?. —Preguntó Tae.

Jimin negó suavemente. —No lo sé.

—¿No lo sabes?. —Preguntó Jungkook, Jin lo fulminó con la mirada pero el pelinegro pareció no inmutarse. Su mandíbula tensa, su cuello duro. —Jimin estamos hablando de una vida.

—Chicos no estamos pensando objetivamente. —Saltó SeokJin, todos en la mesa lo miraron al mismo tiempo. —Jimin, tienes que pensar muy bien las cosas y lo que tengas pensado hacer, te apoyaremos, los amigos están para apoyarse, no para juzgar, ¿Entienden?.

Tae sonrió, Jungkook desvío la mirada y Jimin asintió suavemente.

Estaban bien jodidos.

(...)

—¿Que crees que puedo hacer, Jin?.

Hablando con Jimin a solas se enteró de la verdadera verdad. El menor de todos fue muy torpe y le dio vergüenza ponerse un condón a la hora del acto, temió a que su novia fuera a arrepentirse de tener sexo con él y realmente se sintió mal por Jimin. Era su primera novia, no podía hacer más que comprenderlo.

—Dejar que el tiempo pase. —Suspiró. Sus piernas colgaban de la roca donde ambos estaban sentados, mirando hacia abajo, las olas se rompían contra la baranda. Era de noche y todo estaba a oscuras, el cielo tan despejado que veía todas las estrellas. —¿Porque no hablaste conmigo al respecto?.

—No creí que podría ser tan torpe. —Miró al cachetón algo sonrojado mientras se acariciaba los brazos. —Sé que debí hablarlo contigo, Jin, lo siento.

—Podremos solucionarlo. —Le acarició la espalda gentilmente, Jimin también lo miró. —Tranquilo.

Y entonces, recibió la primera sonrisa de Jimin en todo el día.

—Gracias Jin.

Llegó al departamento a eso de las diez y cuarto con un frío que le calaba los huesos. Casi temblando, metió las llaves en el cerrojo y la abrió. Abriendo la puerta lentamente, se dio cuenta que el departamento estaba cálido como abrazar a un osito, olía suavemente a canela. Le gustó mucho. Había luz viniendo de la sala y lo primero que se le vino a la mente que ladrones se habían metido dentro. Falló, YoonGi miraba Tv tapado hasta los ojos, acurrucado como un bebé.

—¿Que haces despierto tan tarde?.

SeokJin dejó su bolso en el comedor, junto a las llaves y su móvil. Partió al sofá a sentarse junto a su mejor amigo.

—Las películas románticas de mediados de la noche.

Abrió los ojos de par en par recordando de súbito que iba a invitar a Sun-Woo a verlas con él, que con el problema de Jimin había olvidado por completo. Se sintió como un idiota. Relajó la espalda en el sofá mientras se abría la húmeda chaqueta.

—¿Que haces?.

Fijó sus ojos en YoonGi y se dio cuenta que el pálido también lo miraba con los ojos bien abiertos. Jin se congeló.

—¿Te molesta ver a tu amigo desnudo?.

—Pues sí.

Jin soltó una risa sin detener a sus dedos desabrochándo los botones.

—¿Que te pasa YoonGi?, ¿Tanta peli romántica te puso tonto?.

YoonGi arrugo el entrecejo y no contestó. Jin literalmente se fue a la mierda, pero a su habitación.

Allí, en la paz de su cuarto, se desnudó por completo y se acostó bajo las mantas. Preguntándose qué haría el día de mañana para seguir sobreviviendo.

RoomatesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora