18

2.7K 304 66
                                    

El castaño se iba a su clase de repostería cuando depronto vio una turba amontonarse en las afueras del salón de música. Le pareció extraño, así que él también fue a asomarse, era mucho mas alto que el resto de coreanas de allí así que le fue mas fácil. Eran los resultados de las audiciones.

—¡Quedaste Lisa!. —Gritaron unas chicas y después escuchó gritos. La tal Lisa realmente era popular entre todas ellas.

—¡Felicidades!.

Todos comenzaron un murmullo y cuando las chicas se disiparon él se dio cuenta que era el único hombre entre todos ellos. Tragó duro. ¿De verdad era el único hombre entre las audiciones?.

Jin tragó duro y se encaminó al papel. Habían sólo tres nombres. El primero era de Lisa, el segundo de una tal Jisoo y el último.

El último era de él.

Se mordió el labio emocionando leyendo cada una de sus letras. Sin poder creerselo.

Leyó "Kim SeokJin" tal cual.

Su corazón pegó un respingo en su pecho y salió caminando de allí.

Mierda mierda. Había quedado. ¿Que pasaba ahora?, ¿tenian que ensayar?, ¿concer a los otros chicos?, ¿ir a celebrar con sus hermanos?. Definitivamente haría lo ultimo.

Puso mucha atención en la clase de repostería, participó, él nunca solía participar en clase. Tomó apuntes y también destacó en un postre para los profesores. Estaba tan feliz.

(...)


—¿Jin?.

SeokJin apartó el móvil de su cara y miró a la entrada de su habitación, YoonGi estaba allí, envuelto en una manta. Encendió la luz y le miró con una sonrisa.

—¿Que pasa Yoonie?.

—Hace frío.

Soltó una risita haciéndose a un lado en la cama. La cara de YoonGi se iluminó.

—Ven aquí.

Los mimos a media noche estaban permitidos así que no había problema. Para su suerte, cuando YoonGi se metió bajo las mantas y se pegó a él, llevaba un pijama grueso y suavecito. No podría pasar nada malo. Apagó la luz y lo rodeó con los brazos apegandolo a su cuerpo. El pálido puso una mejilla encima de su pecho.

—No puedes conseguirte un pijamita?. —Dijo suavemente, Jin le besó la frente, estaba helado.

—Así se mantiene mejor la temperatura. —Le susurró. Los pies de YoonGi se enredaron entre sus piernas desnudas. YoonGi temblaba, él estaba sólo en bóxers y aún así no sentía frío. —¿No?.

—Definitivamente. —YoonGi guió las manos de Jin hasta su cintura. —Abrázame, el invierno es duro.

Jin lo pegó a él y se arrimaron juntos, disfrutando del calor del otro y el sueño golpeándolos bruto y duro.

(...)

Y

oonGi despertó suavemente y luego sintió la razón por la que había despertado. Suaves besitos cayendo en su cara suavemente, como el aleteo de las mariposas y se sintió tan bien.

—Buenos días... —Dijo con voz ronca. Jin le besó la barbilla y luego el cuello. YoonGi se retorció en la cama por las cosquillitas.

—Levanta ese cuerpo escuálido, es tarde. —Dijo el castaño, su voz sonando tan hermosa en las mañanas, YoonGi se sintió tan cómodo.

RoomatesWhere stories live. Discover now