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—Bien, por favor, los nuevos, presentense.

Por lo que había visto, una chica pelirroja y pelo corto era la líder de la banda. Mandaba a todos y todos la seguían en lo que suponía eran buenas desiciones, porque todos siempre sonreían. La banda se componía de un baterista, un guitarrista, dos al piano y uno a mezclar todo. SeokJin pensaba que era una banda bastante profesional, tenían de todo con una muy buena calidad.

—Mi nombre es Lisa, soy rápida, también soy rapera. —Contestó una chica de lo más mona. Jin sonrió. Le parecía agradable.

—Yo soy Jisoo, vocalista.

Sólo quedaba una persona y era él.

—Kim SeokJin, vocalista.

—¿Dos vocalistas?. —Preguntó el chico de los mechones naranjos. Era bastante adorable y bonito. —¿No te parece excesivo, Rina?.

Al parecer, el chico de los mechones era el segundo al mando. Rina era la pelirroja guapa y delgada. Ya iba comprendiendo la linea de mando de ellos.

—SeokJin tiene una voz aterciopelada realmente divina. —Dijo, sus ojos castaños brillando. Jin se sintió alagado. —Y Jisoo puede manipular notas agudas con facilidad. Estoy segura que podrán complementarse perfectamente.

—¿Te recuerdo que la voz de un chico y una chica no son para nada iguales?.

—Tú, maldito engendro de satanás. —Dijo la pelirroja, tomándole las mejillas al mechoncitos naranja y apretándolas. —Deja de ser tan gruñón y acepta que escogí bien.

—Bien, bien. —El chico adorable las apartó de un manotazo y Jin aguantó una risa. ¿Seran novios?. —Como quieras.

—Bien chicos, los ensayos son a las siete de la tarde hasta las ocho treinta. Todos los días, aquí en el salón de música. Tenemos autorización de los profesores no tendrían problemas. ¿Vale?.

Jin asintió. La tal lisa alzó la mano y él la miró.

—¿Vamos a cantarles un “Happy Birthday Mr president” a los profesores o algo así?.

Todos soltaron unas risas, inclusive a los chicos de los pianos y la mesa de mezclas.

—Si tan emocionada estás, vamos a darles los itinerarios. —La chica pelirroja se paseó entre ellos. —En unas tres semanas más vamos a inaugurar el festival de primavera, tenemos pensado presentar una original creada por nuestro fiel amigo, Kita. &Apuntó al pelinaranja. —Y dos covers más para que alentemos al publico con un buen kpop.

—¡Pregunta!. —Saltó la tal Lisa. —¿Tiene rap?.

&Sí, obviamente tiene rap, querida Lisa.

Todos rieron y Jin se sintió como en familia.

Sería una muy bonita experiencia.

(...)

Llegó agotado a casa, su espalda sintiéndola como la mierda y hasta el coco con los exámenes que se le habían acumulado. Y apenas era martes.

Lanzó su bolso al comedor y también dejó sus llaves, quiso quitarse toda la ropa y andar así por la casa, pero no podía. Miró a todas partes, buscando a YoonGi y fallando terriblemente. El pálido no estaba por ningún lugar. Entonces recordó que estaba tomando unos cursos extras de matemática y se sintió idiota. Aferró sus dedos al dobladillo y de la camisany tiró, sacándosela por la cabeza. Él descansaba como un condenado estando desnudo, y era algo perfectamente normal.

Le gustaba mucho su cuerpo, con todo y hombros anchos y dedos chuecos.

Se desabrochó el cinturón y se quitó los botines, también, se quitó los pantalones y se sintió como un orgasmo. Se fue a su cuarto y buscó ropa limpia para meterse a la ducha. Luego de un rato, se decidió por un pijama afelpado. Parecía un osito con ese pijama. Salio de su harto, cruzando la sala cuando escuchó las llaves de la puerta principal y luego entró YoonGi.

Tragó duro.

El pálido se metió a la casa y puso las llaves. Jin no podía moverse en lo absoluto. Estático, observándolo, YoonGi dejó su mochila junto a la suya y entonces Jin lo notó. Tenia una expresión rara, como enojado. Y conocía muy bien las expresiones de YoonGi enojado.

—¿YoonGi?.

El pálido se acercó a él limpiándose los ojos y haciéndose un ovillo, se tiró a los brazos de Jin. SeokJin lo rodeó, apretándolo contra su pecho. YoonGi inhaló suavemente.

—¿Un mal día?. —Preguntó suavemente contra el pelo negro de YoonGi.

—Abrázame. Sólo eso te pido.

—Suerte que para ti los abrazos son gratis. —YoonGi soltó una risa, eso le alivió. —Sino tendríamos una deuda enorme.

—¿Te acuerdas de cómo me abrazaste el otro día?. —Dijo el pálido. Jin asintió. —Necesito uno de esos. Por favor Jinnie, te necesito cerca.

SeokJin asintió, se agachó un poco y cuando encontró los muslos de YoonGi tiró de ellos hasta que quedaron a la altura de su cadera. Al instante, el pálido lo rodeó enrollando los pies y aferrándose a su cuello. Esa sensación le gustaba porque le recordaba al viejo oeste, a los amantes trágicos que tenían pocos días para desearse. Enterró la cara en el hombro de YoonGi.

—¿Me dirás que pasa?.

—Todos se enteraron de que soy Gay y me gustas tú. —Declaró, su voz sonando temblorosa y el pecho de Jin se apretó, no supo si era por la declaración de su amigo o por lo cruel que era la gente.

Caminó hasta el comedor y dejó a YoonGi suavemente allí, se separó un poco acariciándole los muslos delicadamente.

—¿Eso te molesta?.

YoonGi negó, al instante sus mejillas se pusieron rojas. No fue capaz de mirar a los ojos de Jin.

—No, pero se burlaron de mí. También hablaron pésimo de mí. Tú quedaste como un rey.

—¿Y no es eso lo que soy?. —Bromeó, YoonGi suspiró.

—Oye. —Dijo SeokJin, se acercó a él abriéndole un poco los muslos, tomó la cadera de YoonGi y lo atrajo a él, se apretaron juntos. Las grandes manos del pálido se enterraron en su pelo. —No escuches los comentarios de la gente estúpida, ¿Ok?. Lo que hablan es pura envidia porque nosotros estamos más cerca del amor de lo que ellos estarán toda su vida. —YoonGi fijó sus intensos ojos negros en los suyos. Jin sonrió con los labios apretados. —¿Bien?.

Una lágrima se deslizó por su mejilla pálida y asintió suavemente. Bien, todavía no estaba seguro y a Jin se le acababan las posibilidades. ¿Que podría decirle a ese pelinegro hermoso para que confiara en él?.

—¿Sabias que me fascina tu piel?. —Soltó, los ojos de YoonGi se agrandaron mientras se miraban el uno al otro. La cara de Jin era levemente mas grande que la suya. —Me encanta ese blanco papel que la hace lucir perfecta. Me encanta tu cara de amargado. Me encanta tu poesía y me encantan tus besos. Me encantas tú YoonGi y quiero que entiendas que esto iba a pasar.

Se enderezó acariciando sus narices juntas. YoonGi aguantó la respiración, sus labios muy cerca, tocándose, haciendo cosquillas en el otro.

—Llegaría el dia cuando el mundo sospecharía y nosotros tendríamos que decir públicamente que nos volvemos locos el uno al otro. —Min YoonGi se tensó contra él, relajándose a la vez. Mierda... todas esas sensaciones lo enloquecían. —Que hablen todo lo que quieran. Tú eres mio y yo soy tuyo. ¿Que mas da que el mundo lo sepa?. ¡Que se vaya a la mierda el mundo!.. —Alzó una mano tirando suavemente del cuello de YoonGi, dándole un beso pausado, sutil y sonoro. —Te llevaría a Marte si la Tierra nos quiere separados.

Las lágrimas de YoonGi descendieron por su cara como una cascada antes de estrechar a Jin con mucha fuerza.

—¿Como pretendes que te quiera lejos de mí si me hablas tan bonito?. —Sollozó. Jin sólo quería estar cerca de él. —Eres como un príncipe. No sé cómo no me di cuenta antes. Idiota. Te odio.

Solto una risa. —Yo también, precioso.

RoomatesWhere stories live. Discover now