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—Mierda, estoy agotado. —Gimió Tae arrastrándose hasta la orilla, Jin junto a él. Jungkook y Jimin se veían tan compuesto que dudaba si eran humanos. —No puedo mas.

—Cállate, pornográfico de mierda. —Bromeó Jin, ambos rieron con sus últimos alientos.

—Ya que nosotros oficialmente ganamos, iremos por el campamento. —Dijo Jungkook tomando la ropa de todos y cargándola entre sus brazos, Jimin hacia lo mismo. —Y ustedes, se irán sin ropa hasta allá como castigo. Sus bóxers.

Tae no tuvo ningún tipo de pudor al desnudarse pero él se cohibió un poco, aún así lo hizo. Le entregó sus empapados boxers a sus amigos y volvió a sentarse en las rocas mientras miraba a los demás irse. Jin miró al cielo, la tarde estaba apunto de terminar para iniciar el anochecer, apenas podía ver el fondo del agua ahora, todavía de su pelo goteaba agua que escurría por su espalda.

—Jin... Con respecto a la llamada del otro día... —Dijo Tae, él volteó la cara para mirarlo, sus ojos viajaron por el fuerte pecho del moreno hasta sus clavículas. El agua se deslizaba por su piel tan linda e instintivamente le miró la boca. Rosada. Húmeda por el agua. Su polla dio un respingo en su regazo. —Olvídalo, ¿Si?. Fue una estupidez contarte eso.

—Fue extraño pero somos amigos, ¿No?. Para eso son los amigos.

—Aún así estuvo mal. —Taehyung llevó una de sus manos a su nuca y acaricio el cabello húmedo de allí. —Lo siento. Sé que eres hetero, eso debió haberte jodido la noche, lo siento, compañero.

Jin se echó hacia atrás apoyándose en los codos, como tomando la luz de la luna. ¿Como le explicaba a Tae que se jodió a su novia pensando en las fantasías de esa noche?.

—Admito que fue incómodo pero no tuve ningún esclarecimiento Gay si eso es lo que piensas. —Tae soltó una risita. —No pasa nada compañero.

—Lo sé. Gracias. Aún así, ¿Puedo pedirte un favor?.

Jin le miró la espalda, los omóplatos, la curva de la espina dorsal de Tae, los hoyuelos encima de su culo y rezó porque no le tocara. Rezó porque no le pidiera nada sexual. Algo que lo alejara de él.

—Claro. —Jin casi gimió.

—No lo comentes con nadie, porfavor. Lo que pasó esa noche se quedó ahí. ¿Vale?.

Suspiró relajando la espalda contra las rocas, acariciándose el estomago con las dos manos. Sentía tanta relajación.

—Porsupuesto hermano.

Tae fue el primero en volver al campamento y él se quedó ahí largo rato, hasta que las rocas se le incrustaron en la espalda y el frío comenzó a escocerle la piel. Se levantó con pereza y caminó hasta el campamento subiendo la pequeña colina.

Los chicos estaban sentados alrededor de una fogata mientras hablaban animadanente. Eran tres, ¿Donde carajos se había metido YoonGi?. Hasta que Jungkook se percató de que Jin se acercaba y le silbó, piropeandolo.

—¡Menudo trozo de carne viene ahí!. -Jin giró los ojos sintiéndose un poco cohibido. —¡Estas más bueno que el pan con carne!.

Todos se echaron a reír. Veía a Tae mirándolo fijamente con una sonrisa espléndida en los labios.

—¿Donde está mi ropa?. —Dijo con voz ronca.

—En tu carpa con YoonGi. —Dijo Jungkook cruzando los pies encima de una roca. Todos estaban abrigados con mantas gruesas. —Ten cuidado, está como una fiera.

—A nosotros casi nos mató hace rato así que... —Dijo Jimin para terminar con una mueca. —Cuidado Jinnie.

Asintió, la ultima carpa era de ellos, lo sabia. Dentro se veía una luz cálida saliendo iluminando un poco el césped. Un frío viento corrió y Jin se abrazó a sí mismo por el frío. Eso de pasearse desnudo no era una idea muy recomendable. Tomó el cierre de la carpa y lo deslizó hacia abajo rápidamente. YoonGi estaba dentro, enrollado como una cuncuna en su saco de dormir, una tenue luz de una vela iluminaba por sobre sus hombros el libro que leía.

Jin tragó adentrándose. Cerró la carpa y automáticamente un calorcito agradable lo invadió. Se sentó en sus talones buscando ropa en los bolsos

—Vas a pegar un resfriado. —Dijo YoonGi fríamente, escuchó que pasaba pagina mientras él buscaba los bóxers. Casi ni sentía el culo. —Yo no voy a cargar tu cadáver.

—Simplemente arrojame al río. —Quiso bromear. Miró a YoonGi. —¿Donde están las toallas?.

—Usa la mía, está en el bolso a tus espaldas. —Respondio su amigo. —Esos brutos usaron la tuya.

Y como un bruto aceptó la toalla de YoonGi sacándola de un bolso pequeño. El pálido era cuidadoso como la mierda. Jin se secó por todas partes, entonces miró a YoonGi se fijó que el pálido lo miraba fijamente.

—¿Que pasa?. —Preguntó.

—Esa perra es una salvaje. —Soltó una risa. YoonGi siempre se refería así a sus novias. —Tu pecho.

Jin sonrió mirándose el pecho, allí habían marcas de uñas como un tigre. En un inicio habían sido excitantes,pero luego de acabar, comenzaron a doler como la mierda. Tenia de esos arañazos por la cadera y en el estomago.

—Da igual. —Gimió suspirando, se pasó la toalla por el pelo, era lo que más húmedo tenía. —Sanan.

—Es que... —YoonGi lo miró con mas intensidad. Él tuvo algo de miedo. —Mierda, los tienes por todo el cuerpo.

—YoonGi te estás poniendo escalofriante. —Bromeó, Se inclinó y comenzó a buscar los bóxers en su bolso. —Hablas como si nunca me hubieras visto desnudo.

—También las tienes en la espalda, bruto de mierda. —Dijo, Jin escuchó el sonido de una tela raspando contra otra y se asustó. Los dedos de YoonGi se deslizaron por su espalda, por sus omóplatos. Tragó duro. —¿Como dejas que esa gata te haga esto?.

—Es mi novia. —Dijo atropelladamente. Volteó un poco la cara mirándolo de erreojo. —Tiene derecho.

—No tiene derecho a hacerte daño. Quedate ahí.

Lo que Jin no sabia esa noche, era que el plan de YoonGi apenas comenzaba.

RoomatesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora