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SeokJin arrojó las maletas a un costado del departamento quitándose la pañoleta de su cuello. Vio a YoonGi estirar la espalda, su camisa estirarse contra su cuerpo y tragó.

—Iré a ducharme. —Dijo, provocando que el pelinegro se voltease hasta él para mirarlo. —¿Que harás tú?.

—No sé, ¿Quieres que me duche contigo también?.

Tragó y comenzó a desabrocharse la camisa.

—Me da igual.

—Pues entonces me ducharé contigo.

Miró a YoonGi desabrocharse el cinturón y volvió a pasar saliva. Una semana. Una puta semana absteniéndose de pajas, mirar porno, o al menos tocarse la verga. Una semana en la que recién llegaban al departamento y lo primero con lo que se encontraba era su mejor amigo desnudándose para ducharse juntos. Pero no sucumbiría. No sucumbió cuando YoonGi le mostró el culo con la excusa de que se le había caído la ropa mucho menos sucbiria ahora.

Vio como deslizó sus boxers por sus pálidas lindas piernas y tragó otra vez. Quedándose repentinamente sin saliva.

—Mejor llamaré a Sun. Debe extrañarme.

—Como quieras. —Su amigo se quitó la camisa relevando su erección. A Jin se le calentaron las mejillas y caminó con seguridad a su habitación. Bien, el plan iba bien. Hasta el momento.

Sun-Woo llegó a los minutos mas tarde y lo primero que Jin hizo fue agarrarla por el culo y pegarla fuertemente a él para besarla con ganas mientras la tiraba sobre la cama. Se separon unos segundos sólo para decirle cuanto la extrañaba.

—Eres un desconsiderado de mierda. —Gimió ella mientras Jin le desabrochaba el vestido y luego el brasier. —Nisiquiera tuviste la desencia de contestar mis llamadas. Aveces pienso que sólo me quieres para el sexo.

Las uñas de ella rasparon en su espalda desnuda mientras le besaba el hombro, las clavículas y un poco mas abajo. Sus pezones se pusieron duros bajo su lengua.

—Eso es mentira. Sabes que te quiero, de verdad.

—Lo sé, ahora quítate esta estorbosa ropa amor. —Dijo ella abriéndose de piernas y hundiendo sus uñas en su pelo. —En mí, ahora.

Podría acostumbrarse a eso.

(...)


—¿Tan pobre estás que no tienes bóxers?. —Ladró Jin desde el sofá. Estaban sólos en el departamento pero esas no eran excusas para que YoonGi se paseara desnudo.

—¿Tan cerrada tienes la mente por la desnudez?, ¿o tan homofóbico eres?.

Apartó la revista de deportes en la que leía y se sentó en un lugar. La piel de YoonGi era perfecta, reluciente, sin ninguna imperfección. Visiblemente deliciosa como el Azúcar. SeokJin supo exactamente a lo que se refería su amigo.

—Una mierda. —Gruñó.

—Entonces no te quejes. —Dijo el pálido preparándose un plato con cereales y leche. Esperen. Jin entendió a dónde quería llegar. —Antes nunca te molestó verme desnudo.

—Y a ti tampoco, pero a mí no se me para la polla por mi amigo. —Dijo, francamente enojado.

YoonGi hizo un ruidito mientras lamía uno de sus dedos cubiertos por una gota de leche. Jin tragó duro, manteniéndose impávido.

—Mejor vete a comerle las tetas a tu hueca perra. —Dijo llevándose el tazón hasta la habitación. Jin se puso de pié siguiéndolo hasta la entrada del cuarto. No podía ir mas allá.

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