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—Tae, ¿Podemos hablar?.

El castaño asintió rápidamente y le entregó la caña a Jimin. Llevaban unas tres horas pescando sin llegar a pillar nada en realidad. En lo que concernía a Jin, seguía tenso desde la mañana. Era la primera vez que besaba a un hombre y todavía seguía recordando la sensación. Sabía que no debía ponerle tanta atención al asunto pero, él, siendo toda su vida heterosexual, ver esa faceta tan sexy de YoonGi lo descompuso.

Lo descompuso rápidamente.

Cuando estuvieron casi en medio del bosquecillo, él suspiró llevándose las manos a la nuca y despeinándose el cabello de allí. Aveces eso le ayudaba a aliviar la tensión, ahora no.

—¿Que pasa?. —Preguntó TaeTae con una sonrisa. Jin lo miró. —Esto pasa en los mangas, ¿Te me vas a declarar o algo así?.

Soltó una risa amarga. —Estoy en tus putos zapatos. —Declaró abiertamente, girándose para darle la espalda y relajando sus brazos. —Estoy jodido.

—¿Que pasó, Jinnie?, ¿YoonGi te hizo algo malo?.

—Pues sí. —Volvió a voltearse, Tae se cruzó de brazos pasando el peso de un pié al otro. Jin pensó que parecía una diva total. —Nos besamos y...

—Que te digo, ya sabia que iba a pasar. —Jin no entendió, sin embargo, no interrumpió a su amigo. —Ya todos sabíamos que te tenía ganas.

—¿De qué hablas?.

—El día de la fiesta, cuando bebimos y quedamos pedo. —Jin rió recordándolo. —Cuando estábamos casi muertos, nadie recordaba nada pero yo sí. YoonGi nos dijo que estabas buenisimo y que idearía algo para que cayeras ante él. —Volvió a reír amargamente. —Que quería que te lo follaras y entonces nos dimos cuenta que los cuatro imbéciles eramos bisexuales o directamente gays.

Jin se quedó sin habla y con la boca amarga.

Por primera vez, la única solución que le vio al asunto fue enojarse. La idea parecía absolutamente surrealista. Su amigo. Su mejor amigo quería cogerselo, o más bien, que Jin se lo cogiera, quería que cayera en sus garras. YoonGi quería verlo mendigar por él o quizá algo peor. La idea le dio un poco de asco, pero los besos de esta mañana estuvieron lejos de darle asco.

Su cabeza era un mar de confusiones y miles de colores. Hasta que una pésima idea afloró entre todos ellos.

Entonces sonrió.

Dos podían jugar ese juego.

Si YoonGi quería guerra, guerra iba a tener.

(...)


Taehyung fue fuertemente aprisionado contra un árbol, un codo aplastándole el cuello impidiéndole respirar normalmente. Entre los rayos de la luna distinguió quien era y lo entendió todo. ¿Como ese palicucho de mierda podía tener tanta fuerza?.

—¿Que mierda le dijiste a Jin, eh?.

Taehyung sonrió apartándole el brazo YoonGi hizo una mueca al ver la sonrisa en la cara de Taehyung.

—Le dije la verdad. —Sintió una oleada de miedo recorrerle todo el cuerpo, retorció su estomago. —Que querías cogértelo y francamente se quedó pálido.

—¿Le dijiste qué?. —Repitió YoonGi, con miedo.

—Lo que escuchaste, amor. —Tae le guiñó un ojo. YoonGi quería vomitar, casi como un vértigo. —Que querías su polla.

—Eres un imbécil. —Habló soltándolo, Tae calló de pie aún respirando con algo de dificultad.

—Ah, como si fuera mentira. Desde la fiesta que le tienes ganas. ¿SeokJin te dijo algo?.

—Me mira diferente, casi con asco. —Dijo el pálido, con los ojos entrecerrados.

—Eso fue porque le comiste la boca en la mañana, ¡Tu!, ¡A un tipo hetero!.

Le miró con el ceño fruncido, Taehyung estaba más que entretenido.

—¿Crees que no puedo cogerme a un tipo hetero?.

—Creo que no puedes cogerte a ese tipo hetero. —Le dijo con burla. YoonGi lo fulminó con la mirada. —Admitámoslo, Jin está buenísimo, demasiado lejos de tu alcance, aún si se vuelve bisexual jamás podrás tenerlo dulzura.

YoonGi se cruzó de brazos y habló con la voz mas ronca que pudo.

—SeokJin estará rogándome dentro de poco.

—En tus sueños, Yoonie.

No quiso apostar pero interiormente lo hizo.

Tendría a Jin a sus pies cueste lo que cueste. Le demostraría a Tae que él podía volver bi a cualquier tipo, no importaba qué tan lejos o cerca lo tuviera. Porque él se llamaba Min YoonGi, y Min YoonGi jamás se rendía.

(...)


Lo que los dos no sabían, era que en este juego de tira y afloja, ambos saldrían perdiendo.

RoomatesWhere stories live. Discover now