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—Jin te he dicho que dejes las putas cremas en orden.

—Cállate Min. Para eso te tengo a ti. Para que me ordenes.

—No soy tu puto esclavo. —Gruñó volteandose hacia él. SeokJin enjabonaba su cuerpo, estaba cubierto por espuma. A YoonGi se le hizo agua la boca. Pero recordó que estaba enojado. —Ni tu niñera.

—No te pago con besos por nada. —Jin le lanzó uno. Rodo los ojos. —Sólo bromeo lindo, lo siento por el desorden.

YoonGi se cruzó de brazos dándole la espalda.

—Yo quería pelear contigo para que me besaras, me azotaras contra la pared y me dieras duro. —Dijo, como con una rabieta. Ya nisiquiera él soportaba estar cerca de Jin y no follarselo. —Pero veo que eres pésimo captando indirectas. Niño perfección.

—¿Te dejaste de hacer rabietas y finalmente me quieres contigo?.

YoonGi suspiró.

—Como lo dije, pésimo captando indirectas.

Unas manos se aferraron a su cintura. —Ven acá, hermoso.

Jin le dio la vuelta con brusquedad y su cuerpo húmedo se deslizó con el suyo. Le alzó, tomándole de las piernas, enredandolas por su cintura y acto seguido, YoonGi sintió las frías baldosas contra su espalda.

—Voy a hacer contigo toda clase de cosas sucias. —Gimió Jin sobre su cuello, YoonGi se sintió débil. Sin fuerzas. —Y quiero que te olvides de mi faceta de niño bueno porque he tenido mucho tiempo para investigar.

—A la orden, mi amo... —Gimió, lo que Jin no sabia que de él, era que YoonGi había visto suficiente porno como para saber lo que era El Sado y el Bondage, exactamente lo que hablaba su castaño hermoso. —Hazme lo que quieras.

—Primero. —Se miraron a los ojos, YoonGi nunca lo había visto tan salvaje ni tan sensualmente despeinado. —Abre la boca y saca la lengua.

YoonGi lo hizo, sin oponer resistencia ni nada. Simplemente dejándose. Porque amaba a Jin y amaba el placer y el dolor que podía causarle. Abrió la boca, amplio, sacó la lengua y cerró los ojos. Dos dedos se deslizaron dentro de su boca y gimió arqueándose. Los dedos al salir, se arrastraron contra su lengua y cuando los abrió, Jin los tenia en su boca. Eso hizo palpitar a su polla.

—Muy bien. Muy bien. Ahora el mismo proceso.

Abrió la boca, lengua fuera y esta vez, una lengua incursionó en la suya, una fuerte y gran erección se movió contra su entrada, la roma punta del pene de Jin. Estaba húmedo por el agua. Se besaban con furia, sus lenguas peleando contra el otro y él tirando de su pelo tan fuerte como podía, enredándolo en sus dedos.

SeokJin se separó, respirando sobre sus labios.

—Sé que dije que quería que fuera especial pero no estaba en mis planes esperarte tanto tiempo. —Gimió agitado, YoonGi le agarró de las orejas. —Te deseo como la mierda. Podría romper una pared.

—Mejor rómpeme a mí. —Respondió, juguetón. —Te he soñado follándome por todas partes de esta bonita cabaña. ¿Que esperas?. Entra en mí ya, semental.

Jin empujó contra él, volvieron a besarse con furia y humedad, agarró equilibrio contra la pared sosteniendo a YoonGi por el culo. Su verga estaba perfectamente alineada con su entrada, sólo le quedaba empujar un poco mas y...

—No, no. —Se detuvo. Se miraron a los ojos. —Necesito prepararte antes.

—No tienes los cojones para una puta como yo. —Respondió YoonGi, Jin no lo entendió. —A la mierda.

RoomatesWhere stories live. Discover now