Roomates

Agradecimientos

—Deja de llorar maldita pendeja estúpida. —Regañó YoonGi a la autora, golpeándola en el suelo. —Tú me mataste, ese final no tiene sentimiento, una mierda de final, eso fue.

—C-callate idiota. —Dijo ella, llorando lágrimas. —Puse mi playlist triste para escribirlo, para poner la playlist triste se necesita un motivo fuerte.

—Fuerte mis huevos. No era necesario matarme.

—Si lo era. —Dijo la autora, el delineador escurriéndose por sus mejillas como puta triste. —No todas mis historias pueden tener final feliz.

—¿Y le sigues llamando a esa mierda un final?.

Todo se pausó unos segundos porque la autora estaba escuchando 'Crystal Snow' y venia el alto y luego el triple alto del mas bexy de bitis, alias Jin. Continúen.

—Cállate, deja una lección maldita mierda muerta.

—¿Cual lección?, ¿La que nunca deberíamos leer tus historias porque son mierda marca registrada?.

—Me gustabas mas en el fic como puta mendiga. —Dijo ella poniéndose de pié y limpiándose la ropa, toda digna. —Me alegro de Jin nunca te diera. Zorra.

—Y a ti nunca te van a dar, por perra.

—Es mejor que ser una zorra puta barata ofrecida como tú.

—¡Dejen los insultos!. —Gritó Jimin desde el set, con un megáfono en mano. —¡Y pasen los putos créditos!.

¿Que mierda?.

—Bien, los créditos de este año los daré yo porque tengo unos inservibles de mierda que ni con un sueldo mínimo funcionan. —Riñó.

—¡Minimo es poco!. —Gritó Tae. Malditos, ¡Quiten ese megáfono!. —¡Maldita tacaña!.

—Chúpala. —Gritó la autora, toda finesa. —¡Querias con Jin y ni te dio la pasada!.

—¡Pero me cogí a YoonGi!. —Gritó Tae.

—¡A falta de culo, cualquiera!. —Gritó la autora, todos comenzaron a reírse.

YoonGi se adelantó a la autora y le gritoneo al negro sexy.

—¡Vamos Tae!, ¡Diles la verdad!, ¡Que el que se cogió a otro fui yo, no tu!.

—Wooo.

Desde el fondo sonó un turn down for what, mas anticuado que la mierda pero perfecto para la situación.

—¿Alguien puede hablar de mis abdominales en Fake Love, porfavor?. —Saltó Jungkook.

—¿Y eso en qué viene al caso?. —Dijo Jimin.

—En que esta pendeja está escuchando Fake Love y se calentó con el estómago de Kookie. —Dijo YoonGi.

—¿Y quién no?. —Declaró la autora, con la cara roja. —Si está mas bueno que la...

—¡Insultos!. —Corrigió Jimin.

La autora giró los ojos.

—¡Damos un caluroso abrazo a todas esas bellas o bellos ARMYS que leyeron esta inesperada novela de veinticinco capitulos y un prólogo!.

—¿Caluroso?. —Preguntó YoonGi, la autora le miró feo. —¿te das cuenta que la mitad de tus lectores están en invierno ahora, no pendenja?.

—Pues mejor, más calor para ellos.

—Ajá. Que se mueran de calor con los abrazos leídos por una mierda virtual.

—No se van a morir mas que tú, cariño. —Dijo la autora.

—Maldita bastarda. No era necesario matarme. Lo repito.

—¡Vamos a hacer una campaña para reunir firmas y despedir a estos inútiles!. —Gritó la autora, lanzándose encima de YoonGi y haciéndole una llave para que no se moviese.

—¡Los presupuestos no dan para originales así que te la mamas!. —Gritó el camarógrafo. La autora lo fulminó con la mirada, si, así como toda rayita bien caliente.

—Mamala tú, jodeperra.

—¡Paren con los insultos, por la concha de su madre!. —Grito Jimin.

—¡Aqui nadie esta insultado!. —Gritó Jungkook.

—¡No me grites!.

—¡No te estoy gritando!.

—¡Y yo tampoco!.

—¡Si lo haces!.

Ahg, la autora se prometió no hacer mas historias con estos fallados mentales. Nuevamente, el estudio fue un desmadre. Buenas noches.