Roomates

10

SeokJin deslizó la camisa por sus brazos y la arrojó a una roca, desabrochó su cinturón y luego deslizó sus pantalones por los muslos, los quitó junto con los calcetines y los botines. El aire frío le pegó en las costillas pero le gustó bastante. Por unos segundos, se acarició la polla por encima del bóxer. Mierda, casi tres días ahí en el campo y ya quería un polvo como los dioses, pero prefirió apartar su mano de esa zona y pensar en otra cosa.

Caminó lentamente al río atravesando las pequeñas corrientes que se paseaban entre sus pies hasta que llegó a la zona de agua quieta, limpia y tan bonita. Aguantó la respiración y se metió todo lo que pudo, mojándose el cabello y después saliendo a tomar aire nuevamente. Se peinó, quitándose el agua de los ojos y miró el cielo despejado. Era un gran día para nadar hasta el desgano.

Volvió a hundirse una vez mas hasta que tocó la otra orilla con las manos. Enredó los dedos entre las rocas y se sentó limpiándose los restos de agua de la cara y de los ojos. El agua se sentía agradable contra su culo y de pronto quiso quedarse totalmente desnudo. Miró en todas las direcciones buscando a alguien y entonces se tiró hacia atrás, el agua pasando por su espalda en corrientes delicadas. Suspiró cerrando los ojos, relajándose.

YoonGi lo miraba desde la otra orilla apoyando la barbilla en la palma de la mano, mientras le miraba atentamente el torso a SeokJin. Era simplemente perfecto el agua escurriéndose por las curvas de su pecho, la piel pálida de la linea que descendía por su estomago y los músculos de la cadera. El bóxer que se le pegaba al cuerpo, cerciendose sobre su miembro y sobre sus piernas.

—Que delicia... -Susurró.

SeokJin volvió a sumergirse en el agua como una sirena y nadó casi profesionalmente a lo ancho del río hasta llegar a la otra orilla. YoonGi miró cada uno de los movimientos de sus músculos, lo agitado que se veía, la manera sexy que tenia de quitarse el pelo de la cara. Suspiró. Jin era muy caliente.

El castaño salió del agua un par de minutos mas tarde, se secó el cuerpo con una toalla y cargó su ropa hasta el campamento. Ni Jungkook ni Tae ni Jimin estaban, minutos atrás se organizaron para ir a comprar cosas que necesitaban al pueblo mas cercano, como carne y demás cosas de higiene. Jin no quiso ir, más porque necesitaba un momento a solas que por flojera. Cuando llegó, colgó los boxers en un árbol cercano y volvió a secarse el cuerpo.

Se vistió tranquilamente con una tenida deportiva y algo suelto, ese Jin era modo Hippie y era mas cómodo que cualquier cosa. Fue a la tienda de campaña que "compartia con YoonGi" porque la verdad era que ninguna noche la había pasado ahí. La noche pasada estuvieron despiertos toda la noche contándose historias sobre sus infancias y anécdotas entre amigos y la noche anterior a esa, se quedó dormido en la carpa de Tae. En fin, eran sus bolsos la única conexión con ese lugar.

Descubrió que YoonGi tenía todo ordenado, su saco de dormir enrollado, sus zapatos en una orilla y la ropa en la otra, todo muy organizado. A Jin le pareció extraño, inusual en un chico de su edad. Se inclinó hasta su bolso y buscó entre sus cosas, dio con su móvil pero no tenia carga ni recepción, decidio no tomarlo para nada. Encontró lo que deseaba, su reproductor y un libro de ficción, de esos que tanto le gustaban a él.

Salió de la tienda de campaña y evitó por completo a YoonGi quién yacía lavando unos platos que ensuciaron la noche pasada. Quiso regañarlo pero se contuvo, él no tenia ningún derecho sobre el pálido. Ninguno. Se sentó en una roca que parecía una perfecta silla tallada sobre ella, se apoyó en el respaldar y se puso los auriculares, puso el reproductor en aleatorio y una música alegre le dio la bienvenida. Abrió el libro en la pagina que estaba y comenzó su lectura.

YoonGi no dejó de mirarlo mientras lavaba platos, mierda. ¿Es que Jin le atraía tanto como para babear de esa manera por él?. No entendía nada, así que prefirió pensar en otra cosa.