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SeokJin jamás pensó que habrían tantas personas audicionando a la banda escolar. Eran unas cuarenta o cincuenta quizá, era más de una clase entera, estaba seguro. Él simplemente hizo fila con los demás, mirando como entraban de grupos de cinco al escenario y después de unos diez minutos salían todos juntos. Le gustó eso de entrar los en grupo, aunque a decir verdad, no conocía a nadie de los que estaban ahí.

En su interior, rezaba para no olvidar los acordes de Sick Boy de Chainsmockers. Pensó que era una gran canción que se adaptaba a él y de gran manera tocarla así en guitarra acústica para el mundo. La había practicado pocas veces, es más, sólo la habia tocado una y esperaba no fallar. No podía. De verdad quería entrar a la banda y consideraba que tenia buena voz.

Aunque últimamente su criterio no estaba sirviendo de mucho.

—¡Jinnie!. —Escuchó una voz chillona y volvió al mundo, era Sun-Woo, quién lo vio a lo lejos y se acercó corriendo a él. La chica lucia emocionada, y apenas estuvieron cerca, ella le robó un suave beso.

—Hola guapa. —Le dijo ronco, mientras rodeaba la cintura de la chica con un brazo. Ella se sonrojó. —¿Vas a audicionar?.

—No tontito. —Bromeo, golpeando suavemente la nariz de SeokJin con la suya. La chica inhaló, pensando en lo rico que olía SeokJin. —Vine acompañando a una amiga.

—Menos mal, no te quería de enemiga. —Bromeó, la chica cerró los ojos y se inclinó para darle otro besito. Luego se separó.

—Suerte en la audición.

—Gracias, linda.

La vio irse contorneado las caderas y suspiró agotado. No es que le desagradara su novia, era otra cosa. Un sentimiento extraño. Algo similar a cuando algo pierde su sabor y ya es obsoleto. Definitivamente su boca no sabia como la de YoonGi. Los labios del pálido eran dulces y tiernos, y tenían la capacidad de hacer vibrar todo su cuerpo. Como una cuerda en tensión. Tenían un poder extraño, y eso que jamás llegaron a besarse con lengua.

Le aterraba lo que podría haber echo si llegaban a besarse con lengua. Estaba seguro que no hubiera durado ni cinco segundos en el beso y Jin ya estaría sobre él, agarrándole las piernas y moliendo sus caderas juntas, y ese pensamiento lo aterraba aún mas. Se conocía a sí mismo y sabia que YoonGi provocaba cosas en él que 'no debía' provocar. Provocaba que le entraran ganas de matar al chico que le gustaba y querer besar esos labios día, tras día, tras día.

Aunque la intensidad de esas ganas eran aterradoras.

Cuando se besaron el otro día, era algo que él no esperaba, pero de súbito era suave y dulce boca se posó sobre la suya y ya no habia mas remedio. Simplemente se rindió. Dejó que los labios de YoonGi se movieran sobre los suyos, que tomaran el control. El beso tuvo una intensidad aterradora, similar a cuando te drogas por primera vez y quedas loco.

Jin decidió no pensar mas en aquello y concentrarse en su audición. Tenía que ser el mejor y sería el mejor.

(...)

—Nombre, edad y clase.

SeokJin tomó la guitarra que colgaba de su hombro y acercó el micrófono a su boca.

—Kim SeokJin, diecinueve años, clase 4A.

—¿Que nos vienes a presentar hoy, SeokJin?. —Dijo una chica amable junto a los jueces delante de él.

—Sick Boy.

—Oh, ¿La de Chainsmokers?. —Dijo un chico, su pelo era negro y tenia lindos mechones naranjos, pensó seriamente en algún día copiarle ese estilo.

—Sí.

—Esto es algo nuevo, una canción americana. —Dijo la chica. ¿Era la líder o algo así?.

—Soprendenos, SeokJin.

Asintió.

Las luces bajaron y lo alumbraron a él. Aclaró la voz, retumbando en todo el teatro pero se sintió seguro.

Tocó los primeros acordes y comenzó con la letra.

I'm from the east side of America. Where we choose pride over character. And we can pick sides, but this is us, this is us, this is. I live on the west side of America. Where they spin lies into fairy dust. And we can pick sides, but this is us, this is us, this is.

Tocó unos acordes suaves, la letra llegando a él como por arte de magia. Se acercaba el coro y él quería cantar con todo lo que tenía.

And don't believe the narcissism. When everyone projects and expects you to listen to 'em. Make no mistake, I live in a prison. That I built myself, it is my religion. And they say that I am the sick boy. Easy to say, when you don't take the risk, boy. Welcome to the narcissism. Where we're united under our indifference.

Otras notas suaves, tomó aire y continuó.

And I'm from the east side of America. Where we desensitize by hysteria. And we can pick sides, but this is us, this is us, this is. I live on the west side of America. Where they spin lies into fairy dust. And we can pick sides, but this is us, this is us, this is

Continuó con el coro.

I am the, I am the, I am the sick boy. I am the, I am the, I am the sick boy. They say that I am the sick boy. And they call me the sick boy

Hubo un instante en que abrió los ojos y vio a los jueces sonriendole complacidos y continuó con los siguientes coros que se repetian y repetían.

Cuando terminó bastante agotado, escucho a los jueces anotar algo en unos papeles muy rápidamente, volvió a escuchar la voz de la chica.

—Bien, Jin, publicaremos a los seleccionados en unos días más. Gracias por audicionar.

Salio del teatro sintiéndose seguro de sí mismo, que podía romper una pared con un puño y feliz porque estaba seguro que los había impresionado, deseaba haberlos impresionado.

RoomatesWhere stories live. Discover now