¡Profe, No Borre El Pizarrón!

21: No Puedo Gustarle

Después de la noche de ensueño con Drew Gallagher me quedé pensando en lo que dijo acerca de Wade. Así que sin querer comencé a analizar cada una de las pequeñas cosas que Wade decía y hacía.

Sí, dije que era imposible que yo le gustase, lo que hizo que cambiara de opinión fue su reacción cuando le conté que Drew me regaló rosas. Wade se enojó conmigo y se fue sin decir nada más que "Bien por ti".

Wade siempre ha sido mi amigo, hemos sido siempre cercanos, pero jamás hubo otro tipo de conexión. El romance entre ambos siempre ha sido muy improbable.

Como mi sándwich lentamente, saboreando cada mordisco de este.

No puedo gustarle a Wade, si es así terminaré arruinando todo, cuando  ni siquiera sepa como rechazarlo sin arruinar nuestro lazo de amistad. No podía sentirme más desafortunada.

Wade se acerca a mí y se sienta a mi lado.

—Hola.

—Madison.

—¿Qué sucede? —pregunto.

—Siento haber sido grosero contigo, es que... Me sentí molesto contigo.

En mi mente, rezo porque no me diga nada más que eso.

—¿Por qué? —pregunto, desanimada.

—Pensé que ibas a dejar ir este asunto con Gallagher —dice exasperado.

—¿Por qué lo haría, Wade? —digo sintiéndome mal ante su tono de voz.

—Es peligroso, muy peligroso, me preocupa el hecho de que ustedes se encaprichen con esta especie de romance prohibido, el director está al acecho, si los descubren todo se vendrá abajo, por lo menos para ustedes dos. Si realmente quieres a Gallagher, yo te recomiendo que te alejes de él.

Miro a Wade como a un desconocido. El problema no es que esté usando su sentido común, porque sé cuánto peligro hay, el problema está en la manera tan cruel en la que lo dice y que cada cinco minutos tiene algo más que decir al respecto.

La manera en la que me mira, con toda esa frialdad y hostilidad.

Mi rostro se contorsiona en una expresión de tristeza y confusión.

¿Por qué está actuando así?

—Wade, sé lo peligroso que es esto, no voy por la vida pensando que todo es color de rosa. Quiero a Gallagher y estoy protegiéndolo. Mira...

—Maddie, no entiendes. Sí, sé que ambos están muy bien disfrutando de la compañía del otro, pero creo que sería bueno que se mantuviesen separados, por un tiempo, hasta que todo deje de ser tan complicado.

Wade tuerce la boca, disgustado pero se rinde y deja el tema morir ahí.

—Está bien, Madison, has lo que desees hacer —gruñe—, todo lo que quiero es que no te metas en más problemas.

—No, no lo haré, estoy bien —digo.

—Está bien, confío en que tomarás la decisión más inteligente. 

Con eso me perforó el cerebro.

Wade me dedica esa mirada que detesto, esa que me dice que ahora todo va por mi cuenta y que no tengo derecho a volver llorando en caso de que algo salga mal. Sopeso mis palabras algunos segundos antes de responderle. No quiero perder su apoyo, pero también sé que nada de esto es realmente su problema, sin malentendidos, es que es cierto, este no es un problema que mis amigos deban agregar a su vida.

Estar con Drew es maravilloso, pero también es peligroso, y viéndolo como lo ven mis amigos... es mala idea, por muy tentador que sea el pensar en andar con  él.

—Intentaré hacer lo correcto —le digo—, lo que considere correcto.

Wade levanta sus manos en señal de que no tiene nada que ver con eso.

—Me parece bien.

El almuerzo acaba y voy a clase de literatura, ocupo el asiento de siempre, pero esta vez saco un libro y me dispongo a leerlo en lo que el profesor llega. Phoebe me mira desde su asiento, puedo sentir sus ojos perforándome.

—¿Si? —le digo girándome hacia ella.

—Nada —dice ella encogiéndose de hombros.

Le cuento lo sucedido con Wade a la hora del almuerzo y ella me mira extrañada.

—No suena a Wade —dice con el ceño fruncido—, es extraño...

—El otro día Drew me dijo que pensaba que yo le gustaba a Wade —comento—, dijo que era obvio que él sentía algo por mí. Aunque me negué al principio, ahora... no sé.

—¿Y si le gustas? Maddie, eso estará jodido —dice—, perderás a tu amigo.

Eso es lo que quiero evitar, perderlo como amigo. Me golpeo la cabeza con el libro sintiéndome miserable. 

Pero nada está dicho, solo es una teoría, quizá estoy malinterpretando todo esto y haciendo de ese pequeño gesto un enorme problema. 

—Puede que estemos equivocadas —le digo encogiéndome de hombros.

Ella se encoge de hombros y gira sobre su asiento en cuanto Gallagher entra al salón.

Me quedo mirando mi libro, incapaz de prestar atención a la clase, solo puedo pensar en Wade y en si la teoría Drew a quien tengo en frente es cierta. No sé qué haré si resulta ser así, solo ruego, ruego a todos los dioses por iluminación.

Gallagher me llama la atención y me pide que atienda la clase por favor. Me disculpo y comienzo a escucharlo hablar, pero me pierdo nuevamente, no en Wade, si no en él y en cómo se ve hoy. 

Mi corazón da un vuelco. 

Me río de mí misma.

Drew me mira encarnando una ceja. Su expresión es divertida.

—¿De qué se ríe, señorita Plotkin? —pregunta.

—De nada —murmuro sintiendo la mirada de todos mis compañeros.

—Comparta su chiste con la clase, por favor —dice.

—Oh, no... No creo que deba —digo.

—Insisto —replica.

—No, es que me río sola —digo excusándome—, debería intentarlo.

—Demuestre que es humano, señor Gallagher —dice Connor.

Mis compañeros ríen.

—Claro que se ríe sola —chilla Sophie— está loca.

—Cállate —le gruñe Phoebe.

Sophie frunce el ceño, indignada.

—Amiga, Halloween ya pasó —le dice a Phoebe—, quítate esa mascara de payaso.

—Si Halloween ya pasó... ¿Por qué sigues con ese disfraz de zorro? —le pregunta venenosa.

El profesor Gallagher reniega que es no es forma de hablar, por lo menos no en su clase.

Phoebe se encoje de hombros.

—Dije zorro, en masculino —dice totalmente fresca.

—No podemos argumentar contra esa lógica —dice Lance como si no quedara de otra.

El profesor lanza una advertencia a ambas chicas.

—Y tú... Madison, deja de reírte —me dice amenazante.

Amenázame lo que quieras.

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"n0 hE c0mEtid0 nInGún dElit0, l0 qUe hIcE fUe n0 cUmPliR lA lEy" —Jennifer López.