30: La Ciudad de los Corazones Rotos

21.6K 1.5K 336
                                    

Desde mi primer año en la secundaria no he dejado de alucinar con el viaje de fin de curso, y sé que no soy la única que ha venido haciendo eso en los últimos años. Mi clase y yo hemos trabajado muy duro por cuatro años enteros para tener fondos suficientes para ir a un lugar decente, y hoy es el día en el que la junta de padres y nuestro tutor a cargo nos revelarán nuestro destino.

—¡Por favor, ya! —exclama alguien al fondo de la sala.

Otros gritos lo secundan.

Drew sonríe emocionado como niño mientras aguarda con las manos sobre la tela que cubre el pizarrón frente a nosotros.

Hoy lleva una camisa gris y unos pantalones de vestir muy lindos. Se ha dejado un poco de barba y su cabello mantiene un look despreocupado. Se ve irresistible en todo el sentido de la palabra.

—Tres, dos, uno...

La tela cae en un remolino en sus pies y la clase estalla en gritos.

"HAWAI"

Wade y Phoebe me abrazan como si hubiésemos encontrado la cura para el cáncer. Mis compañeros se abrazan y celebran.

—¡Tranquilos, chicos! —dice el profesor Gallagher.

Wade me da vueltas en el aire.

—¡HAWAI! —exclama— ¡HAWAI, MADISON, PODRÉ LLEVAR MI FLOTADOR DE PATO GIGANTE!

—¡Un ganso gigante! —exclama Lance provocando carcajadas en la clase.

Todos vuelven a sus sitios e intentar mantener la calma.

—Serán cuatro noches y cinco días de viaje, obviamente la junta de padres irá con nosotros —explica—. Todos deben traer lo que la lista de requisitos pide, el permiso y todo lo que necesitan saber está en el documento que se les otorgará enseguida.

—¿Irá con nosotros? —pregunta Phoebe.

Drew levanta una ceja antes de posar su mirada en mí.

Me encojo en mi sitio.

—Ya que el señor Hardy renunció, hemos quedado a cargo la instructora, el profesor de física y yo —dice—. Además, ningún otro profesor deseaba hacerse cargo de ustedes. Tienen cierta reputación.

"Bullangueros, problemáticos, insolentes, irresponsables, niños con complejo de bromistas de MTV" así nos llama la profesora de ciencias... y otros diez profesores.

Genial, lo que faltaba.

Mientras más intento de apartarme de él, el destino se las arregla para juntarme con él cuatro noches y cinco días en un hotel.

La suerte no está de mi lado.

—Ahora sí, Plotkin —dice Phoebe—. Debemos ir por ropa de baño muy linda, y e ir a que te depilen el cuerpo, todo el cuerpo.

—Olvídalo —digo.

Mi teléfono vibra en mis bolsillos.

Abro una carpeta sobre el pupitre y lo reviso.

"¿Emocionada por Hawaii? Mi cámara y yo morimos por ver qué sucederá"

Miro para todos lados, buscando a alguien que tenga su teléfono en manos. Nadie excepto yo.

—¿Otro mensaje? —pregunta Phoebe.

—Sí y súper dramático —gruño—. Estoy harta de esto.

¡Profe, No Borre El Pizarrón!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora