Contra la pared

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-No creo que pueda Cray- le dijo Palette a su novio bastante nervioso.

-Claro que puedes Pally, confió en ti- le contesto Cray con una gran sonrisa.

-No...no puedo, esto fue una mala idea- le dijo el chico estrella todavía mas nervioso.

-¿En serio me vas a rechazar así de feo?- le pregunto Cray fingiendo un puchero.

-No es eso, es que de verdad no puedo, es muy difícil- volvió a responder, esta vez con los ojos cerrados.

-Confía en mi entonces, no te dejare caer- le hablo el de ojos bicolor en un tono tan dulce y con una sonrisa tan tentadora que Palette no pudo seguir negándose.

-Solo no me sueltes- comento un poco sonrojado por la expresión tan atractiva de su pareja.

-No hasta que puedas solo- le respondió guiñándole una cuenca.

De ese modo empezaban las clases de patinaje del chico de ojos de estrella, quien a pesar de estar muy asustado por caerse, estaba feliz porque su novio le enseñaría a patinar. El chico ya podía imaginarse patinando con su novio en la bahía, tomados de la mano, justo como la pareja que vio el día anterior mientras iban al farol del puerto.

Esa fue la razón por la el menor le insistió toda la noche y parte de la mañana a su novio de que le enseñara a patinar. Al principio Cray se negaba, más que nada porque solo traía sus patines y aunque amara mucho a su paleta, jamás lo dejaría usar sus leales patines, esos patines que lo vieron dar sus primeros pasos, caídas y acrobacias; y que hasta ese día habían aguantado quien sabe cuántos golpes y abolladuras. Pero si dejaba que el chico estrella las usara, seria señal de que ya murieron, pues no durarían ni una tarde con ese dulce chico.

Al final, tras varias horas más de insistir y de una falsa acusación del menor sobre irse a patinar solo para coquetear con otros patinadores, Cray termino aceptando y lo llevo a una tiendo de patines, patinetas y bicicletas, así como los accesorios necesarios para usar dichos vehículos y mantenerlos en buen estado.

Una vez en la tienda el chico genial se movió en ella como si nada y antes de que Palette pudiera preguntar algo, el otro ya le había comprado unos patines en línea de color negro con ruedas de color arcoíris. Del mismo modo compro unas cosas que el artista no pudo identificar.

Ya en la calle, en una banca para ser específicos, este le entrego sus nuevos patines y le ayudo a ponérselos, a su vez se puso los propios y se levanto junto con su novio para comenzar a patinar. Todo bien hasta que Palette sitio que se resbalaba, no habían avanzado ni unos 30 cm cuando le entro un terrible pánico, por lo que le dijo a su novio que había cambiado de idea, cosa que el mayor vio venir desde un principio, pero en vez de molestarse opto por una ruta más amigable, parecida a la que uso su padre cuando le enseño a él, lo que nos lleva a la conversación del inicio.

Ahora que saben la historia de cómo llegaron a ese punto, enfoquémonos en cómo iban la pareja ahora que el chico estrella se convenció de aprender.

Ambos avanzaban lentamente con Cray empujando a su Pally por la cintura desde atrás para que el otro se acostumbrara a equilibrarse y andar solo.

-Lo haces bien Pal- le dijo separándose un poco del menor.

-¡No me sueltes Cray!- grito el más bajo sujetando las manos de su novio antes de que lo soltara por completo.

-Tranquilo, todo está bien- le dijo Cray tratando de calmarlo para que lo soltara, si en una de esas de caían, se darían en toda la cara.

Luego de varias horas de "entrenamiento" Palette logro equilibrarse y poder sostenerse, aunque solo podía ir hacia adelante, sin poder, girar, o cambiar de dirección, bueno en realidad no podía hacer nada más que moverse hacia adelante, pero eso ya era algo ¿no?

Reto OTP 30 dias PRAY (+18)Where stories live. Discover now