12 CHICOS LOBOS - Capitulo 4

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Capitulo 4

En el orfanato, cuando los castigaban, los hacían dormir en closets, les pegaban con metros, los paraban al sol durante horas con una biblia en cada mano y cosas así. Pero esos chicos tenían un concepto muy raro de “castigo”. Le colgaron un cascabel en el cuello, ahora sí que parecía una mascota.

-          Ahora no solo podremos olerte, sino también escucharte. –le dijo Chris como si lo que le estaba haciendo fuera lo peor del mundo.

El castigo de Simón tampoco fue tan malo. Ya no podría jugar a las escondidas con Erika nunca más. Pero al parecer a él le afecto más que a ella, porque no hablo el resto de la cena. Prácticamente, el castigo de ambos había sido que ya no confiaban en ellos.

El cascabel si era molesto, sonaba todo el tiempo, con cualquier movimiento que Erika hiciera, sin embargo era mucho mejor a que la golpearan con artefactos para medir de madera o que la encerraran en espacios reducidos sin luz.

-          Es hora de dormir niños. –dijo Arón echándose en la alfombra. Los demás lo imitaron. También Erika.

“Así debe de sentirse tener una familia” pensó “Tal vez por fin he encontrado la mía” y cerró los ojos, con las piernas de Baco a su derecha y la cabeza de Teo a la izquierda, se quedo dormida.

Empezó a soñar. Estaba corriendo por el bosque, ya no era invierno, el sol brillaba y había muchas flores. Estaba usando un vestido blanco y largo, casi transparente. Corrió hasta que llego a un círculo grande, rodeado de pinos. En medio había un chico dándole la espalda. Ella se acerco hasta donde el chico estaba, este se dio la vuelta. Era Jim. Ella quiso correr, pero su cuerpo no respondía, tampoco podía hablar. “¿Estas perdida bebé?” Escucho su voz, pero la boca de Jim no se movió. “Hueles delicioso, a virgen” volvió a escuchar su voz, pero él no hablaba, era como si bosque estuviera diciendo eso.

-          Eres mía. – sonrió Jim, al tiempo que acercaba su boca a su cuello, y mordía a Erika sin que ella pudiera hacer nada.

Despertó sudando, con el corazón acelerado, mirando hacia todas partes. “Solo fue un sueño.” Se tranquilizo. “Solo fue un sueño.” Miro a su alrededor, todos los chicos dormían, menos Demián, quien estaba recargado en la pared cortando un pequeño trozo de madera con una navaja de mano.

-          ¿Tuviste una pesadilla Baby Doll? –pregunto abiertamente preocupado, mirándola con sus enormes ojos negros. Erika asintió.  - Ven aquí. –dijo el chico. Erika se acerco gateando con cuidado para no despertar a nadie. Demián la hizo sentarse a un lado de él, rodeándola con los brazos. Comenzó a cantarle.

Somewhere over the rainbow, 

Way up high, 

In a dream that you dream of, 

Once in a lullaby…”

Erika conocía esa canción, era la del mago de oz. Ella recostó su cabeza en pecho de Demián, dejando que él la arrullara con su canción.

“Oh somewhere over the rainbow, 

Bluebirds fly, 

And the dreams that you dream of 

Dreams really do come true, 

Someday i'll wish upon a star,

 Wake up where the clouds are far behind me, 

Where troubles melt like lemon drops…”

Demián siguió cantando  y Erika se quedo dormida a lado de él. Despertó horas más tarde, cuando sintió que alguien le jalaba el cabello. Era Demián, y no le estaba jalando el cabello realmente, estaba pasando sus dedos a trabes de él, acariciándolo mejor dicho.

12 CHICOS LOBOS ©Where stories live. Discover now