12 CHICOS LOBOS - Capitulo 6

108K 7.4K 1.9K
                                    

Capitulo 6

Despertó agitaba, con lagrimas en los ojos. Miro a su alrededor, esta vez absolutamente todos dormían. ¿A quién trataba de engañar? Ellos no eran su familia, y jamás podrían serlo, eran completa mente diferentes. Terminaría ocurriendo lo del libro, ella envejecería y con el tiempo moriría. ¿Qué harán ellos después? ¿Buscar más chicas para alejarlas de la sociedad y obligarlas a vivir con ellos? No, no estaba bien. Tal vez ellos la alimentaban, cuidaban y protegían, pero no por eso dejaban de ser lo que realmente eran, ellos podían lastimarla, en cualquier momento.

Por su mente paso escapar de nuevo, pero el cascabel la delataría e irían a buscarla, o podía ser mucho peor, podía encontrarse con Jim, y no sería nada agradable. Así que decidió volver a dormir por el momento, ya mañana pensaría en algo.

Despertó horas más tarde, cuando Kaiser le quito el cabello de la cara.

-          Baby Doll, ya va a amanecer. – le susurro al oído.

-          Mmm… - murmuro Erika somnolienta.

-          No hay problema, no te muevas yo te llevo. – dijo, sintió que la levantaba.

La cargo como a un bebé y salió de la madriguera, luego con mucho cuidado rodeo su cintura con un brazo, mientras que con el otro y la ayuda de sus piernas trepaba un pino. Esa sacudida la despertó por completo. Una vez arriba, la sentó en medio de sus piernas, rodeándola con los brazos, miraron el horizonte. El sol comenzó a salir, y fue realmente hermoso. Recostó su cabeza en el pecho de Kaiser, mientras el cielo se pintaba todo de naranja con rosa. Kaiser le acariciaba los brazos con ternura.

-          Eres tan suave, tan dulce… - dijo contra su cabello.

Erika se sentía tan relajada que ni siquiera la incomodo. Después de ver el amanecer, bajaron a desayunar. Esta vez, Erika accedió a darle de comer a Kaiser en la boca, era mucho más divertido alimentar que ser alimentada. Antes de salir de nuevo, le pidió que usara una sudadera igual a la que él traía puesta.

-          Hay que vestirnos igual, somos pareja. – sonrió.

Ya que su trato vencía en unas horas, Erika decidió complacerlo en todo lo que le pedía, a excepción claro de ciertas cosas. La llevo a su “lugar secreto” y se sentaron frente al lago. Estaban en silencio, en completa paz.

-          Faltaba un mes para mi cumpleaños cuando me mordieron. – dijo con la mirada perdida, rompiendo el silencio. Erika solo lo miro, sin decir nada.  – Estaba caminando por el bosque con unos amigos, siempre lo hacíamos, pero ese día nos quedamos hasta muy tarde y… pues sucedió. Fue en este lugar de hecho, - ella no pudo evitar mirar a su alrededor – por eso significa tanto para mi, mi última vez como humano fue aquí.

-          ¿Qué paso?

-          Mmm… No lo recuerdo todo, fue hace mucho tiempo. Mis amigos y yo estábamos sentados aquí, con una fogata, escuchamos ruidos en la parte de atrás, de los arboles creo, yo me acerque a ver que era y es todo, no recuerdo nada más. Los chicos me encontraron y cuidaron de mí hasta que desperté, me explicaron que ya no podía volver, que yo… ya estaba muerto para mi familia. – Erika sintió mucha lástima por él, nunca habría imaginado que el proceso era tan duro.

-          ¿Estaban todos en ese entonces? – trato de hacer que pensara en otra cosa.

-          No. Baco llego después, luego Teo, y al final Simón.

Ambos se quedaron en silencio, mirando el agua clara del lago, en la cabeza de Erika se acumulaban las ideas, la incógnita de que harían los chicos con ella regreso. ¿Acaso ellos iban a… convertirla? ¿Cuáles eran sus verdaderos motivos? La historia de que la había traído solo porque estaba aburridos sonaba igual a la historia del conejo de pascua, no tenía sentido. Analizaba las posibles razones del porque estaba sentada frente a un lago con un chico no del todo humano cuando Kaiser rompió el silencio.

12 CHICOS LOBOS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora