Capítulo 6

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Cogió a Manse del regazo de Jeongyeon y le dejó en el cochecito, luego lo llevó al lado de la mesa. Lo dejó allí y fue a sacar una botella de vino blanco del frigorífico. El bebé empezó a chillar.

-Oye, oye nada de llantos, muchachito -le reprendió Jimin-. Tu madre dice que sólo das la lata de las tres y media a las cuatro y media de la tarde y se supone que debes ser un ángel el resto de la tarde y noche. Ya son más de las cinco, así que a sonreír.

Manse miro a jimin con ojos suspicaces y luego continuo gimoteando. Jeongyeon le entregó su anilla de plástico y el bebé dejó de llorar.

-¿Lo ves? -dijo Jimin-. No importa lo que tu madre no te haya enseñado, tienes intuición. Siempre consigues tranquilizarle.

-Le tranquiliza su juguete.

Jimin rió entre dientes y descorcho la botella. Llenó dos copas largas y las llevó a la mesa, luego sacó dos platos y se sentó enfrente de Jeongyeon.

-Tu dirás lo que quieras, Yoo, pero es un hecho irrefutable que las mujeres son mejores madres que los hombres.

-Esa no es la cuestión -replicó Jeongyeon, incapaz de reprimir una sonrisa.

-¿Cuál es entonces? Las mujeres se convierten en madres. Ese es otro hecho que deben aceptar. No estoy diciendo que eso las vuelva inferiores, pero debes aceptar los hechos. La mayoría de las mujeres se quedan embarazadas a la larga y abandonan el trabajo, como hizo Yeonwoo.

-Yo no soy Yeonwoo -aclaró Jeongyeon, sin preocuparse en añadir que dentro de algunos años quizá se encontrara en la misma situación que Lee Yeonwoo, es decir, tratando de compaginar la maternidad con la carrera profesional.

La madre de Jeongyeon había decidido continuar trabajando después de que naciera su hija y aunque ésta podía entender la decisión de su madre, esta decisión había dejado su marca en la niña. Las cosas eran diferentes ahora, no obstante. Era más aceptable valerse del servicio de guarderías y había muchas más instituciones de ese tipo disponibles. Los padres también participaban más activamente en el cuidado de los hijos.
¿Por qué su mente no dejaba de desviarse en esa dirección?, se preguntó Jeongyeon. Desde que había oído los lamentos de un bebé en su despacho, no había dejado de pensar en la maternidad. Todavía no quería ser madre, ni siquiera quería pensar en la posibilidad de ser madre.
Pero parecía que el niño que estaba sentado en su cochecito apretando con una mano la anilla mientras intentaba al mismo tiempo meterse los cinco dedos de la otra manita a la boca, estaba ejerciendo un influjo mágico en ella. El tenerle en su regazo no la había llenado de sabiduría maternal, pero sí de ternura.

-¿Tú que vas a hacer cuando te quedes embarazada? Es muy posible que también dejes el trabajo.

-¿Quién dice que voy a quedarme embarazada? -replicó Jeongyeon, después de dar un sorbo a su vino-. En realidad, eres tú quien debiera estarse haciendo esa pregunta. ¿Qué vas a hacer con tu trabajo mientras tengas aquí a Manse?

Jimin contempló al aludido y reflexionó un momento.

-Hoy es jueves. Supongo que me tomare el día libre mañana y luego viene el fin de semana,..

-Y luego vendrá el lunes y, ¿qué vas a hacer? Más vale que empieces a buscar información sobre guarderías o niñeras. No querrás que todo mundo en P&D piense que eres inferior porque tienes que quedarte en casa con un bebé en lugar de ser un emprendedor y activo asesor financiero.

Los ojos de Jimin lanzaron chispas al mirar a Jeongyeon con una mezcla de indignación e inquietud.

-Ya pensaré en algo -murmuró-. Espero que para el lunes ya haya regresado hyesun.

•It Was Not A Plan• // pjm+yjyWhere stories live. Discover now