Capítulo 16

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-Esta mañana ha empapado cinco pañales en una hora. Se ha pasado cuarenta y cinco minutos llorando sin parar. A la hora del desayuno no sé cómo ha conseguido tirar de una patada mi taza de café.

-Si era café instantáneo, yo también habría sentido la tentación de tirarlo -bromeó Jeong Yeon.

-Y yo de darte a ti un puntapié -gruñó Jimin. Pero el magnifico clima parecía estar surtiendo efecto en él, porque Jeong Yeon vislumbró un asomo de sonrisa en sus labios.

Pasearon por un sendero bordeado de árboles y cubierto con hojas doradas y pardas. El camino terminaba en un centro recreativo que contenía un club, una piscina y una pequeña zona de juegos infantiles.

-Llevemos a Manse a los columpios -sugirió Jeong Yeon luchando por empujar el carrito sobre la hierba.

Jimin frunció el ceño, luego la siguió.

-Es muy pequeño todavía.

-Puedo cogerle en mi regazo.

Jeong Yeon se detuvo junto a un columpio, apartó la montaña de mantas que le cubría y le cogió. Sus bellos ojos color marrón brillaron con fascinación mientras le llevaba al columpio.

-Es una idea absurda -objetó Jimin-. ¿Qué pasará si le sueltas?

-No lo voy a soltar -prometió Jeong Yeon, sentándose en el columpio con el bebé en las piernas.

Después de estrechar a Manse contra ella, empezó a moverse para darse impulso.

Jimin la observó por un momento, sacudiendo la cabeza.

-No merece divertirse después de los tormentos a que me ha sometido -se quejó.

Luego, a regañadientes, se colocó detrás del columpio y empezó a empujarlo.

Manse emitió un gritito de alborozo y Jeong Yeon oyó la risa casi involuntaria de Jimin a su espalda.

-Bien, ¿por qué no hablamos de la encuesta? -sugirió Jeong Yeon.

-¿Qué?

-Tenemos mucho trabajo que hacer, Park. Por eso es por lo que estoy aquí, ¿recuerdas? Una de las cosas que debemos hacer es una encuesta a los propietarios de ordenadores para conocer su opinión. ¿Has pensado algo al respecto?

Jimin no contestó inmediatamente. Jeong Yeon miró hacia atrás y notó que trataba de reprimir una sonrisa.

-¿De verdad quieres hablar de negocios ahora?

-Claro que sí.

Jimin rió abiertamente.

-Está bien, Yoo. De hecho, he pensado un poco en ello. Lo que ofrece Kim es flexibilidad y adaptabilidad. Lo que debemos averiguar es si los clientes potenciales están dispuestos a probar un nuevo producto basado en esas características.

Durante la siguiente hora discutieron qué tipo de encuesta debían planear y a cuáles compañías entrevistar. Jimin se sentó junto a Jeong Yeon en el columpio. Cuando Manse comenzó a culebrear peligrosamente en el regazo de Jeong Yeon, Jimin se ofreció a llevarle al tobogán.

Cada vez que Jimin aterrizaba al pie del tobogán con el bebé en su regazo, Jeong Yeon le explicaba a gritos algunas ideas sobre su plan para la encuesta, luego Jimin iba hacia la escalera del tobogán y una vez arriba le decía sus propias ideas al respecto.

Después de su décimo descenso por el tobogán, Manse comenzó a gemir, interrumpiendo lo que podía haber sido un diálogo muy productivo.

-¿Tiene hambre? -preguntó Jeong Yeon.

•It Was Not A Plan• // pjm+yjyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora