capítulo 13

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-¿Por qué?

-No piensas hacen ninguna pregunta, ¿verdad?

-¿Sobre qué? -preguntó ella, con su expresión mas ingenua.

La sonrisa de Jimin se convirtió en una carcajada. Extendió una mano sobre la mesa y estrecho la de Jeongyeon.

-Cualquiera ya me habría agobiado a preguntas -dijo--. Sin duda ya habría creído tener derecho de averiguar algo. Pero tú... no preguntas nada -su sonrisa se apagó un poco-. ¿Es obstinación o simple desinterés?

-Ni una cosa ni otra -declaró Jeongyeon.-. Dijiste que no querías que te hicieran ninguna pregunta, y lo comprendo -se obligó a comer un poco más de arroz-. Dos de las secretarias me han arrinconado en el tocador y me han preguntado si el bebé es tuyo. La gente es demasiado curiosa, Jimin... me he alegrado de no saber nada; así no he tenido que mentir.

-Son terribles ¿verdad? -comentó él-. Qué montón de gallinas.

-No son sólo las mujeres -protestó Jeongyeon con lealtad feminista-. Estoy segura de que muchos de tus colegas son igual de entrometidos.

Jimin movió la cabeza.

-A los compañeros les ha importado un bledo lo del bebé. Todos los chismes que he oído han provenido de las mujeres. Por ejemplo, nunca he oído a ninguno de los compañeros hablar de Hoseok, pero todas las secretarias han hablado de él.

-¿De HoSeok? - Jeongyeon dio un respingo.

-No sabía que su vida sentimental fuera una cuestión de público conocimiento en la oficina-.

Ella nunca había hablado con nadie de HoSeok, ni siquiera con los compañeros o compañeras con quienes mantenía una amistad más estrecha.

A Jeongyeon no le gustaba hablar con nadie de sus asuntos personales. Se desconcertó al oír que Jimin mencionaba a HoSeok y tardó casi un minuto en recobrar el aplomo.

- ¿Qué sabes sobre Hoseok?

-Sé que te mandaba rosas rojas el día de San Valentín y rosas blancas el día de tu cumpleaños -dijo Jimin con voz apacible-. Que te llamaba a través del ordenador en vez de hacerlo por teléfono. Parece que vuestras relaciones terminaron hacia el final de la primavera, pues dejó de enviar flores y llamar por esas fechas.

-¿Dónde has oído todo eso? -preguntó Jeongyeon en un murmullo

-Chismes.

Ella le dirigió una mirada cautelosa.

-Si no te gustan los chismes, ¿por qué los oyes? - Jimin jugó con su tenedor un momento.

-Por curiosidad -admitió.

-¿Sentías curiosidad respecto a mí?

-¿Por qué no? -preguntó Jimin, guiñándole un ojo con expresión astuta-. Hay que conocer al enemigo, como suele decirse.

-¡Vaya! -masculló Jeongyeon fastidiada por haber sido objeto de las murmuraciones oficinescas-. Bien merecido te tienes el ser ahora víctima de las habladurías. Las grandes inquisidoras en el tocador para damas parecían dispuestas a aplicarme tormento para que les revelara lo que supiera sobre ti.

Jimin arqueó ligeramente las cejas

-¿Qué te han preguntado?

-Que si el bebé es tuyo.

Al parecer, Jimin esperaba tal suposición. Su actitud juguetona desapareció mientras estudiaba a Jeongyeon, con los ojos entornados.

-¿Tú qué crees?

•It Was Not A Plan• // pjm+yjyWo Geschichten leben. Entdecke jetzt