Capítulo 9

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Jeongyeon supo que su boca iba a encontrarse con la suya un segundo antes de que sucediera. Lo supo porque ella esperaba anhelante aquel beso.

La joven echó atrás la cabeza y sus bocas se fundieron en un beso lleno de sensualidad Jeongyeon ya había sido besada por Jimin y, a pesar de que ya habían pasado cuatro años nunca había olvidado el poder avasallador que había ejercido sobre ella.

Igual que en aquella lejana ocasión, todo su cuerpo respondió al beso, los músculos de sus muslos y su vientre se pusieron tensos, su pulso se aceleró y su garganta se contrajo en un gemido ahogado. Deslizó las manos entre sus cuerpos y las presionó contra el torso masculino con la vaga idea de apartarle de ella. Su palma detectó el agitado palpitar del corazón masculino bajo la tela de la camisa y la joven descartó la posibilidad de desasirse del abrazo.

La idea de que él pudiera estar tan excitado como ella por el beso, la incitó aún más y terminó por ceñirse con más fuerza contra él.

-¿Es así como besas a los hombres que no te caen bien?-preguntó Jimin cuando sus bocas se apartaron.

Su brusco comentario bastó para romper el hechizo.

-Suéltame -gruñó ella, controlando con dificultad el deseo de abofetearle.

Jimin mantuvo firmemente sus brazos alrededor de la joven y cuando se apoyó contra el borde de la mesa, sus largas piernas atenazaron las de ella. No podía escapar. Esta vez no era el deseo lo que se lo impedía sino la fuerza de los brazos masculinos y la presión de sus piernas.

Estaba furiosa con él por ser tan fuerte.

-Lo que he querido decir, Jeongyeon, es que no te disgusto tanto como tratas de aparentar -murmuró él, colocando un dedo bajo la barbilla de la joven para hacerla levantar la cara hacia él-. Quizá incluso te guste un poco -añadió con una sonrisa.

-No estés tan seguro.

-Puedes decir lo que quieras, Yoo, pero la reacción de tus labios no ha podido ser más significativa.-

Inclinó la cabeza para besarla otra vez y ella se opuso con todas sus fuerzas, sorprendido por su brusco movimiento, Jimin la soltó.

Jeongyeon fue hasta la puerta y allí se aferró al quicio para controlar el impulso de salir intempestivamente del apartamento. Hacerlo sería como admitir que le tenía miedo, y no se lo tenía, y aunque así fuera, nunca permitiría que él lo descubriera. Pero no le temía, se juró a si misma. No le temía lo mas mínimo.

La respiración de Jimin era todavía más agitada de lo normal mientras la miraba.

-¿Qué te pasa? ¿Por qué huyes de esa manera? -preguntó con tono frustrado-. ¿Te dolería mucho admitir que te ha gustado mi beso?

-No tengo la menor intención de convertirme en otra más de tu lista, Park.

Jimin alzó los ojos al cielo.

-¡Por amor de Dios, Jeongyeon ¿Eso es lo que crees que está sucediendo aquí?

-No sé ni me importa lo que está sucediendo aquí -dijo ella con voz severa, pero apacible-. Te he visto tontear con todas las mujeres de P&D y no voy a darte el gusto de completar tu colección de conquistas.-

Jimin optó por emitir un suspiro y sonreír

-Al menos eres constante -comentó por fin-. La primera vez que te besé, inventaste toda clase de excusas ridículas para huir de mí. Y ahora estás haciendo lo mismo.

Jeongyeon tardó un minuto en recobrarse del asombro que le causó saber que Jimin no había olvidado aquel beso furtivo de hacía cuatro años. Sintió la tentación de interpretar sus palabras como un elogio velado, pero no lo hizo.

•It Was Not A Plan• // pjm+yjyWhere stories live. Discover now