Capítulo 19

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Aferrando la tela de los pantalones cortos, JeongYeon olvidó por un instante su propia frustración y recorrió con la punta de los dedos la dureza que proclamaba el deseo masculino. Recorrió toda su extensión palpitante a través de la suave tela, disfrutando de la embriagadora sensación que le producía la conciencia de su propio poder sobre él. Jimin gruñó algo ininteligible y desató el nudo corredizo de la cinturilla. La cuerda se aflojó y ella metió la mano.

-¡Oh, Jeongyeon...! -exclamó él con voz ahogada, mientras se arqueaba contra su mano atrevida, ella respondió a la torturadora súplica bajándole los pantalones para arrojarlos luego al suelo.

Su cuerpo desnudo cayó sobre ella, su boca devoró su boca con voracidad y su mano se movió con dulce insistencia entre las piernas, hasta que Jeongyeon no fue otra cosa que hirviente sensación, húmeda receptividad.

Ella trató de tocar otra vez su palpitante virilidad, pero él esquivó el contacto.

- Jimin -susurró ella, olvidando las reglas del juego-. Te deseo...

-Sí -murmuró Jimin, deslizando la mano hasta sus muslos para abrirla por completo a su vigorosa arremetida.
Sucedió casi con demasiada rapidez, sus poderosas embestidas la llevaron a un súbito clímax. Tembló en los brazos de su amante cuando el éxtasis la invadió.

Durante largo rato después Jimin apenas se movió. Ella le abrazó con delicadeza, deslizando las manos por su espalda bañada en sudor mientras su cuerpo se relajaba lentamente y su respiración volvía a la normalidad.

Jeongyeon sentía un inmenso agradecimiento por lo que acababa de compartir con él.
Nunca había experimentado nada tan intenso en su vida. No podía entender lo que Jimin podía hacer con su cuerpo. Lo único que sabía era que iba más allá del simple deseo.
Le sintió agitarse y aflojó el abrazo. Jimin se incorporó para poder verla. Su sonrisa era enigmática, sus ojos lúcidos y luminosos. La besó con suavidad.

-Habíamos esperado mucho por esto, jeongyeon-murmuro con voz aterciopelada.

Era cierto, se dio cuenta de repente con azorada y súbita lucidez la joven. Habían esperado demasiado para aquello. Cuatro años. Cuatro años de deseo contenido, escondido detrás de una fachada de hostilidad e indiferencia. Cuatro años hasta que aquel primer beso alcanzara su culminación natural. Se habían ido preparando para aquel momento desde el día en que se habían conocido.

Jimin se puso de pie. Luego deslizó los brazos por debajo de los hombros y las rodillas de la joven y la cogió en brazos como si no pesara nada. Luego apagó la luz y, después de besarla en la frente, subió con ella en brazos las escaleras.
La dejó sobre el ancho lecho.

-¿Quieres que deje encendida una luz? -le preguntó. Tiró de su brazo para que se sentara junto a ella, le acarició el hombro con suavidad.

-Puedo sentirte mejor si no te veo -susurro, Jimin rió con suavidad
.
-¿Y cómo me sientes?

-Increíblemente bien.

-Hm -él suspiró complacido cuando ella dejó que sus dedos le exploraran a su gusto el torso-. Oh, Jeongyeon-posó una mano sobre su cadera y la atrajo hacia él-. ¿No te alegras de que los hombres y las mujeres no seamos iguales?

- Nunca he dicho que lo seamos -murmuró ella, deslizando la mano hacia la firme superficie de su estómago.

Jimin la instó a tumbarse y se inclinó para besarle los senos. Sus labios se cerraron alrededor de un pezón y lo acarició con avidez y luego le pasó la lengua por la rosada punta hinchada. Ella gimió.

-Doy gracias a Dios por eso -murmuró Jimin antes de cubrir el otro pezón con la boca.

-Ahora me toca a mí -jadeó Jeongyeon, escabulléndose.

•It Was Not A Plan• // pjm+yjyWhere stories live. Discover now