1. Remus Lupin

6.3K 350 78
                                    


—- o -


Personajes creados por J.K Rowling, aunque por supuesto yo los he adaptado a mi imaginación...


—- o -—


<< Esta historia nació en una parada de autobús, ayudándome a ignorar el frío y a matar el aburrimiento...

Después, cuando llegó el autobús, quise apartarla de mi mente, pero ella no quiso irse, y decidió seguir evolucionando en mi mente sin que yo pudiese evitarlo...

Al final, las musas ganaron a la pereza, y no me quedó más remedio que sentarme a escribirla...>>

- o -




05/07/1984

En una vieja y destartalada choza.

Remus John Lupin lo había perdido todo una noche hacía casi tres años.

Perdió a su familia, esa que había ido formando desde su primer día en Hogwarts, y perdió también las ganas de vivir. Y, también, de alguna manera, perdió su libertad.

Tras la tragedia, se instaló en una pequeña y ruinosa cabaña, aislándose así del mundo exterior.

Hoy, sentado en una silla de madera, que había conocido tiempos mejores, pensaba en la que había sido su familia desde los once años.

Con una sonrisa cariñosa en su rostro, pensaba en James, su hermano de alma, un cabeza hueca que había tardado mucho en madurar, ese niño de once años que se había acercado a él su primera noche en el castillo ofreciéndole su sonrisa y su amistad.
Seguramente, ese niño no fue consciente nunca del enorme valor de su gesto, y ahora ya no podría saberlo. Quizás, para él simplemente había sido un acto amistoso y desinteresado, pero para Remus había sido un salvavidas en medio del pánico que sentía al dejar por primera vez la seguridad de su casa.

James había sido un amigo que le había demostrado siempre su lealtad, incluso cuando descubrió su licantropía.

Remus sabía que el ojiavellana tenía algún que otro defecto. Había sido un mimado arrogante en sus primeros años en Hogwarts. Pero por suerte, el amor hacía su pelirroja lo hizo madurar drásticamente en su último año en el castillo.

Y esa pelirroja fue Lily, a quien él mismo había llegado a amar como a una hermana. Ella había sido su confidente y amiga, alguien con quien había podido hablar de todos sus miedos e inseguridades sin temor a ser juzgado. Se sentía orgulloso de que él, el más callado y tímido, fue el primero de los merodeadores en ganarse la amistad de la pelirroja.
Todas esas tardes estudiando juntos en la biblioteca, habían dado paso a una bonita y sincera amistad.

Las heridas de la guerraWhere stories live. Discover now