Capítulo 6

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N/A antes de empezar os aviso que añado un personaje nuevo :D.
Noah Jupe as Jack MacKenzie.

Cole había salido para ayudar en la obra igualmente de que no pudiera hacer mucha cosa con la muñeca rota

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Cole había salido para ayudar en la obra igualmente de que no pudiera hacer mucha cosa con la muñeca rota. Gabriella en cambio se había quedado en su casa para ayudar un poco a su madre con sus hermanos menores.
La pelirroja se llevaba bien con todos sus hermanos, pero siempre le había tenido un cariño especial a su hermano menor Jack. Jack MacKenzie era un niño bueno, no se comportaba mal y intentaba dar los mínimos problemas que pudiera dar, y digo mínimos porque el pequeño Jack podía parecer el chico pequeño mas lindo que algún día podrían ver en Avonlea, pero lo que era la cruz de su existencia es de que era sordomudo. Desde que nació no podía escuchar nada, y por culpa de eso no sabía hablar mucho. Su madre incluso se replanteó sacrificarlo o llevarlo a un orfanato, pero para su suerte el padre de los MacKenzie, Gabriella y Cole no lo permitieron. El se sentiría muy solo si no fuera por su hermana mayor, que era la única que se había tomado las "molestias" de aprender el lenguaje de signos para comunicarse con Jack. El pequeño Jack, a sus 10 años ya sabía leer, escribir y podía comunicarse con los demás escribiendo y leyendo los labios y con su hermana pelirroja podía comunicarse en lenguaje de signos. Jack era sin duda el hermano menor que más ayudaba a Gabriella, aunque su deseo oculto era también ir a la escuela. No le gustaba estar en casa con una madre que no cuidaba de él y un padrastro que lo único que sabía hacer era burlarse de él.
El pequeño de los MacKenzie estaba sentado en una silla alrededor de la mesa principal. Movía sus pequeños pies mientras comía una tostada que su hermana le había preparado. La mencionada, estaba preparándose para ir a ayudar en la obra dentro de poco. Jack no quería quedarse solo así que se levanto de la silla y le estiro de la manga del vestido de Gabriella para que le prestara atención. El empezó a hablar en lenguaje de signos, moviendo sus manos para comunicarse, obviamente:
- ¿Puedo ir contigo a ayudarte en la obra?
Pregunto el.
- ¿Quieres venir a ayudarme? ¿Porque?
Esta vez la que hablo por lenguaje de signos fue Gabriella, extrañada de que su hermano menor quisiera salir de casa, nunca quería salir porque se avergonzaba de ser el único chico de Avonlea que era sordomudo.
- Aquí me aburro mucho. Además me apetece ir a ver lo que hace mi hermana.
- ¿Estas seguro Jack?
- Muy seguro.
Gabriella suspiro. No sabía si sería buena idea, aunque no podía desaprovechar la oportunidad de que por fin su hermano quería salir de casa. Así que sonriéndole tiernamente se puso de rodillas para estar a su altura y volvió a comunicarse con el:
- ¿Me harás caso en todo lo que te diga y no te separarás de mi?
- Si.
- ¿Lo juras?
- Lo juro.
- Entonces puedes venir.
Al pequeño se le iluminaron los ojos y sonrió ampliamente. Gabriella le sonrió de vuelta y le agarró la mano para irse de ahí y ir al teatro. Ambos iban de la mano y estaban nerviosos. Una porque no quería que juzgaran a su hermano y el otro porque no quería ser el bicho raro de toda Avonlea. Cuando por fin llegaron, Jack le agarró la mano fuertemente a su hermana por los nervios. Por un momento quiso dar media vuelta y volver corriendo a su casa, pero suspiro y pensó que el no era un cobarde. La pelirroja miro a su hermano y el mencionado siguió caminando para entrar al teatro aún con la mano derecha entrelazada con la mano izquierda de su hermana. Entraron y miradas curiosas estaban posadas sobre ellos. Los adultos porque nunca habían visto a Gabriella y Jack y las miradas jóvenes nunca habían visto a Jack ni oír de el. El primero en acercarse fue Gilbert Blythe, que sonrió al ver a esa pelirroja.
- Hola, ángel.
- Hola, Blythe.
- ¿Quien es el niño que llevas?
Pregunto Gilbert esta vez mirando a Jack, que asustado se puso detrás de su hermana para esconderse y abrazarla por la cintura.
- El es Jack, mi hermano pequeño.
Contesto Gabriella mirando a su hermano. Y sorprendiendo al chico moreno le dijo por lenguaje de signos a Jack:
- Extiéndele la mano. Preséntate, no te hará daño.
El pequeño asintió con la cabeza y le extendió su mano a Blythe, que con una sonrisa pero aún con el asombro encima le estrechó la mano.
- ¿Es...?
- ¿Sordomudo? -pregunto la pelirroja interrumpiendo a Gilbert- Si. Es así desde que nació.
- Vaya, lo siento. No debí preguntar...
- Tranquilo, no pasa nada. Hoy es un buen día, es el primer día que se atreve a salir de casa.
- ¡Gilbert! -interrumpió la conversación Rachel Lynde- ¡Ven a ayudarnos por favor!
- Tengo que ir a ayudar. Un gusto pasar el tiempo con vosotros.
Se despidió Gilbert para que acto seguido le diera un tierno beso en la mejilla a la pelirroja dejándole sorprendida. Cuando se fue, Jack miro a su hermana y pregunto:
- ¿Es tu novio?
- No.
Contesto rápidamente Gabriella con sus mejillas sonrojadas.

La gente sin ningún descaro miraban al pequeño Jack, ya que al ver a Gabriella hablando con el en lenguaje de signos ya habían atado cabos de que en la familia MacKenzie había el primer sordomudo que existía en Avonlea. El pequeño estaba sentado en el suelo mirando a los demás trabajar para la obra y mirar a su hermana mayor pintar como podía el escenario del teatro. No pintaba tan bien como su otro hermano mayor, pero tampoco se le daba mal. Las niñas pequeñas miraban a Jack también sin descaro, pero ellas tan solo comentaban lo lindo que era. Nunca habían visto un chico de su edad tan apuesto y eso las cito a todas a cotillear sobre el, a pesar de su corta edad. La pequeña de los Barry, Minnie May, estaba harta de los cotilleos y los villancicos así que se fue del escenario, pero para su mala suerte se cayó al suelo, haciéndose un poco de daño en su rodilla. Mientras se quejaba del dolor observo un poco por encima suyo una mano que se extendía para ayudarla. Ella miro hacia arriba para ver quien era la persona que le ayudaba y grata fue su sorpresa de que fuera ese chico nuevo que no había visto nunca. Sin decir nada, la niña aceptó el amable gesto y con ayuda de Jack logro levantarse de nuevo.
- Hola.
Le saludo ella con una sonrisa. Jack tan solo le sonrió de vuelta y le dijo hola con un gesto que hizo con su mano.
- ¿Como te llamas?
Jack podía leer sus labios y entender la pregunta, pero el no podía hablarle, no sabía.
- ¿No hablas mucho, verdad?
Pregunto la menor de los Barry, para tan solo recibir un gesto de negación de el niño.
- Bueno, yo me llamo Minnie May y tengo diez años, ¿y tu?
Jack solo pudo extender sus diez dedos de sus manos para darle entender a la niña su correspondida edad.
- ¡Anda! ¡Tenemos la misma edad! ¿Entonces porque no te he visto nunca por la escuela?
El menor ya se estaba cansando, así que le agarró de la muñeca a Minnie May y la arrastró hasta una mesa del teatro donde había papel y tinta para poder comunicarse. Jack empezó a escribir: No puedo hablar porque soy sordomudo y por esa misma razón no puedo ir a la escuela. Puedo entender porque se leer los labios, pero no puedo contestarte a todo hablando ya que no se. Por cierto, me llamo Jack MacKenzie.
La menor tardó un poco en leerlo todo, pero cuando lo logró miro al niño con una sonrisa.
- No importa, podemos ser amigos, ¿verdad?
Al pequeño le sorprendió esa respuesta de la rubia, pero asintió con una sonrisa sincera.
- Podrías ir al colegio, si sabes leer y escribir no hace falta nada más. Incluso podría luego yo explicarte algo que no hayas entendido del profesor. ¿Que te parece?
El niño escribió en la misma hoja de papel: Eso sería genial, pero tendría que convencer a mi madre primero, que dudo que me deje.
- Bueno, podrías intentarlo.
- ¡Minnie May es hora de irnos!
Le gritó la madre de la niña a su hija menor.
- Ya nos veremos Jack y espero que en clase.
Y sin decir nada más, la pequeña le dio un rápido beso en la mejilla al menor y salió corriendo hacia su madre. Jack tuvo la misma reacción de su hermana, se sorprendió y se quedó quieto donde estaba. Pero el se quedó minutos ahí, sin saber que hacer. Hasta que su hermana mayor llegó hacia el con una sonrisa y le dijo con el lenguaje que debían de emplear ellos dos para comunicarse bien:
- Los Cuthbert nos han invitado a ti, a mi y a Cole en su noche buena. ¿Quieres venir?
Jack asintió con la cabeza entusiasmado. ¡Por fin podían celebrar la navidad como es debido!





Se que este capítulo tal vez os parece una mierda pero a mi Jack MacKenzie me da ternura ay :3. ¿Que pensáis? ¡Voten y comenten!

Ángel [Gilbert Blythe]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora