Capítulo 8

8.3K 719 124
                                    

Hoy era la noche de la obra y Gabriella no interpretaba ningún papel, no porque no se lo hayan ofrecido, sino porque le advirtió a Rachel que tenía pánico escénico. Ella ayudaba a Bash y Gilbert a organizar la obra y subir y bajar el telón. Sus dos hermanos estaban ya sentados esperando a que empezara la obra. Jack MacKenzie se encontraba mirando sus pequeños pies y moviéndolos de arriba a bajo mientras estaba sentado en una silla. Los Barry entraron en la sala y Minnie May al ver a su nuevo amigo sin hacer caso a las réplicas de su madre fue corriendo hacia el menor de los MacKenzie y para la sorpresa del muchacho recibió un gran abrazo de la menor.
- ¡Jack! -exclamo la rubia cuando se separo del menor- No pensé que ibas a venir... Me alegro de verte.
El menor le sonrió ampliamente y señalándose a sí mismo y asintiendo con la cabeza le dio a entender que el también se alegraba de verla.
- Ven. -le ordenó la menor al chico cogiéndole de la mano inocentemente- Vamos a sentarnos a algún sitio. Ya no soporto a mis padres.
El pequeño asintió y se sentaron ambos niños en unos asientos libres que habían, sin importarles los murmullos y las miradas negativas de los adultos. Al fin y al cabo, a los niños les daba igual los prejuicios.

Gabriella estaba entre bastidores ayudando a sus compañeros para la obra de teatro, que si los disfraces, que si la decoración, que si esto, que si lo otro... Pero entonces, un grito la hizo desentender sus obligaciones.
- ¡Gabriella! -exclamó el padrastro de la chica al entrar al teatro- ¡Pequeña zorra! ¿Donde estás?
La pelirroja sentía que se iba a morir de la vergüenza y bajo del escenario para posicionarse enfrente de su padrastro. Ahora, cerca de el, podia detectar que el novio de su madre apestaba a alcohol, estaba borracho.
- Aquí estoy. -contestó la chica para que el dejara de gritar- ¿Que quieres?
- ¿Porque no estás en casa?
- Ya te lo dije, iba a estar unas horas fuera para ayudar en la obra de la escuela.
Era mentira, en realidad no se lo había dicho. Pero los miércoles, Sed, que era el nombre del padrastro de los MacKenzie, siempre salía a algún sitio a beber alcohol y con la esperanza de que no apareciera antes de que Gabriella llegara a casa creía que no sería necesario dar explicaciones.
- Maldita mentirosa, vámonos de aquí.
Dijo para tomarla fuertemente de la muñeca, ignorando los comentarios de los presentes.
- ¡Ey! ¡Suéltela!
Exclamó por fin alguien que se atrevía a ayudar a la pobre pelirroja. Ella reconocía esa voz, claro que la reconocía. Gilbert Blythe siempre vivía al límite al parecer.
- ¿Me vas a decir tú lo que tengo que hacer niño?
Replico el mayor con un claro deje de asco en su tono de voz.
- Suéltela si no quiere hacer más el ridículo.
- El muchacho tiene razón señor. -esta vez habló el mayor de los Barry- Es mejor que se vaya, Gabriella volverá dentro de poco, se lo aseguro.
Sed miró a los demás, y a pesar de estar ebrio sabía que tenía que irse por su propio bien. Soltó a la pelirroja y se largó sin decir nada más. Gabriella solo se quedo clavada donde estaba durante unos segundos, con las mejillas rojas por la pena de haber hecho el ridículo, sentía que todo el mundo la miraba y que todo el mundo estaba hablando de ella, así que sin pensarlo también se fue del teatro. No fue muy lejos y se abrazó así misma para no tener frío. Se apoyó en la pared del edificio y frotó sus brazos para entrar en calor. Sacó un cigarrillo que le había robado a su madre y un paquete de cerillas. Lo encendió y le dio una gran calada con un intento de calmarse. Cerró los ojos imaginando que todo eso no había pasado.
- No sabía que fumabas.
La chica abrió los ojos para mirar quien le había hablado. Dio un suspiro, y después de darle una calada más y soltar el humo mientras el chico se ponía enfrente suyo, ella habló:
- Solo lo hago cuando me estreso demasiado... -siguió fumando mientras miraba a esos ojos marrones- ¿Que quieres Charlie?
- Solo quería ver cómo estabas. Y no soy el único, tus amigas y tu novio te esperan dentro.
- ¿Mi novio?
Pregunto la pelirroja con el ceño fruncido.
- Gilbert Blythe.
Dijo el castaño como si fuera obvio.
- Gilbert no es mi novio.
- Por lo que dicen en clase...
- No deberías creerte todo lo que escuchas Charlie, solo deberías creerte lo que ves.
Se instaló un silencio entre los dos adolescentes. Un silencio que fue interrumpido por el chico.
- Esta bien, lo que veo es que estás avergonzada por lo que acaba de pasar con tu... ¿padre?
- El no es mi padre, solo es uno de los muchos novios que ha tenido mi madre. -por alguna razón, ya sea porque estaba vulnerable o porque confiaba en ese castaño Gabriella siguió hablando- Mi padre murió en ese tiroteo de hace unos años, ¿lo recuerdas?
- Si, lo recuerdo...
- Bueno, desde ahí mi madre a ido teniendo varios novios y los a traído a casi todos a casa. Ahora este, que se llama Sed, no para de emborracharse. No es un buen tipo con mi madre, ni con mis hermanos, ni conmigo. Pero eso a ella no le importa una mierda.
El muchacho se quedó un poco impresionado. No solo por lo que le acababa de decir la pelirroja sino por como lo decía, así, tan simple, sin ataduras y encima con un cigarrillo en sus dedos. Ahora entendía lo que veía Gilbert en ella. No solo era guapa, sino que no era como las demás.
- Bueno, entonces tú madre es una estúpida, ¿no crees? Pero no es culpa tuya. Por lo que he podido observar eres una buena hermana, y muy buena persona. No lo digo solo por decir y toda esa... mierda.
Ambos soltaron una suave risa por la última palabra del chico. El, al ver que ella tenía frío se quitó la chaqueta y se la puso por encima de los hombros. La pecosa le agradeció el gesto sonriéndole.
- ¿Me dejas probarlo?
- ¿El cigarro?
- Ajá. Quiero sentirme un hombre. -ella le miro divertida- O al menos intentar sentirme como un hombre.
Volvieron a reírse y ella le tendió el cigarrillo. El rizado lo tomó por los dedos y dubitativo le dio una calada. Tosió un poco, pero no le sabía desagradable al fin y al cabo.
- Eres tan mono.
Dijo la chica con ternura, porque si, Charlie Sloane daba ternura y más cuando sabía que hacía todo eso para animarla.
- Ahora podremos ser compis de tabaco.
- No parece mala idea.
Otra risita por parte de los dos y luego el le froto los brazos para asegurarse que la pelirroja no tenía frío. La chica sin poder soportarlo mas le abrazo, le agradecía muchísimo lo que estaba haciendo por ella. Justo en ese momento Gilbert apareció en escena. Al verles no pudo evitar hacer una mueca, ¿en que momento se habían hecho tan amigos?
- Tenemos que ir a encargarnos de la obra.
Dijo para que esos dos se separaran, logrando su objetivo.
- Si, vamos.
El otro chico ya decidió entrar al teatro, no sin antes sonreírle por una última vez a la pecosa. Ella le imitó y fue detrás de él después de unos pocos segundos, pero antes de eso Blythe le cogió del brazo.
- ¿Estas bien, ángel?
- Claro, tranquilo.
La pelirroja se soltó suave del agarre del otro y se fue con Charlie de nuevo. ¿Que demonios pasaba ahora entre esos dos? Negó con la cabeza y fue otra vez con su amigo Bash.
La obra terminó cuando Mathew Cuthbert dijo la única frase que tenía que decir disfrazado de búho. Sin duda, esa noche no pasaría desapercibida.







siento esta mierda de capítulo pero :). ¿se viene drama? se viene drama. ¿que opináis de Gilbert y Gabriella? ¿y de Charlie y Gabriella? jojo
bue y ya de paso de Jack y de Minnie May, voten y comenten :D

Ángel [Gilbert Blythe]Where stories live. Discover now