Capítulo 7

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Gabriella seguía ayudando en la obra, aunque se tenía que ir dentro de poco para arreglar a su hermano menor y arreglarse ella para la cena con los Cuthbert. Sabía que no le daría tiempo de acabar así que observo a su alrededor y diviso a un chico de cabello rizado que le podría ayudar.
- Charlie Sloane.
- Gabriella MacKenzie.
Se saludaron ambos adolescentes con una sonrisa, aunque la de ella era una sonrisa angelical.
- Sea lo que sea, no.
Negó el ya que se olía las intenciones de la chica.
- Por favor, Charlie, ¿puedes acabar de dibujar ese pájaro de ahí?
Señalo la pelirroja al techo del escenario a un pájaro que le faltaba tan sólo dibujarlo de azul.
- ¿Y porque debería de hacerlo?
- Porque eres mi amigo y porque así luego yo te debo un favor. ¿Que me dices? Anda venga di que si. Por favoooor.
Suplico la chica con un puchero en los labios. El rizado suspiro y asintió con la cabeza.
- Está bieeeen.
- Gracias, gracias, gracias. Te debo una.
- Ya te digo yo que me debes una.
- No seas tan gruñon.
Bromeó Gabriella para que antes de que Charlie protestara le diera un sonoro beso en la mejilla al chico. El se quedó sonriendo como idiota y ella riéndose se despidió con un:
- ¡Hasta luego Charlie Sloane!

Los Cuthbert, el chico Blythe y Bash estaban esperando en el salón de los primeros mencionados a los MacKenzie mientras tenían una charla animada.
- ¿Y cuando vendrán los MacKenzie?
Pregunto el señor de color.
- Ya deben de estar llegando. No me quiero entrometer, pero he escuchado rumores sobre esa familia... -empezó a decir Marilla Cuthbert- Nunca lo tuvieron fácil. Dicen que la hermana mayor, Gabriella siempre se ha encargado de todo y que el nuevo marido de su madre no es muy simpático que digamos... Además está este niño Jack que ni siquiera sabíamos que existía, que es sordomudo.
- ¿El nuevo marido de su madre? ¿Donde está su padre?
Pregunto Bash.
- Murió en un tiroteo en la ciudad hace cosa de dos años... Gabriella estaba ahí cuando paso.
Respondió Mathew que se acordaba perfectamente de eso ya que el también estuvo presente en ese terrible suceso y tuvo que llevar el mismo a la mayor de los MacKenzie a la casa de la familia nombrada.
- Pues yo estoy deseando conocer a esa chica, he oído hablar mucho de ella.
Comentó otra vez el de piel oscura para luego mirar a Gilbert con una sonrisa traviesa. El muchacho negó sonriendo y justo escucharon el timbre de la casa sonar. Marilla suspiro y se levanto a abrir la puerta, encontrándose con el sordomudo, el artista y la bella pelirroja.
- Buenas tardes señora Cuthbert, le agradezco muchísimo que nos haya invitado a mi y a mis dos hermanos para estar presentes en estas fechas.
Hablo la chica para brindarle una dulce sonrisa a la anciana.
- Oh, no ha sido nada. Pasar, por favor y darle vuestros abrigos a Mathew.
Los tres hermanos pasaron. El menor estaba escondido detrás de la cintura de la pelirroja agarrándola del vestido por el miedo y los nervios. Cole le dio su abrigo a Mathew y Gabriella hizo lo mismo para luego agacharse y quitarle su abrigo al pequeño. Cuando acabaron de desarroparse fueron al salón. Gilbert Blythe sonrió ampliamente cuando vio a la pelirroja con ese vestido blanco. Realmente parecía un ángel. Al contrario de la demás gente, ninguno de los hermano MacKenzie se sorprendió al ver a Bash con su piel oscura, a ellos directamente les daba igual el color de piel de las otras personas.
- Buenas, ¿tú debes de ser Sebastian, verdad?
Pregunto Gabriella al mencionado.
- Efectivamente, ese soy yo. Tú debes de ser Gabriella. Gilbert me ha hablado mucho sobre ti.
El muchacho le pego un codazo a su amigo provocando una risita de la chica. Cole y Anne se saludaron muy alegres ya que eran muy buenos amigos, mientras que Jack seguía escondido detrás de su hermana.
- ¿Y quien es ese pequeño que está detrás tuyo?
Pregunto Sebastian con una sonrisa dirigida al menor, pero esto sólo logró que Jack se aferrara a su hermana mayor como si de una pulga se tratara.
- Este es Jack, mi hermano pequeño. Lo siento, es que es muy tímido.
- No pasa nada.
La pelirroja miro a su hermano y empezó a hablarle en lenguaje de signos:
- Venga Jack, al menos saluda. No seas maleducado.
- No quiero. Me da miedo.
- No le tienes que tener miedo, no te van a hacer daño ni decir nada malo, ¿vale? Yo me aseguraré de ello.
El pequeño asintió mientras ambos hermanos tenias todas las miradas puestas en ellos ya que la mayoría nunca habían visto a dos personas hablando en ese lenguaje. Jack se separó un poco de su hermana y saludo a los demás moviendo su manita.
- Bien, ¿quien tiene hambre?
Pregunto la mayor de los Cuthbert a los demás.

La cena estuvo entretenida. Jack no paraba de comer ya que nunca había tenido tanta comida sobre una mesa y mas en esas fechas. Los adultos le miraban con ternura mientras hablaban de los viajes de Bash y Gilbert y de la obra que estaban organizando los adolescentes. Cuando acabaron la charla todos se desearon feliz navidad con un brindis. Los invitados salieron de la casa para ir hacia sus respectivos hogares. Cole estaba llevando en brazos a Jack ya estaba dormido mientras hablaba con Bash así que Gilbert aprovecho ese momento para sacarse una pequeña caja del bolsillo de la chaqueta y agarrar suavemente de la muñeca a la pelirroja.
- ¿Que pasa Blythe?
Pregunto Gabriella.
- Esto es para ti.
Le dijo el chico entregándole el pequeño regalo, dejando sorprendida a la chica.
- Yo... yo no te he comprado nada.
Balbuceo ella apenada.
- Tranquila, no hacía falta. Puedes abrir ahora el regalo si quieres.
La pelirroja asintió y desenvolvió el regalo abriendo la boca maravillada. Era tan solo un collar simple de plata, pero para ella era suficiente. Jamás le habían hecho un regalo ni se habían molestado en hacérselo. También observo una pequeña nota detrás del collar, donde pudo leer que ponía; Feliz Navidad, ángel.
- No se que decir Gilbert.... Muchas gracias. ¿Pu-puedes ponérmelo? El collar, digo.
Blythe asintió con la cabeza y Gabriella se puso de espaldas a el, apartándose el pelo de su cuello. El chico le puso el collar y se lo abrochó suavemente. Cuando acabo ella se giró y sonriéndole con dulzura le dio un beso en la mejilla al muchacho.
- ¡Venga Gabriella hay que irnos!
Grito Cole para que su hermana les alcanzara y así poder irse a dormir de una vez.
- Feliz navidad, Blythe.
- Feliz navidad ángel.



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Ángel [Gilbert Blythe]Where stories live. Discover now