Jeon Wick (Kookmin)

O9

Pasado:
Primera cita

Pov Jimin

No se que era más triste. Que me congelara a causa del maldito frío o que mi cita no llegara.
Ni siquiera sabía si en verdad aquel chico me había invitado a salir, o solo fue para burlarse de mi. Aparte, ¿Quien acepta la invitación de alguien desconocido?

Solo tú Park Jimin

Golpee mi frente con la palma de mi mano, tal vez todo esto de haber venido había sido estupido, ese tal Jungkook era demasiado atractivo como para fijarse en alguien como yo.
Estaba decidido a irme hasta que alguien toma uno de mis hombros

-¿Jimin?-pregunta esa dulce voz

-¡Oh! Jungkook-dije asombrado-Estas aquí

-¿Creíste que no vendría?-sonrió irónico

-Bueno pues...algo así

-¿Quien podría desaprovechar una oportunidad cómo está?-habló coqueto sin ningún tono de preocupación-¿Vamos?-preguntó entusiasmo. Asentí

El camino fue bastante ameno, nada incómodo, parecía como si nos hubiéramos conocido desde mucho antes. Tenía miedo, pues nunca pensé que fuera abrirme así de rápido con alguien

-¿Como fue que terminaste derramando todo tu café sobre mi polera?-habló burlón

-Iba tarde hacia el trabajo-Me avergoncé al recordar ese momento-De nuevo lo siento

-No es nada-me miro-Creo que gracias a eso estamos aquí

Demonios, este chico es realmente perfecto, sus facciones eran tan finas que podrías contemplarlas todo el día.

-¿A donde me llevas?-preguntó sacándome de mis pensamientos

-Por un café-conteste con simpleza-¿Está bien?-pregunte preocupado pues no había pedido su opinión

-Claro que si Jiminnie-rio

Jiminnie.

Mi corazón latía como desesperado, estaba muy nervioso, todo era demasiado bueno para ser verdad, tal vez estaba soñando, posiblemente este muerto. Incluso su voz era tan relajante y llamativa

-Cafetería A.R.M.Y-leyó en voz alta una vez que llegamos al lugar

-Bienvenido a mi rutina de todos los días

Quería invitar a Jungkook a mi trabajo para que pidiera lo que quisiera, gratis.

-¿Trabajarás?-de pronto se escuchó molesto

-Nop, hoy toca mi descanso-Mentí

Relativamente le pedí a mi jefa que me diera el día libre, obviamente me pidió explicaciones, así que tuve que decirle la verdad, su reacción fue todo lo opuesto a lo que pensé.

La suerte estaba de mi lado.

Nos adentramos al lugar y nos sentamos en una de las mesas, esperando a que alguien nos atendiera, era extraño, pero era lo mejor que podía hacer por el.