Extra.

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-¿Crees que sea una buena idea?-preguntó con nerviosismo.

-No lo sabrás si no lo intentas.-le ánimo el de cabellera rojiza.

-Pero es que, ellos...yo...nunca.-tartamudeaba.

-Amor, son tus padres.

La pareja estaba dentro de su automóvil a unas cuantas calles de la casa del mayor a la mitad de la noche. Jimin había decidido visitar a sus progenitores, hablar con ellos, hacer las pases y probablemente dedicarles un adiós para siempre. Pero ahí se encontraba, debatiendo con el pelirrojo ya que al parecer se había arrepentido de su propia idea.

-Van a reaccionar de mala forma, yo lo se.-cerro sus ojos de tan solo imaginarlo.-

-Jimin.-El mencionado giro a verle.-Contando desde que te fuiste de casa mas los de ahora, han pasado ya tres años y uno desde que creen que haz muerto.-habló calmado.-No prometo que se lo vayan a tomar bien cuando te vean, porque no lo harán, pero si algo se, es que deben de haber cambiado.

-¿Como puedes estar tan seguro?-le miro angustiado.-

-Eres su hijo.-concluyó.-Puede que cometieron mucho errores y creas lo contrario, pero el amor que sienten por ti y el cariño que tú les tienes jamás desaparecerá.

Park jamas sintió rencor hacia sus padres, se sentía más bien decepcionando de ellos. Al principio pensó que era su culpa por ser "diferente", pero, con el tiempo pudo darse cuenta que las personas retrógradas y de mente cerrada solo arruinaban la vida de los demás. Sus padres no fueron la excepción.

Sin embargo, cuando recibieron la notica de que su hijo había fallecido en aquella supuesta explosión, su mundo se vino abajo. Y Jimin fue testigo de ello.

-Tenemos que entrar antes de que lleguen.-le recordó Jungkook.-

-Demonios.-masculló-Lo se, lose.-movió sus mechones de cabello con desespero.-

-Estaré contigo.-acaricio la mejilla con sus yemas

Ambos se miraron por unos segundos antes de que el peli-negro por fin asintiera. Abrieron sus puertas y cruzaron las calle con sus manos tomadas, pasaron por unas cuantas casas hasta que se detuvieron frente a la del mayor. Jimin dio un fuerte suspiro notorio, y del bolsillo de su abrigo sacó las llaves de la puerta para quitar el seguro, mientras tanto Jungkook le ayudaba a tranquilizarse pues las manitas de contrario estaban temblando. Cuando por fin giro la perilla, se adentraron donde alguna vez fue su hogar.

Estaba igual a como lo recordaba. Todo se encontraba en el mismo sitio desde que se fue, pero lo que más le sorprendió fue cuando llegó hasta su habitación. Se imagino qué tal vez sus padres habían botado todo de él, pero, fue todo lo contrario. Incluso sus pósters aún seguían pegados.

-No puedo creer que tengas una foto de Zac Efron y no una mía.-dijo el pelirrojo indignado mirando el pedazo de papel sobre la puerta

Es cierto, Jungkook jamás había visitado su casa desde que fueron novios. Ni siquiera el menor estuvo presente la vez que tuvieron esa fuerte discusión. Que en parte Jeon lo hubiera deseado, pues quería haber podido estar ahí para defenderlo de los insultos y golpes de su padre. Pero el peli-negro había insistido tanto en enfrentarlos solo que no se imaginó como resultaría. Es por eso que en está ocasión ni se tomó el tiempo de preguntarle.

Probablemente pensaran que su hijo revivió de su tumba y se van a volver locos.

-Bienvenido a mi habitación.-Dijo Jimin burlón.

Jeon Wick (Kookmin)Where stories live. Discover now