Extra 2.

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Las balas atravesaban justo en las marcas que estaba puestas en un tronco del árbol, el sonido que se provocaba al apretar el gatillo se perdía por la inmensidad del bosque pero eso no significaba que no se podía escuchar claramente el fuerte estruendo que hacía retumbar en sus oídos. Los disparos eran continuos, no había pausas ni movimientos a excepción de cuando su torso giraba hacia la dirección donde tenía que apuntar, su corazón agitado, pero su cuerpo firme y su mente en blanco, aunque consciente de lo que tenia que lograr. Se detuvo hasta que su cartucho quedó completamente vacío, para después volver a cargarlo mientras soltaba todo el aire que estaba conteniendo en sus pulmones.

-Aun te falla controlar tu respiración, cielo.-le recalcó el de cabellera rojiza.-

-Lo se, es solo que es muy difícil.-contestó cabizbajo.-Lo hago sin darme cuenta.

El de mayor estatura, rodeó la cintura del peli-negro y con ternura descanso su cabeza sobre el hombro del contrario, mientras este se encargaba de entrelazar sus manos y suspirar cansino.

-Lo hiciste bien.-acarició los mechones negros.-Has mejorado bastante Jimin

-¿Tu crees?-le miro con ojos brillantes

-Absolutamente.-le regaló un sonrisa.

Y no mentía, Park había fallado pocas veces, pero a la mayoría le había dado justo en el blanco. Recuerda las primeras prácticas con el arma, a pesar de que en un principio tenía cierta agilidad con ella, no pudo tan si quiera dar varios tiros seguidos y en el lugar indicado. Al parecer se había confiado de sus habilidades.

Pero ahora, era todo lo contrario.

-Hemos terminando por hoy, ¿No es así?-preguntó el más bajo con cierta esperanza

-No.-contestó.-Todavía te falta un pequeño detalle.-su voz paso de ser a una muy dulce a una demasiado ronca.

Jimin con un poco de confusión reflejada en su rostro, quiso girar para quedar frente al menor y reclamarle que moría hambre y quería irse a casa. Pero simplemente el pelirrojo lo tenía apresado de una manera fuerte evitando que se moviese.

-¿Kookie?.-cuestionó la actitud de su novio.

Sin embargo no obtuvo respuesta y por más que quisiera encarar a Jeon, no podía ya que el agarre era tan brusco y no en un buen sentido.

-Jungkook.-habló con molestia.-¿Que demonios haces? Suéltame.

El nombrado gruñó.

-Jeon, pero que—

No pudo terminar su oración debido a que algo filoso y metálico aterrizó sobre su cuello. Soltó la pistola que tenía en sus manos gracias al susto mientras quedaba totalmente estático y asustadizo. La punta del cuchillo amenazaba con encajarse sobre la piel lechosa de Jimin en cualquier momento.

-Jungkook, no es gracioso.-soltó las palabras entrecortadas debido al temor.

Pero lo único que recibía era silencio por parte del contrario.

-Amor, hablo enseri—

-Defensa personal, Jimin.-le volvió a interrumpir.

-¿De verdad?-ahora había entendido porque el cambio tan repentino.-¿No podemos dejarlo para otro momento?

Jungkook había estado entrenado al mayor por un largo tiempo, quería que se volviese ágil y fuerte para cuando alguien lo agrediera, intentarán lastimarlo, o incluso raptarlo. Jeon sabía que no podía proteger siempre a Jimin y que debía cuidarse solo, así que por lo tanto decidió darle clases el mismo.

Jeon Wick (Kookmin)Where stories live. Discover now