Prefacio

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— ¿Está seguro de que quiere hacerlo? —preguntó el asustado Dranor, casi buscando ignorar el temblor de sus manos sobre el rifle que sostenía. Sus ojos repasaron el lugar—. No es...

— ¿Seguro?

Las palabras risueñas del joven resonaron por el pasillo vacío, casi envolviéndose en cada susurro que podía colarse a través de las paredes de piedra antigua.

—Eh...

—Debieron habernos advertido de esto hace mucho tiempo, pero ya es tarde.

Sin pensarlo un segundo más e ignorando cada mirada que le dedicaron, abrió las puertas fortificadas con barreras de energía Driagna. El frío pronto se enredó en cada respiración rodeando por completo el salón donde, de a poco, las luces fogosas y brillantes fueron encendiéndose. Los pasos resonaron y luego un incómodo silencio se hizo presente cuando cada guardia y soldado fijó sus ojos en el joven que traspasaba puerta tras puerta, incapaces de alejar también la vista del centro de aquel pequeño foso blanquecino donde ni los más miserables esclavos habían pasado años de tortura.

Rodeado por barrotes casi eléctricos y repletos de magia, un cristal único y resplandeciente forjado muchos años atrás por las mejores Driagnas y Dranors, se hallaba una de las celdas más protegidas del mundo de tinieblas.

Todos seguían atentos ante cada movimiento, sonido o siquiera respiro.

Los ojos del joven viajaron por el espacio, vagando, evaluando sin olvidarse por completo de que dentro de esa celda se hallaba una mujer, ahí, entre un catre y libros apilados, con la última canción de Taylor Swift resonando a un volumen considerable. Cadenas fortificadas por gemas y lazos de energía rodeaban su cuello, muñecas y piernas, señalándole como alguien muy... muy peligrosa, incluso para cualquier reflejo.

El metal resonó cuando cruzó las piernas, y claro, ella era consciente de los ojos que medían hasta el más corto suspiro, incluyendo aquellos que revelaran parte de su pecho gracias al camisón que apenas y cubría parte de su desnudez. Y ni hablar de los pesados y fastidiosos grilletes... Uh, eran un completo dolor, y llevaba... llevaba mucho tiempo con ellos.

Un eco moribundo quedó plasmado en el susurro del salón cuando todos fijaron su atención en ella, quien claramente gozaba de ser el centro de atención en ese instante.

Algunos mechones escurridizos cubrían su rostro, en tanto el libro reposaba sobre sus manos, los pies moviéndose al ritmo de la música, cada tanto sonreía y lamía sus labios, como una trampa mortal en la cual todo reflejo, Dranor o humano habría caído de no ser lo suficientemente inteligente para notar que podía caer en la boca de una peligrosa y antigua bestia.

Era un ser de oscuridad entre todas las luces que la iluminaban.

Los pasos se detuvieron justo en una esquina, donde se podía observar a la mujer con facilidad, pero aun así, ella no alzó la mirada. Por supuesto, sabía quién estaba ahí. Sin embargo, aquella sonrisa que aún vibraba en sus labios no se desvaneció, al contrario, creció con mayor fuerza. Oh, qué ser más vil y hermoso podía ser...

Mordió su labio inferior con sus dientes, sin cuidado alguno, dejando que esos ojos juguetones se unieran a la función hasta bajar el libro. Ambos permanecieron inertes, casi reconociéndose de nuevo, incapaces de soltar la mirada, sintiendo cada vibra de sus cuerpos unida, zumbando y replicando por la falta de contacto. Ardía inmensamente, y dolía estar separados aunque fuera por unos insípidos metros.

El joven solo sonrió, sabiendo que la cercanía de ella solo podía significar muerte y dolor. Pero eso no importaba con las barreras y el cristal separándolos, claro que no, porque la mujer dio pasos largos y lentos hasta llegar a él, tocó la silueta de su rostro como un lienzo delicado y... Antiguos... Hacía una semana que no le veía, y aun así seguía siendo hermoso.

La última vez que lo vio, tenía el pecho rasgado, sus ojos estaban cristalizados y la sangre que caía por su cabello se deslizaba por su mentón, gota tras gota contando una historia.

Era la imagen perfecta.

Era su imagen favorita.

Hizo un pequeño dibujo, trazando su rostro mientras él la observaba cautelosamente y, aunque había silencio, sus respiraciones se agitaron. Deseo y odio tan fáciles de detectar por un reflejo común que bien podía consumir ese aroma fuerte, dulce y adictivo.

Ella solo ladeó el rostro para verlo mejor al decir:

— ¿Viniste a salvarme?

La mujer encadenada no dejó de admirar, los ojos demasiado abiertos, y sus labios tornándose un color más carmín mientras los mordía al punto de casi sangrar.

— ¿Salvarte? —susurró, viendo cómo una cruel sonrisa crecía en los labios de la chica que una vez besó con fervor—. No. No puedo salvar a alguien que ya murió por dentro.

La risa de la mujer resonó por toda la caja, llamando la atención de todos los guardias, dio un par de giros para intensificar el acto, y aun así, los ojos del joven no se separaron de su cuerpo. Solo la observó, así que ella abrió su boca dejando un rastro de sangre en sus manos, aquellos labios ahora carmín dejando que el sabor metálico bañara su piel.

Cerró lentamente los ojos, como si se tratara de algo excitante y prohibido, y sin dejar de sonreír, pegó su mano ensangrentada al cristal, escribiendo las últimas palabras que el joven vería.

¿Era una advertencia?

¿Una declaración de amor?

No.

Era simplemente la bienvenida al infierno que había desatado.

Porque ella era un demonio que no había dudado jugar, quemarse, y que a pesar de que no pudo volar, no muy lejos, había logrado que él cayese con ella.


BIENVENIDOS CONSUMIDOS

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BIENVENIDOS CONSUMIDOS

No saben lo emocionada que estoy porque, deous, finalmente y después de mucho esfuerzo y espera, ha llegado esta belleza de libro. Ya vamos por el cuarto... ¿pueden creerlo? 

Una de las cosas que más me gusta de Detrás del reflejo, son las diversas personalidad que encontraremos, hay muchos personajes que seguro amarán, muchooooo salseo y escenas picantes, conoceremos más sobre las Driagnas y algunos personajes principales. Y bueno, claro, tendremos más misterio sobre la profecía y la trama principal. 

¿Personajes que les gustaría ver de nuevo? 

¿Caerán rápido o no? ¿En una escuela sobrenatural, caen por un Dranor o un reflejo? 

Nos veremos prontooooooooo, apenas termine de subir las actualizaciones de ESKLAVE que, pues, como el tercer libro, ya estoy acabando en un parpadeo. 

Les quiere, Nat. 

DETRÁS DEL REFLEJO [#4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora