Parte 9

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[Ethan]

Sophie y yo hemos entrado en una especie de rutina con la escuela, la cena, y algunos días de dormir fuera de casa cuando la tía Anna nos lo permite. Cada día que pasa, espero a que la alfombra sea quitada de debajo de mis pies, a que la mentira sea expuesta, pero no ha llegado todavía. El secreto sigue estando allí.

Me he convencido de que no debe ser tan importante el asunto, de lo contrario ella me lo habría dicho a estas alturas. He seguido adelante, para que Sophie pueda sentirse especial mientras esté conmigo. Trato de no preocuparme por las estúpidas cosas que pasan y me golpean de vez en cuando. Algunos días me resulta difícil estar al lado de mi madre, sabiendo que hay algo que ella sabe, pero de lo que nunca habla. El tipo de secreto que cambiará mi vida. Si es tan drástico, estoy seguro de que ciertamente me lo habría dicho.

Estoy en camino para recoger a Sophie con el coche de mi madre, para ir a recoger a Valerie en el aeropuerto. Sophie apenas puede contener la alegría pura de que todo empieza hoy. Sus planes para instalar a Pete, viajar a parís, visitar Harrods, viajes a todo y nada con lo que Valerie querría tener algo que ver.

Pete está nervioso. En serio no tengo ni idea cómo ella espera que haga toda esa lista de cosas en tan sólo una semana. Finalmente me quebré y le conté a él todo sobre el deseo de Sophie de verlos a los dos juntos, de los cuatro viviendo felices para siempre, como un cuento de hadas que ella leyó cuando era más pequeña. Ella literalmente se ilumina ante la sola idea de ello, y cuando habla de eso, no puedes dejar de preguntarte a ti mismo, si es posible.

Mi madre no ha mencionado la nota que dejé junto a la cama, así que no traigo a colación el hecho de que sé que ella me está ocultando algo. Enfadarme con ella antes de su cirugía no es algo que me sienta cómodo haciendo.
Quiero darle ese cuento de hadas más de lo que he querido nada en toda mi vida, pero con cada día que pasa, sé que su final feliz no va a hacerse realidad. Mi madre significa mucho para mí para verla caminar fuera de mi vida. Mi padre muriendo fue tan inesperado, que temo que si ella vuelve, nunca la veré de nuevo, al igual que con él. Ir a casa se está convirtiendo cada día más en una realidad. Me despierto por la noche, preso del pánico ante la idea de recibir otra llamada telefónica para averiguar que ella se ha ido, igual que mi padre.

Apenas tenemos que esperar a Valerie antes de que ella venga rebotando del aeropuerto de Heathrow, cubierta de pies a cabeza en azul. Lo único que destaca de sus pantalones vaqueros y camisa denim es un gran cinturón marrón enrollado alrededor de su torso. Tengo que contener la risa, pero Sophie lo nota, y me da una palmada en el brazo de todas formas.

―No digas nada ―advierte, pero deja escapar una pequeña sonrisa, que me deja saber que está pensando lo mismo.

Sophie salta del coche agitando las manos frenéticamente en el aire, mientras yo salgo a tomar la bolsa de Val. Ella me da un raro abrazo prolongado antes de tirar a Sophie en una profunda conversación acerca de un chico en la escuela. Todo el camino de regreso parlotean acerca de lo que Sophie se ha perdido en casa, los partidos, bailes, etc... Finalmente dejo de escucharlas, y enciendo la radio. Cualquier cosa para dejar de pensar en las cosas a las que Sophie ha renunciado para estar conmigo.

―Entonces, vamos a dejar tus maletas en casa de tía Anna, y luego vamos a ir donde Ethan y Peter. Si necesitas una siesta o cualquier cosa, simplemente dilo.

―¿Es una broma? Dormí en el avión. Estoy dispuesta a pasar un buen rato.―Pone su barbilla en mi cabecera, mientras conduzco.

Puedo sentir sus ojos clavados en la parte trasera de mi cabeza, y su caliente aliento.

―Así que, Ethan ¿sabes de algún caliente chico británico con quien me puedas conectar?

Mis ojos se encuentran su sonrisa a través del espejo retrovisor.

Please Don't GoWhere stories live. Discover now