Parte 22

125 7 0
                                    

[Sophie]

El olor de su aroma me golpea antes de que mis ojos siquiera se abran.

Mi cabeza late mientras me giro para acurrucarme contra la almohada. Respirando profundamente, inhalo la colonia familiar que sale de las sábanas, lo que me fuerza a espiar el otro lado de la cama. Mi mano toma la almohada para apretarla más bajo mi barbilla. El otro lado de la cama está vacío.

Incapaz de dormir, giro sobre mi espalda, masajeando mis sienes. Me siento como la mierda. La música fuerte saliendo del pasillo no ayuda a mi causa. Girando al otro lado, tomó la almohada para cubrir mis oídos, aunque apenas me ayuda a tapar el sonido. La música se siente como si golpeara directo en mis oídos Mis ojos comienzan a cerrarse, estoy a punto de irme, cuando de repente veo a Ethan.

Si mi cabeza no doliera tanto, probablemente me reiría. Está acostado en el piso con una almohada bajo su cabeza y una chaqueta sobre él para mantenerlo caliente. Su cuerpo está obstruyendo por completo la puerta para evitar que salga mientras duerme. Típico de Ethan.

Por varios momentos miro al piso, mirándolo dormir. Mis ojos pasan por sus anchos hombros, el hoyuelo en su barbilla y esa pequeña cicatriz sobre su ceja. Dios, cómo extraño esa cicatriz. No dejaré que llegue a mí, me repito en mi cabeza. No puedo pasar por esta pesadilla de nuevo. Cinco días más y estaré en casa, y libre de este dolor llamado Ethan Chapman. Debo pensar en la universidad. Eso al menos es algo en lo que enfocarse.

Me muevo a una posición semi-sentada, mirando alrededor en su alcoba. Está como la dejé meses atrás. Aunque sus cosas están de vuelta y desparramadas alrededor. Unas botellas de colonia en su armario, junto a un vaso de agua. Una malévola sonrisa cruza mi cara antes de acercarme al vestidor, levantando el vaso lleno.

Casi me siento culpable por lo que estoy por hacer, pero el pensamiento me abandona un segundo después cuando recuerdo que me lo ha hecho a mí antes. Mi muñeca gira, permitiendo que el agua lo moje, empapando instantáneamente su cara.

Ethan nunca se ha movido tan rápido.

―¿Qué demonios? ―grita antes de verme junto a él.

Sonrío antes de girar para tomar mis zapatos de la esquina de la habitación.

Me siento en el borde de la cama para ponérmelos. Mi cabeza late tanto que apenas puedo agacharme a atar mis cordones.

Él está parado, sin camisa, viéndose todo como un modelo, sin perder un instante.

―¿Estás despierta? ¿Cómo está la cabeza, Gerrard? ―Sus dedos golpean mi cabeza un poco más duro de lo que esperaba.

Le sonrío.

―Bien. ―Mis ojos se cierran por un segundo mientras masajeo mis sienes de nuevo.

Él ríe suavemente.

―Ahora, si fueras lista, hubieras sabido que el agua era para ayudarte, pero en cambio la tiraste.

―¡Podrías solo moverte! ―grito un poco fuerte.

Se para a un lado, mostrando con su brazo la salida. Abro la puerta y veo a

Peter en la cocina bailando al ritmo de los Sawdoctors, la canción N17 a un volumen extremadamente alto mientras hace el desayuno. Me ve un segundo después y baja el volumen lo suficiente como para que podamos hablar, pero demasiado alto para mi cabeza.

―Sophie, estás despierta, ¡genial! Hice un típico desayuno inglés. Bueno, no quedaban frijoles, así que salteé algunos hongos.

Mis ojos miran la mesa pequeña donde tres platos esperan llenos de huevos, tocino, tomates y hongos. Peter me indica que me siente, así que lo hago, pero el olor comienza a hacer que mi estómago se revuelva. Pete camina y deja una botella de cerveza frente a mí.

Please Don't GoOnde histórias criam vida. Descubra agora