Parte 19

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[Sophie]

Han pasado casi dos meses desde la última vez que vi a Ethan. He perdido peso debido a mi falta de apetito, lo cual es el indicio para volver locos a todos. Incluyendo a mi madre, quien viene a visitarme durante esas dos solitarias semanas. Ella y Austen vienen en Pascua para pasar tiempo conmigo y sus mejores amigos, pero secretamente pienso que tía Anna debe haberles rogado que vinieran a darme un vistazo.

Mi mamá me mira de cerca durante cada comida, no sólo para asegurarse que coma, sino que tampoco lo vomite. Todos están comenzando a creer que he desarrollado alguna clase de desorden alimenticio, incluso Peter está preocupado.

No tengo ningún desorden... bueno, uno mental tal vez.

La depresión no es para nada divertida. Perder a quien tan desesperadamente amo, me hace sentir como que no puedo comer ni respirar. Ni siquiera sé si está bien. Dios, espero que lo esté.

Estaba segura que mi último y definitivo mensaje diciéndole que habíamos terminado, ameritaría alguna llamada en respuesta, pero ninguna llegó. Y fue entonces que me di cuenta que jamás lo haría; para él, todo se había terminado en el momento en que salió del apartamento de Peter. Todo eso me hace cuestionarme cada pequeña cosa sobre el tiempo que pasamos juntos. ¿Fui sólo yo? No, él también estaba enamorado. ¿Cómo demonios podía hacerme esto a mí?

Parte de mí se siente como que ya he atravesado la mayoría de las etapas del rompimiento. Primero, me sentí vacía, luego sentí enojo y ahora he caído en algún punto del abandono. Había dejado de salir y ya no hago planes con nadie, ni siquiera con Peter. Mis días los paso en la escuela, y sólo la escuela, porque si no estudio lo suficientemente duro no me graduaré en junio con el resto de mi clase.

La escuela terminará en un par de semanas, y estaré de regreso en casa. Creo. Parte de mí quiere quedarse durante el verano para ver si él regresa a casa, pero mi lado sensible me dice que ya no me ama y que debería seguir adelante. Ni siquiera sé por qué creo que aún podría importarle. No espero que lo haga.

Durante la noche, cuando la casa está en silencio lloro bajito hasta dormirme, preguntándome qué podría haber hecho distinto. Preguntándome si él estará allí afuera. ¿Qué está haciendo? ¿Está con alguien nuevo? ¿Debería seguir adelante? ¿Puedo seguir adelante? Hasta que eventualmente las lágrimas se secan y el sueño me vence. Es la misma aburrida rutina cada noche.

Solamente hago una amiga en todo el tiempo que paso en Londres. Ella es una estudiante de intercambio, igual que yo, pero de Francia. Su nombre es Agathe.

Tiene que ser pronunciado como A-get. Hemos armado planes para hacer algo de turismo juntas, incluso en contra de mi mejor juicio; lo he hecho para guardar las apariencias. Tía Anna vigila cada movimiento mío, y le reporta a mi madre qué tal lo estoy haciendo. Así que acuerdo ir al Ojo de Londres y al Palacio de Buckingham, aunque ya los he visto cientos de veces. Agathe es una menuda morena con enormes ojos marrones que me recuerdan a un venado, y tiene la personalidad más efervescente desde que Val se fue. Lo cual honestamente, es bastante lindo.

Estamos sentadas en la parte más alta del Ojo de Londres, mirando hacia abajo a la gente en la calle. El Big Ben se encuentra hacia uno de nuestros lados, irguiéndose en toda su grandeza.

Siempre había amado ese enorme y viejo reloj.

―Entonces, ¿volverás a casa cuando termine la escuela? ―pregunta Agathe.

Me apoyo contra el cristal, dejando que mi frente se presione contra este para mirar el río.

―No, he decidido quedarme un poco más. ¿Tú?

Please Don't GoWhere stories live. Discover now