El lento deshielo

Chapter 5

Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no me pertenecen, son propiedad de J.K. Rowling. La historia tampoco me pertenece, esta pertenece a camnz y esta historia fue beteada por Ilwen Malfoy. Contiene nonconsensual.

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Por la mañana Hermione no sabía dónde se encontraba. Había pasado un largo tiempo desde que se despertó junto a alguien o incluso desde que había estado entre cálidas y suaves mantas. Escapó de la cama y se puso el vestido de muñeca. Draco despertó en el momento en ella salió de la cama.

Mientras se levantaba, él la detuvo.

—No puedes olvidar tu pulsera. —Le dijo— Los dos sabemos que no podemos confiar, ¿verdad?. —Sacó su varita y ajustó el brazalete alrededor de su muñeca. A Hermione no le gustaban sus toques y quería tirar de su brazo, pero se contuvo. Tenía que volver a donde estaba antes, donde nada le afectaba. Todavía no estaba allí, pero iba a tratar de volver durante el día.

—No puedo quitarme el vestido con el brazalete puesto— Respondió Hermione en voz baja.

—¿Y por qué es eso necesario? —le replicó—. Voy a quitarlo para ti cuando lo necesites.

—¿Qué pasa si no estás aquí?

—Entonces vas a tener que esperar.

Siempre puedo cortar el vestido si lo necesito, pensó Hermione desafiante. Ella comenzó a alejarse, debía comenzar a prepararse para el servicio de desayuno.

—Te quiero aquí cuando vuelva esta tarde. —La llamó.

—Tengo deberes. —dijo Hermione.

—Te diré cuáles son tus deberes... Eres mía, Sangre sucia, llevarás a cabo cualquier función que mi madre te diga, después eres enteramente mía. ¿Entendido? —Señaló, estaba empezando a enojarse.

—Sí —respondió ella en voz baja y se fue. Sólo podía irse y hacer lo que le decían, les permitiría resolver cualquier lucha de poder que hubiera entre los miembros del hogar. De todas formas no importaba. Estaba contenta de que su indiferencia comenzara a volver.

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Por la tarde, Hermione estaba limpiando las ventanas de la planta baja. Había logrado calmar su mente bastante bien. Lo que Draco le había hecho fue cruel, y fue una tonta por no haber sospechado que él estaba jugando con ella. No sería tan estúpida otra vez. El trabajo repetitivo estaba ayudando a poner sus pensamientos en orden.

Cuando estaba trabajando alrededor de la esquina de la casa, vio a un hombre en el jardín. Ella nunca había visto a nadie en el jardín antes. Los miembros de la casa, por lo que ella sabía, en realidad nunca se aventuraban hacia fuera. El hombre estaba de espaldas atendiendo a los arbustos. Tenía el cabello castaño y era bastante delgado. Algo le pareció familiar, pero no había nadie en la casa que se le pareciera. El hombre se volvió ligeramente mientras trabajaba. Neville.

Hermione corrió hacia la puerta más cercana y voló fuera. —¡Neville! —gritó mientras corría hacia él.

Neville la miró en estado de shock y casi fue arrollado por el contundente abrazo de oso de Hermione.

—Hermione. ¿Eres tú? —preguntó.

Hermione se colgó de él durante un largo tiempo. Sus emociones estaban todas alborotadas de nuevo después de que paso toda la mañana tratando de calmarse. Incluso estaba llorando otra vez.

—¿Cómo has estado? —finalmente le preguntó.

—Bueno. Atiendo jardines. Siempre fui bueno en Herbología en la escuela. Resulta que soy un buen jardinero también.