Chapter 17

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Disclaimer: Los personajes de Harry Potter son propiedad de J.K. Rowling. La historia es de camnz. Contiene nonconsensual.

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Draco consiguió desayunar algo antes de salir a eso de las diez. El funeral de Blaise se celebraría justo antes del almuerzo.

Poco después de que se hubiera ido, Hermione fue llamada por la señora Malfoy. Al llegar, le dio una caja y le dijo que la escondiera en algún lugar del desván. La señora Malfoy también estaba vestida para el funeral.

La caja contenía algunos recuerdos del colegio de Draco. Fotos y otros objetos que debían tener valor sentimental. Obviamente, la señora Malfoy quería esconder cualquier cosa que pudiera recordarle a Blaise. Era extraño ver las fotografías, llenas de Slytherin que lucían felices y arrogantes. Draco parecía arrogante, igual que ahora. Hacía años que no veía a ninguno de ellos, aparte de Draco.

Volvió a dejar las fotos en la caja y subió las escaleras, donde sabía que estaba el acceso al desván. Nunca había subido allí. La habitación tenía el techo bastante alto y era una extensión grande y fría llena de muebles viejos, tapices y todo tipo de objetos amontonados en todas las superficies. Algunos artículos parecían estarse descomponiendo allí mismo. La única luz, provenía de las pequeñas ventanas. Tuvo que buscar por un rato para encontrar un lugar adecuado para la caja. Encontró una estantería vacía que le serviría. Tuvo que escurrirse junto a una sucia cama apoyada en un lateral para llegar a la estantería.

Se apresuró a salir de allí lo más rápido que pudo antes de encontrarse con alguna criatura indeseable, ante la cual estaría perdida sin su varita. No estaba segura de apoyar la forma en que la señora Malfoy trataba el duelo, pero podía entenderla.

La casa permaneció en silencio durante unas horas. Hermione pasó la mayor parte del tiempo buscando a Neville, pero no lo encontró. Llevaba varios días ausente y empezaba a preocuparse.

Draco llegó a casa a las cuatro y se veía agotado. Desde luego, tenía un aspecto diferente al de las fotos del colegio que ella había visto aquella mañana. Se dirigió a su armario de whisky y se sentó en una de las sillas.

—¿Dónde está Neville? —preguntó Hermione.

—¿Qué? —cuestionó Draco con expresión de fastidio.

—¿Lo enviaste lejos otra vez? Hace días que no viene.

—No le he hecho nada —respondió Draco encendiendo un cigarrillo—. Tengo otros problemas de los que preocuparme como para estarle siguiendo la pista al jardinero.

—Siempre aparece cuando se supone que debe hacerlo. ¿Por qué no está aquí?

—¿Cómo voy a saberlo? —dijo Draco.

—¿Puedes preguntar? ¿Podrías averiguarlo y ver si está bien? —Hermione le suplicó.

Draco se encogió de hombros.

—Está bien. Preguntaré si eso significa tanto para ti.

Se sentaron en silencio durante un largo rato mientras Draco bebía y fumaba. Hermione no sintió la necesidad de romper el silencio. Draco vestía sus mejores ropas y no el uniforme de mortífago que llevaba normalmente.

—Tengo que bajar a cenar —mencionó después de un largo silencio—. Quédate aquí. Báñate mientras no estoy.

Después de ordenar parte del correo que se había acumulado en los últimos días, se fue a cenar. Hermione se fue a bañar. Todavía le daba las gracias al profesor Snape por haberle arreglado el vestido y así no tener que pasar toda la noche sentada en una toalla. Al cabo de unos minutos apareció una bandeja con comida, cosa que agradeció porque se había olvidado de comer mientras corría buscando a Neville.

El lento deshieloWhere stories live. Discover now