El lento deshielo

Chapter 7

Disclaimer: Los personajes de Harry Potter son propiedad de J.K. Rowling. La historia es de camnz. Contiene nonconsensual.

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Hermione encontró a Neville en el jardín al día siguiente. Se sentaron un rato a conversar y Hermione no pudo dejar de sonreír mientras estuvieron juntos. Neville seguía siendo tan amable y gentil, su tiempo de servidumbre no había hecho nada para cambiarlo. Tenía fe incuestionable en que todo el mundo acabaría entrando en razón, pero seguía sintiendo una profunda pena por lo que le había ocurrido. Ninguno de los dos quería hablar demasiado los que ya se había ido, era más fácil centrarse en las cosas buenas que aún existían, como las rosas de finales de otoño que aún aguantaban.

Neville se concentraba en su jardinería y Hermione comprendía perfectamente la atracción que sentía. La naturaleza era simple, sencilla y relajante. No exigía nada y lo daba todo.

Solo podía quedarse con Neville por un rato antes de que él se preocupara de que ella tuviera problemas si se ausentaba demasiado tiempo. Probablemente, lo haría, pero no le importaba. Igualmente, ella no quería ponerlo ansioso, así que ella volvió a la casa para reasumir sus deberes.

Otra vez había invitados a cenar. Hermione sirvió la sopa a toda la familia y a los invitados antes de dedicar su atención a servir el vino. Todos estaban bebiendo mucho esta noche.

—El Señor Tenebroso está furioso —dijo uno de los invitados—. Debería ir allí y castigarlos por su cobardía.

—Aunque es comprensible que no quieran distraerse con una guerra contra muggles cuando sus vecinos llevan cinco siglos buscando cualquier oportunidad para derrocarlos —Lucius comentó—. Esto proporcionaría la oportunidad perfecta para que toda la región implosionara.

—Someter a los muggles nos interesa a todos, deberían dejar a un lado sus mezquinas disputas por un bien mayor —mencionó la invitada—. Al final todos seremos recompensados. El Señor Tenebroso los recompensará.

—Tal vez sea difícil depositar su fe en alguien de tan lejos —reflexionó Lucius.

—Parece que tienes problemas de fe, Lucius.

—En absoluto, solo hago de abogado del diablo.

La cena se prolongó, con una larga diatriba de uno de los invitados sobre la total cobardía de las comunidades de magos del nuevo mundo por no apoyar la causa.

Draco estaba disfrutando de la conversación, sonrió cuando un invitado describió el lenguaje abusivo que utilizó al enfrentarse a algunos de los líderes magos alemanes y comentaba lo feas que eran sus mujeres. Toda la mesa estaba asombrada de que la comunidad mágica alemana se refiriera a un suceso muggle que había ocurrido sesenta años atrás como razón para no apoyar la causa.

Todos los invitados se marcharon a disfrutar del oporto, dejando a Hermione a cargo de la limpieza. Cuando la mesa estuvo limpia, volvió a la habitación de Draco para bañarse. Él la siguió para ayudarla a desvestirse y se quedó mirando desde la puerta mientras ella se metía en la bañera. Sorprendentemente no estaba borracho. Estaba mirando su cuerpo. Ella se rodeó el pecho con los brazos para cubrirse.

—No toleraré compartir tus afectos.

Hermione no estaba del todo segura sobre qué estaba hablando.

—Nunca tuviste mis afectos —desafió ella.

Esto provocó una pequeña sonrisa en él.

—A pesar de eso —dijo—. Te tengo y no voy a compartirte. Ni con el chico limpia piscina, ni con el lechero, ni con el jardinero.