El lento deshielo

Chapter 9

Disclaimer: Los personajes de Harry Potter son propiedad de J.K. Rowling. La historia es de camnz. Contiene nonconsensual.

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Hermione se despertó cuando la señora Malfoy y tres sanadores entraron en la habitación al amanecer. Se escabulló de la habitación mientras se ocupaban de Draco, revisando sus heridas. Draco protestaba por la intrusión, pero fue ignorado.

Los elfos seguían tristes, algunos continuaban llorando. Hermione les aseguró que Draco estaba bien y que prácticamente ya no tenía heridas. Gracias a las pociones curativas ni siquiera le quedarían cicatrices. Ella no entendía por qué les importaba, pero parecían haberse tomado muy mal el que lo lastimaran. El desayuno se adelantó para acomodar a los invitados sanadores, pero ni Lucius ni Draco asistieron. La señora Malfoy, siendo una anfitriona consumada, agasajó a los sanadores y al profesor Snape, que al parecer se había quedado a pasar la noche. Sin embargo, sus ojeras revelaban que no había dormido mucho.

Hermione dejó una bandeja con el desayuno para Draco en su habitación, pero él estaba profundamente dormido. Normalmente, no dormía tanto, pero su cuerpo había sufrido un traumatismo el día anterior, así que era de esperar que estuviera agotado. Las cortinas de la habitación estaban corridas, lo que no era habitual y debía de haberlo hecho su madre.

Al mediodía, Hermione vio a Neville en el jardín y fue por su abrigo. Empezaba a hacer frío fuera y lloviznaba ligeramente. Él le dio un fuerte abrazo cuando la vio, antes de que ella se uniera a él en el deshierbe.

—He oído que Draco se ha hecho daño —dijo Neville.

—Me sorprende que te hayas enterado —ella mencionó.

—Si yo me he enterado, entonces todo el mundo lo sabe. Creo que toda la comunidad de magos está ahora mucho más preocupada por esta guerra con los muggles.

—Nunca imaginé que perder a Draco Malfoy sería devastador para alguien, claro que con las obvias excepciones —dijo Hermione.

—Si él puede ser herido, siendo el más mimado de la próxima generación de sangre pura, entonces cualquiera puede salir lastimado.

—Pero es un mortífago, hay riesgos que vienen con el trabajo.

—Todos son mortífagos hoy en día —respondió Neville.

—Entonces, ¿consideras que esto será un golpe para su moral? —preguntó Hermione.

Neville asintió. Continuaron limpiando. Hermione oyó las campanadas que significaban que uno de los miembros de la familia la llamaba. Esta vez fue la señora Malfoy. Hermione quiso ignorarlo, pero no quería darles otra razón para echar a Neville. En lugar de eso se despidió y regresó a la casa. De todos modos, su abrigo era demasiado fino para quedarse fuera todo el día. Tal vez podría rescatar algo del material de la túnica arruinada de Draco para reforzar un poco el abrigo de Neville. El invierno se acercaba rápidamente, eso solo significaba que iba a hacer más frío.

Cuando entró en la casa, vio que la señora Malfoy tenía nuevos invitados. Tres mujeres hacían una visita para preguntar por Draco. Hermione tuvo que llevarles té y tuvo que volver a por más cuando aparecieron otras dos mujeres de sangre pura. Se dio cuenta por el mapa en la pared, de que tanto Lucius como el profesor Snape ya no estaban en la casa. Era casi la hora de almorzar, por lo que suponía que las mujeres, o al menos algunas de ellas, se quedarían a comer.

La tensión entre las mujeres era palpable. Todas estaban muy preocupadas porque uno de los jóvenes había resultado herido. Hermione se preguntó si les habría preocupado que mataran a todos sus seres queridos años atrás. Este bando también se merecía un poco de miseria. Ninguna de las mujeres podía entender cómo había sucedido aquello.