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Capítulo dedicado a @IsaM0612. Seguid votando y comentando para seguir publicando y dedicando.

(+18)

Probar sus labios fue algo diferente.

Podía saborear el ardor en cada movimiento que sus manos hacían en mi cuello, en un intento de acercarme más a él, y podía saborear la muerte en el frío de sus labios.

Sus movimientos eran lentos, pero hubo un momento en el que gruñó cuando le atraje hacia mí, deseando más, y el me alzó de golpe por la cintura, haciendo que yo enrollase mis brazos alrededor de sus cuello y mis piernas alrededor de su cintura.

Puso su mano en el bajo de mi espalda para aprisionarme más contra sus caderas, lo que me hizo gemir y echar la cabeza hacia atrás.

Le deje vía libre a mi cuello, cosa que pareció encantarle ya que mordió y lamió cada pequeño rincón de él.

-Párame, párame ahora porque sino... Más tarde no lo podré hacer... - rugió en mi oído.

Tenía la mismísima voz de un  diablo hablando en el oído, y joder... Se sentía malditamente bien.

-Sigue... - nuestras miradas chocaron y ahogué un jadeo al ver sus ojos completamente negros...-Sigue.

Y ésa fue mi firma en el contrato a mi ingreso en el infierno.

Estábamos bajando unas escaleras, creo que de camino al sótano, ya que no podía despegar mía labios de los suyos.

Escuche golpes. Estaban llamando a la puerta principal, pero ninguno de los dos hizo un intento de interrumpir lo que estaba sucediendo en ese momento.

Fui lanzada violentamente a la cama, lo que hizo salir de mí un grito. Me senté para quitarme la ropa y quedé en ropa interior bajo sus ojos hambrientos.

Se pasó la lengua por sus labios antes de quitarse la camiseta por arriba.

Yo estaba perdida en su torso, estaba jodidamente perdida en cómo sus músculos se movían con cada movimiento que hacía al respirar.

No me percaté de que se había quitado el pantalón, hasta que trepó a la cama para volver a traerme hacia su boca.

Me alejé en ese instante y puse una mano sobre su hermoso y a la vez destruido pecho.

Jadeó bajo mi tacto y le escuché inspirar violentamente. Elevé la mirada lentamente.

-Eres perfecto... Créeme- disfruté de su sonrisa cuando bajé la cabeza para besar cada pequeño agujero cicatrizado que había en su pecho.

Los tornillos que le incrustaron.

Las lágrimas no dudaron en bajar mientras iba besando cada uno, ya que conté más de diez y solo de imaginar el dolor que debió de pasar... Mi alma duele.

Sus manos ahuecaron mi cara y me la levantó lentamente para apartar las lágrimas con sus dedos.

Su mirada era seria, pero ya no estaba oscura. Sus hermosos ojos claros me miraban de una manera que me hechizó y se me olvidó cualquier pena, cualquier dolor.

Me tumbó lentamente, y bajó a mis pies para besar cada parte, cada rincón. Fue de abajo lentamente hasta llegar a mi entrepierna.

Gemí mordiendo mi labio inferior y bajé la cabeza para mirarle. Una sonrisa de joker decoraba su hermoso rostro.

Me dio un beso en el monte de venus antes de quitarme las bragas. Me arqueé y mis pechos se juntaron con su pecho cuando se colocó encima de mi.

Les dió amor a mis pechos, tanto que me hizo amarlos, a pesar de su diminuto tamaño. Tras eso, me cogió ambas manos y me las colocó encima de mi cabeza.

Jadee, nerviosa y temerosa a la vez.

-No temas... No temas, Tess- susurró sobre mis labios y aspiré su delicioso aroma- Fíjate en mis ojos, obsérvame...

Le obedecí.

Y en el rato desagradable que tardé mientras su miembro se introducía en mi, fue compensado cuando dejó de doler, ya que fue una sensación hermosa e increíble, el estar unida a él de esa forma.

Minutos más tarde, me encontraba tumbada sobre su pecho, mientras él daba ligeros círculos en mi espalda desnuda.

Estábamos en silencio, mirando a la nada, y escuchando el silencio ensordecedor a nuestro alrededor.

Es entonces cuando levanté la cabeza y me apoyé en mi brazo, mirándole.

Detuvo sus caricias y su perfecta cara me enfocó, mirándome. Frunció el ceño, quitándome un mechón del pelo rebelde para ponerlo tras mi oreja.

-Eres inocente, Stephen.

Esa frase, activó algo en él, que hizo que su semblante tranquilo se transformase a uno tenso y de ira.

Se sentó de golpe, haciéndome bruscamente a un lado.

-No tienes idea de lo que dices.

-Claro que sí... ¡CLARO QUE SÍ!- mi grito le hace detenerse ya que estaba empezando a vestirse.

Se giró y me miró con el ceño fruncido.

Me senté en la cama y me cubrí con las sábanas.

-Tu no violaste a aquellas chicas, Stephen- su mirada sigue fija en mi- ¿Sabes porqué lo se? Porque eres un buen hombre. Un buen hombre que fue juzgado injustamente. Pero yo pienso demostrar la verdad, ya que debe de haber una... - su camisa resbaló de sus manos y se encaminó hacia las escaleras. Mi voz se rompió- ¡PIENSO DEMOSTRARLO, STEPHEN! - se detuvo en el segundo escalón y me miró de reojo- Si fueses malo... Su fueses un diablo, me hubieses violado igual que violaste a aquellas mujeres. Me hubieses hecho daño, ya que desde el principio sabías que era virgen.

Y con eso, el timbre interrumpió mi discurso.

No me moví, mi mirada siguió clavada en él.

Bajó la mirada y frunció el ceño. Negó un momento para sí mismo y siguió subiendo.

Yo maldije y me tiré de espaldas en la cama. Era cabezón, demasiado. El timbre volvió a sonar y yo maldigo de nuevo, y levantándome y poniéndome un camisón cualquiera, abro la puerta.

Entonces el corazón se me detuvo por primera vez aquella noche.

-Sky.

DIABLO✓Où les histoires vivent. Découvrez maintenant