DIABLO✓

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Capítulo dedicado a @Falling_onbooks.

El amor es lo que todos buscamos, y lo que a veces nos destruye, o nos impulsa a destruir.

Ya está.

Solo existen hasta ahora esos dos casos. Pero ahora, mirando la imagen que tengo en frente de mí, se que eso es mentira.

Si el amor es verdadero, si ese amor merece la pena, nunca muere. La cara de Stephen fue todo un poema cuando entré con su familia detrás. Tuvimos que sujetar más de tres veces a su madre, ya que casi le da algo.

Jamie nada más verlo, se puso a llorar. Me sorprendió el que Stephen le atrajese hacia sí y le abrazase. Las lágrimas que tengo ahora en parte son por eso.

Me vuelvo a pasar las manos por las mejillas y les dejo hablando en el salón. Jamie empieza a decirle lo mismo que me dijo a mi.

Antes de salir de la habitación, observé que su aspecto terrorífico había desaparecido. Lucía como un completo humano. Si yo no supiese lo que sé, si me lo hubiese cruzado por la calle, no huviese dudado en que era un mundano más.

Entro en la cocina y me encuentro con Farida. Deja el bastón a un lado y se sienta en la silla de la encimera.

Nos quedamos mirándonos en silencio.

-He descubierto quién es el asesino- dejo salir. Alza una ceja y asiente lentamente.

-¿Y ahora que? ¿Llamarás a la policía? - me mira seria.

Es entonces que una sonrisa de psicópata se forma en mi boca. Saco el móvil y antes de salir, me dirijo hacia ella.

-¿Puedes preparar algo mientras que vuelvo? Necesitaré de tu ayuda.

Entonces sonríe, adivinando lo que cruza por mi mente.

Y tras echarle una última mirada a la familia, salgo para entrar en la caravana y arrancar, no sin antes llamar a Lorraine.

-¡Tessa, por el amor de Dios, desapareces y apareces!

Sonrío.

-¿Puedes hacerme un favor? En cuanto acabes, ve a mi casa. Una mujer te lo explicará todo.

No se niega y yo cuando cuelgo, ya estoy delante de la iglesia. Solo espero que Lorraine no esté dentro.

Camino a paso rápido y cuando entro, la hermosa belleza de una iglesia por dentro me deslumbra.

Camino entre la gente que hay allí haciendo misa y me siento en los bancos de atrás. Es entonces que mis ojos se fijan en alguien que sale caminando de una puerta.

Es él.

Es el hijo de puta que acabó con la vida de un inocente. Y por envidia. Solamente por eso.

No desvío la mirada del frente y a los dos minutos, le tenía sentado al lado.

-¿Qué te trae por aquí, Tessa?

Siento asco de que pronuncie mi nombre en esos sucios labios.

-Querría invitarle ésta tarde a mi casa, padre.

Mi voz sale exactamente como quiero, seductora.

Le miro de reojo y su expresión es de sorpresa. Aprieta las manos delante de su regazo.

-¿Puedo saber la razón? - grito de victoria por dentro cuando corresponde a mi voz.

Maldito bastardo.

-Lo sabrás pronto, padre.

Y me levanto para salir y dirigirme a casa para prepararme.