Que hable nuestra piel

Capítulo 2- Nada o todo que hablar

Aitana
Me despierto tarde, ayer me costó dormirme y la verdad que después de la mudanza y todo necesitaba una cura de sueño.

Voy al baño a lavarme la cara. Ya no se si me gusta lo que veo. Estoy pálida, apagada. Quizás no viene de ahora, quizás lleve muchos años así, apagándome sin darme cuenta.

Tras echarme agua en la cara y peinarme un poco bajo a preparar la comida. En Los Angeles teníamos cocinera y la verdad que no me dejaban intentar cocinar, y eso que siempre me había llamado la atención.

Cojo el móvil y veo un mensaje de Jhon, mi ex.
Frustrada lo tiro al sofá y ahogo un grito con las manos sobre mi boca.

Joder, no me va a dejar tranquila nunca.

Me hago unos macarrones con tomate y longaniza, si ya se que no es nada currado, pero me apetecía

A las 4 reunión con los nuevos empleados, a las 6 café para conocer a mi nueva secretaria y a las 8 ir a casa de Luis.

Y ya estoy estresada, como para no estarlo

Me pongo un traje rojo con un top de encaje negro y tacones negros. Unas ondas en el pelo, maquillaje sutil y labios rojos.

Salgo corriendo, como siempre, puntual si, pero a veces , pocas veces

Cepeda
Salgo de la ducha y me encuentro a Aitana sentada en el bater esperándome, Aitana la pequeña, Aiti.

-Papá necesito dinero
-¿Hija puedes esperar a que me vista o que?
-Uy, ¿vas a salir?
-No, no exactamente, oye no me cambies de tema, ¿para qué quieres dinero?
-Quiero ir a dar una vuelta con Mateo, Carla y Sandra, ¿puedo? Porfi
-Sabes que no me gusta el porfi, puedes ir, me llamas y te voy a buscar a las 12
-Vale, algún día me tendrás que explicar por que nunca me dejas decirte porfi
-Que si, sal anda
-Espera espera, ¿has quedado?
-¿Te acuerdas de Aitana?
-¿La del otro día?
-Si, viene a cenar
-¿Quien es?
-Es complicado, estuvimos juntos hace 16 años
-¿16?
-Antes de tenerte a ti
-Aja, me voy que no tengo tiempo, pero esto me lo contarás
-Que si pesada, tira anda

Pone una sonrisa pícara de medio lado y se acerca a darme un beso

-Si necesitas condones tengo en mi cajón
-¡QUE!
-Que es broma- dice entre risas saliendo por la puerta-

Creo que se me ha parado el corazón por unos segundos y todo, que cabrona es cuando quiere, se parece a mi así que tampoco me puedo quejar, y me encanta, es una niña maravillosa
Y creo que lo que más me impacta es que mi niña se haga mayor, no estoy preparado

Aitana
Llego a casa de Luis un poco más tarde de las ocho, timbro y abre sin preguntar, me miro en el ascensor, creo que estoy bien, me retoco el pintalabios y me peino el flequillo.

Me abre la puerta con una sonrisa enternecedora.

Joder, reconozco que me sigue poniendo, y mucho.

Lleva una de sus camisetas básicas, esta vez blanca, no ha cambiado, por lo menos en eso
Zapatillas Adidas, tejanos negros y sus rizos medio mojados

-Que guapa estás
-No digas tonterías
-Pasa anda

Entro y me saco la chaqueta y dejo el bolso

-¿Ahora te gusta llevar tacones?
-Bueno, para trabajar se ve más formal
-Sácatelos anda
-Me sabe mal
-Hay confianza

O la había, pienso

No se los saca y se sienta en la mesa, oigo el ruido de los tacones contra el parqué y sonrió mientras entro a la cocina a buscar la cena.

-Ahora tienes la casa mejor decorada
-Mi hija, que no le sé decir que no
-Tiene buen gusto, ¿seguro que es tu hija?- se ríe sutilmente y me provoca una sonrisa tonta-
-Te pasas, no ves que es igual de guapa que yo
-Es verdad perdona- dice irónicamente
-Antes no decías lo mismo...
-¡Luiis tío!- dice con voz de niña repelente-
-Vale vale