Capítulo 7- Cerca

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Cepeda
La peli fue genial, Aiti en medio y palomitas compartidas, dedos que se tocan y miradas cómplices en la oscuridad del cine.

Después fuimos a cenar al McDonald's y ahora estamos llegando al piso de Aitana

-Me lo he pasado genial
-Yo también, hay que repetirlo
-A ver que yo tengo vida también eh, lo repetís solitos
-Serás borde niña
-Hijo es que con la tensión que tenéis estar en medio, poco más y me quedo preñada de tanta hormona revoloteando, pero me lo he pasado muy bien, en serio

Aitana se tensa y suelta una risa nerviosa

-No le hagas ni Puto caso, se le habrá cruzado un cable o algo a la niña esta
-Que te estoy oyendo
-Aiti cariño que te calles anda
-Qui ti callis andi
-Aitana...

Bufa y gira la cara hacia la ventana

-Hasta otro día Luis

Se acerca y le pongo la mejilla para que me de un beso, entonces pone una de sus manos sobre mi mejilla y planta sus labios en los míos

Sonríe y sale diciéndole adiós a Aiti con la mano

Cuando entra al portal reacciono y miro a mi hija, también está flipando

-Te acaba de comer los morros
-Me acaba de comer los morros

Llegamos a casa y tras beberse un vaso de leche caliente con colacao y darme un beso en la mejilla Aiti se va a dormir.

Me quedo en el sofá pensativo, necesito a Roi
Un mensaje y lo tendría aquí, pero es tarde y Aiti está durmiendo, mejor mañana

Aitana
Me despierto con mucho calor, ayer llegué a casa helada y me eché dos mantas encima de la colcha.
Voy directa a la ducha y dejo caer el agua sobre mi, caliente, quizás demasiado.

Tengo música de fondo, música tranquila en español.

Me seco el pelo, unos tirabuzones, flequillo liso, rímel, polvos y cacao.
Pantalones pitillo negro con una blusa blanca y americana negra también.
Cojo las llaves y el bolso, me subo al taconazo y salgo de casa camino a la cafetería de la esquina para coger un café para llevar y volar al trabajo, porque si, a veces ya no soy tan puntual como antes, perdí las ganas de hacer las cosas y con ello las prisas.

Cepeda
Me despierto y estiro mi brazo encontrándola a mi lado, le doy un beso en la cabeza y sales susurro buenos días

-¡Papá!
-Hostia que eres tú
-Lo siento, no me podía dormir
-Puedes dormir conmigo cuando quieras cariño
-Creo que voy a dejar a Lucas-dice mirando al techo-
-¿Por que?
-No se, me he cansado creo, soy muy joven para estar atada a nadie
-¿Sabes que?

Niega con la cabeza y me mira expectante

-Aitana también me dejo, llevábamos casi tres meses, se agobió con la universidad, los amigos, no tenía tiempo para casi nada y me dejó. Estuvo un tiempo viviendo la vida loca como quien dice. Cuando nos volvimos a ver nos acostamos, ni otros tres meses habían pasado, a veces la parejas necesitan tiempo, echarse de menos, otras el tiempo sirve para darte cuenta de que igual estás mejor sin esa persona
-Papá no creo que Lucas sea el amor de mi vida
-Pues seguramente no, y si te sientes atada a él es que no le quieres lo suficiente, cuando quieres a alguien no te sientes atado, te sientes libre de poder hacer lo que quieres, libre de quererle
-Papá me encanta que seas tan intenso

Se abraza a mi y levanta la cabeza mirándome con curiosidad, como si no la conociera

-Si querías tanto a Aitana, ¿Por que la dejaste?
-A veces hay que comprender que igual esa persona está mejor sin ti, que igual le haces más daño quedándote con ella que yéndote, o dejándola ir. Era la oportunidad de su vida, su sueño, yo no podía irme y dejarlo todo, tampoco quería que ella se quedara, era la única solución, o eso creí en su momento
-¿Te arrepientes?
-Me arrepiento de muchas cosas, como de desaparecer de su vida, todo hubiera sido distinto si hubiéramos quedado como amigos, pero yo eso no lo podía soportar en su momento, necesitan pasar pagina del todo, pensaba que ella estaría mejor así
-Piensas demasiado en los demás Papá, tienes que pensar más en ti alguna vez
-Ya lo se hija, siempre he sido de querer mucho, y supongo que bien

Que hable nuestra piel Where stories live. Discover now