CAPÍTULO 6: "Horas extras"

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Todo el día. Este hombre es demasiado literal.

Nicholas, paseó a Danielle, por toda la ciudad, aunque solo visitaron 3 terrenos y ninguno pareció agradarle, o al menos esa fue la impresión que le dio a cada uno de los agentes de bienes raíces a quienes interrogó minuciosamente, detestaba perder el tiempo hablando con "representantes", siempre tenía que reagedar otra cita con el dueño, los agentes pitaban todo lindo para que los idiotas compraran los terrenos.

Estaba furioso por la falta de compromiso, y Danielle, tensa, no quería que le entrara el demonio y acabara dejándola allí. Así que procuró grabar las conversaciones para no perderse detalle ya que si comenzaba a tomar nota era posible que su libreta no diera abasto.

Al acabar la tercera visita Danielle, esperaba que al igual que la vez anterior el señor Allen, la dejara a su suerte para regresar a la oficina. Pero no. Le indicó que subiera a su deportivo y condujo en silencio de regreso al edificio. Estaba bastante cabreado por no haber conseguido lo que buscaba.

Para cuando se detuvieron en el estacionamiento subterráneo del edificio ya eran las 9 de la noche, y Danielle, no entendía por qué quería regresar al despacho. El edificio estaba completamente desierto..., algo espantada bajó del auto y caminó mirando constantemente a su alrededor, el estacionamiento resultaba escalofriante eso y el silencio sepulcral, solo faltaba que algún maniaco saltara contra ellos y los asesinara.

-Señorita Ross, entre de una vez en el ascensor

  La voz de Nicholas, sonaba molesta, le había hablado varias veces a Danielle, pero ella estaba pegada mirando hacia el vacío pensando en asesinos seriales apareciendo de la nada.

Un poco avergonzada entró en el cubículo y esperó en silencio llegar hasta su piso. La situación a cada instante era más incómoda, y el intenso aroma del perfume masculino de Nicholas, no ayudaba mucho... tensos minutos encerrados en el ascensor transcurrieron lentamente, ninguno dijo nada, así que cuando las puertas se abrieron en el piso 16 automáticamente ambos salieron y caminaron hacia su lugar de trabajo.

Algo sucedía, Danielle, estaba segura de eso, el modo en que Nicholas, se detuvo frente al pequeño escritorio de ella para observarla le decía que lo que fuera a salir de esa sensual boca no le iba a gustar, sobre todo por ese semblante serio que no se lo sabana ¡ni a palos!

Y su mirada oscura..., "perversa" le insinuaba que estaba planeando algo..., y entonces lo dijo.

-Prepárese, debemos estar en la gala a las 10 de la noche.

¡¡¡¿QUEEEEEEEEEEE?!!!

Gritó Danielle, en silencio, aunque su expresión lo dijo todo.

-¿Cómo dice? –susurró esperando que de pronto estuviera considerando convertirse en comediante.
-La gala de esta noche -repitió molesto-. Está en la agenda, Danielle.
    Señaló la agenda sobre el escritorio de su asistente.
-Sí, pero es un evento nocturno..., y social, us..usted suele ir solo..., o con, con compañía –tartamudeó esperando que le estuviera nuevamente tomando el pelo.
-¿Qué parte de "vas donde yo vaya" no fue lo suficientemente clara?
    Gruñó algo exasperado por su negativa.
-Pero... -una sola mirada a esos furiosos ojos y se sintió pequeña-. He estado todo el día en el trabajo, ya me quiero ir a casa, estoy cansada –suspiró derrotada.
-A eso se le llaman horas extras –insistió cortante.

Como si le hubiesen dado una patada en el culo Danielle, intentó no gritarle furiosa por lo descarado que estaba siendo, Y APROVECHADOR.

-Se está aprovechando un poco del significado de esa palabra, SEÑOR.
-¿Me estoy aprovechando? –repitió fingiendo sorpresa.
-Sí. Llevo más de 12 horas trabajando, no puede pedirme que además trabaje de noche y sin previo aviso. Sin descanso ¡ni siquiera he bebido un vaso de agua en toda la tarde!
-La sala de descanso está muy bien equipada señorita Ross, sírvase usted misma –dijo burlón.
-Claro que lo haré..., antes de irme a casa –lo desafió cruzándose de brazos.

Porque YO lo digoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora