CAPÍTULO 43: "Secretos, mentiras ¿cuál es la diferencia?

10.5K 673 116
                                    

Lunes 03 de Diciembre

Jazmín, llevó a su sobrina hasta el trabajo luego que pasaran a desayunar juntas a su cafetería preferida. Eran las 7:40 de la mañana, seguía siendo temprano aunque no tanto como era lo habitual en Danielle, y no podía evitar sentirse desanimada por dejar a Jazmín, le gustaba pasar tiempo con ella, no la ve tanto como le gustaría después de todo es su único familiar. Resignada arrastró los pies hasta el despacho de su jefe luego de encender su computadora. La puerta estaba sin llave y ella siempre la deja cerrada, solo el conserje tiene copia y también cuida que la puerta siempre esté bloqueada..., preocupada entró registrando todo a su paso pero la sorpresa fue mayor cuando encontró a Nicholas, sentado en la oscuridad y visiblemente furioso (qué novedad)

-¿¡Se puede saber dónde diablos estabas?! –levantó la voz alterado levantándose de su silla
-Nicholas... -susurró confundida con su enojo 
-¿Dónde mierda estabas?
-¿Qué..Qué sucede? ¿Por qué estás tan molesto? –consiguió preguntar aturdida
-Ayer te envié un puto mensaje ¿NO LO LEISTE?
-Claro que lo leí
-Y acabas de llegar –le reprocha
-Sí, aún falta para que sean las 8 de la mañana
-¿Cómo llegaste y a esta hora? ¡Es inaceptable!
-Bueno yo...--
-¡Contesta! –golpeó la base de su escritorio con impaciencia y con..., ira
-No entiendo qué haces aquí, fuiste claro, ibas a trabajar todo el día en terreno
-Envié al maldito chofer para que te trajera y esperó en vano. Aún debe seguir estacionado fuera de tu edificio, llegó allí a las 6 de la mañana para que no tuvieras que caminar a la maldita parada del bus
-¿Cómo iba a sab...?--
-Pero a ti -la interrumpe nuevamente-. De pronto se te ocurrió salir por no sé dónde y llegar tarde ¿qué mierda de comportamiento es ese?
-Pero... ¿qué te pasa? No llegué tarde, solo no fue tan temprano como siempre ¿Por qué me tratas así? –finalmente consiguió decir después de sus interrupciones
-Te envié un maldito mensaje ¡concéntrate Danielle! –escupió rabioso
-No me grites -le advirtió intentando mantener la calma-. Claro que leí el mensaje, varias veces y no dice nada de lo que tú me reclamas, de hecho lo que entendí entre líneas es que no me ibas a recoger y ya te he dicho que no tienes que hacerlo, no lo hagas más si tantas molestias te causa y fin de la discusión
-¿Vas a seguir con la discusión de la semana pasada? –suelta irónico
-No Nicholas, claro que no, solo quiero que me hables..., te extraño, estás molesto por mi culpa y solo quisiera disculparme y no hacerte perder más tiempo -suspira con fuerza-. Tuviste que venir hasta aquí y sé lo ocupado que has estado con los preparativos de la obra y...--
-Basta -la corta-. Sé muy bien todo lo que he hecho, no necesito que hagas un recuento, no soy estúpido
-No, claro que no...
-Suficiente. Ya no puedo seguir perdiendo mi tiempo contigo se puntual mañana mi chofer también tiene cosas que hacer
-Gracias, pero no quiero que nadie me recoja, soy perfectamente capaz de hacerlo por mi cuenta -lo enfrentó ofendida con su tono tan altanero haciéndola sentir culpable-. Será mejor que te marches y dejes de perder el tiempo conmigo, ten un buen día

Gritando por dentro dio media vuelta antes que las lágrimas de decepción cayeran. Salió del despacho, tomó el bolso de paso por su escritorio y fue hasta el baño. Necesitaba calmarse, refrescarse el rostro para no llorar como una tonta por sus descuidadas palabras. Fueron 5 minutos de dar vueltas frente al espejo antes de atreverse a salir, se retocó el labial y regresó a su puesto. Y sí, tal y como lo esperaba allí estaba nuevamente Nicholas, de brazos cruzados

-¿Necesitas algo?

Intentó sonar calmada pero solo verlo allí de pie con la respiración agitada supo que molesto no era la palabra adecuada para describir su estado de ánimo, tampoco el modo en que la observaba con esa mirada negra y penetrante

-¿Nicholas?

Insistió pero de pronto lo tuvo frente a ella atrayéndola a un hambriento beso, con movimientos precisos que los llevaron a la pared más cercana y a una fricción ya conocida por ambos, había sido demasiado tiempo sin tocarse y Nicholas, la deseaba incluso estando furioso, su cuerpo reaccionaba con voluntad propia jugándole una mala pasada y la erección que saltó en su pantalón lo confirmó, no podía controlarse cuando la tocaba

Porque YO lo digoWhere stories live. Discover now