CAPÍTULO 7: "Cita doble"

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Y dos semanas después Danielle, estaba tan tensa que todos temían hablarle. Nicholas, estaba disfrutando de lo lindo el hacerla trabajar en ambos puestos de trabajo, ya que ni siquiera se había tomado el tiempo de solicitar una secretaria a Recursos humanos. El teléfono de la "secretaria fantasma" sonaba todo el día, y a eso hay que sumarle que debía bajar a recibir correspondencia, abastecer la sala de descanso, asegurarse que aseen correctamente la oficina del jefe y un listado bastante largo de tareas.

Estaba estresada, dormía poco y ya todos lo notaban, eso incluía a Tamara, jefa de recursos humanos, la encargada del personal. Ella intentó visitar a Danielle,  para hablar unos minutos, pero era imposible, corría de un lado al otro todo el día.

Para cuando llegó la reunión mensual de Nicholas y Tamara, esta no dudó en mencionar la cantidad de trabajo que le estaba lanzando a la pobre chica. Pero según explicó él, la estaba poniendo a prueba, no se fiaba que llevara tanto tiempo sin hacerlo enfadar, sin torpezas, sin errores. Era perfecta y no lo quería aceptar.

-Si sigues presionándola tanto va a colapsar y esta vez te quedas sin asistente y secretaria -le advierte con calma-. Tendremos que incluir un bono por el doble trabajo que ha estado realizando y sin decir nada, eso sin contar con el evento al que la llevaste la semana pasada.
-¿Detecto cierto tono de reproche en tu tono de voz? –soltó sin siquiera sentir cargo de conciencia.
-No, claro que no..., pero tengo que cuidar de Danielle, es mi responsabilidad, además es una chica trabajadora y no quiero que acabe renunciando.
-¿Crees que piense renunciar?
    De pronto su seguridad se vio interrumpida por la idea. Odiaba tener que trabajar con personal nuevo.
-Si no te buscas otra secretaria o re incorporas a la señorita Thomas, sí. Puede que incluso te acuse de explotación –exagera a propósito.

Nicholas, pensó por unos segundos en qué hacer para evitar aquello, observó a Tamara, estaba seria y hablaba muy en serio. Ambos siempre se han llevado bien, tuvieron un par de clases juntos en la universidad, por lo que se tienen cierta confianza.

-Añade su nombre al menú ejecutivo y auméntale el salario.
-Muy bien -toma nota en su ipad-. Y trátala con cortesía, es una chica inteligente.
-Lo sé –coincide pensativo, con la mirada fija en su teclado.
-Fue buena idea buscar a un prospecto sin experiencia –comenta Tamara.
-Sin dudas...
-Considera darle el viernes libre, se lo merece.
-Tendré en cuenta tu petición –responde en piloto automático.
-Muy bien ¿programo entrevistas?
-¿Para qué?
    Seguía dándole vueltas a lo que le había dicho sobre Danielle.
-Vamos Nicholas, concentración -pide en tono suave-. ¿El puesto de secretaria?
-La próxima semana.
-Muy bien, ahora pasemos a ese informe que enviaste después de tu inspección...

Tres golpes en la puerta detuvieron la reunión. Tamara observó a Nicholas, tal vez esperaba a alguien más, pero este ignoró su mirada y se concentró en la puerta antes de alzar la voz con calma.

-Adelante Danielle.

Con un semblante demasiado serio para tratarse de ella Danielle, empujó la puerta del despacho y entró. Estaba incómoda, odiaba interrumpir reuniones, pero aun así le dedicó media sonrisa a Tamara, antes de dirigirse a su jefe.

-Señor Allen, tengo un mensaje personal para usted... -anunció nerviosa.
-Podrías haber usado la línea privada –arqueó una ceja con ironía. Su expresión lo decía todo... ¿para eso me interrumpes?
-Es importante, creí prudente darle el mensaje en persona...

Solo eso bastó para que la actitud calmada que Nicholas, estaba mostrando se alertara. Se acomodó en la silla y miró a Tamara.

-Necesito unos minutos en privado con mi asistente.
-Sí, claro, no hay problema. Iré a buscar los informes de esta semana y regreso para terminar la reunión.
-Muy bien.

Porque YO lo digoWhere stories live. Discover now