Parte 7

975 108 6
                                    

Sacó lentamente su varita y apuntó a la cabeza del chico, pero Albus lo notó rápidamente y le arrebató la varita con la mano para lanzarla lejos.

—Te dije que no quiero olvidar este momento... —le dijo, aún entre sollozos. 

—Pero Albus, es lo mejor... para los dos. Yo nunca debí...

—Draco, no lo entiendes... esto fue... hermoso... yo... no quiero —tomó un respiro y continuó hablando, a pesar de la dificultad de formar frases en ese minuto— no quiero olvidarlo, no deberíamos... ese fue mi primer beso Draco... y no quiero olvidarlo —repetió Albus, dejando más desconcertado aún al rubio.

—Está bien Albus, no lo olvidaremos... está bien, tranquilo. Te llevaré a casa. 

Albus resignado subió a la habitación donde se había estado alojando y comenzó a guardar sus cosas sin magia, miraba al vacío pensando en lo que había sucedido. Si Scorpius se enterara no le volvería hablar en su vida. Tampoco quería poner en riesgo a Draco, si alguien se llegara a enterar se pondrían las cosas muy feas... Harry armaría un escándalo, desataría una guerra tal vez, y les daría más razones a los Weasley para seguir hablando mal de los Malfoy. Además se volvería de manera irremediable la vergüenza de su familia. Pero a pesar de todas las consecuencias, jamás estaría dispuesto a borrar ese instante. Extrañamente no se sentía arrepentido de nada: si viajara tiempo atrás a ese momento, haría todo tal cual para que se volviera a repetir. Tomó sus cosas y bajó las escaleras, hasta llegar al salón donde lo esperaba un inquieto Draco. 

Se acercaron a la chimenea sin decir palabra alguna, pero antes de que pudieran marcharse apareció Scorpius en la chimenea de manera repentina. Scorpius miró a Albus que tenía la nariz roja y los ojos hinchados y luego a su padre, a quién nunca había visto tan nervioso.

—¿Papá? ¿Al? —ninguno de los dos aludidos respondió, entonces Scorpius, sin perder más tiempo, se abalanzó sobre su "mejor amigo"—. Albus lo siento tanto. No debí irme, tenías razón. Fui un tonto.

Albus no fue capaz de abrazar de vuelta a Scorpius ni de emitir algún sonido. Ni siquiera lograba procesar todo lo que estaba pasando. Por su parte, Draco sintió como si le hubiesen golpeado fuerte en el pecho. Sabía que estaba mal, que lo que había pasado con el chico Potter solo había sido dejarse llevar por el momento, y que no había nada más horrible en el mundo que sentir celos de su propio hijo, pero no pudo evitarlo. Salió rápidamente de la sala antes de que se le saliera el corazón por la boca, mientras Albus lo miraba desconcertado. Para suerte de ambos, Scorpius no sospechó nada.

Wrong LoveWhere stories live. Discover now