Parte 10

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A Draco le había llegado como un balde de agua fría el ver aparecer a su hijo en la chimenea. Era justo lo que no necesitaba en ese momento. Salió rápidamente de la sala, necesitaba estar solo. A penas llegó a su habitación entró al baño y se dio una ducha fría. Necesitaba aclarar su mente.

Estaba enojado con Scorpius porque lo había desautorizado, simplemente se había marchado tras una chica. Su hijo nunca antes se había comportado así. Trataba de entenderlo, era un adolescente normal, no como él que había tenido una adolescencia muy difícil. Ojalá sus problemas hubiesen sido tan simples como enfrentar a su padre por una chica...

Pero lo peor de todo: había besado a Albus. No solo lo había besado, lo había disfrutado enormemente, y si él chico no lo hubiese interrumpido hubiese seguido y quién sabe dónde se hubiese detenido. Pero ya no le servía pensar en eso, porque Scorpius había regresado. Notó como había abrazado a Albus, de seguro también sentía cosas por él, quizá esas cosas eran las que habían hecho que regresara, y él jamás se entrometería en eso, aunque le causara una gran sensación de soledad. Sabía que lo de Albus era solo un capricho del momento, pero después de años se había sentido vivo de nuevo, sentía como si se hubiese encendido algo en su interior, algo que debía apagarse, pues lo más probable es que su destino fuera estar solo.

Lo mejor sería regresar al trabajo, estar ahí en la mansión con Scorpius y Albus lo volvería loco. Si volvía a trabajar podría despejar su mente hasta que todo quedara como un recuerdo anecdótico y sin importancia. Tal vez sería buena idea mudarse a un hogar más pequeño... ¿No estaría exagerando? ¿Cómo un par de días junto a ese chico lo habían afectado tanto?

Fue interrumpido de sus pensamientos por su hijo que golpeaba insistentemente la puerta de su alcoba.

—¿Papá? ¿Estás ahí, papá? Necesito hablar... yo lo siento mucho, de verdad...

Draco se secó rápidamente y se puso su bata para ir a recibir a Scorpius. Le abrió la puerta sin pronunciar ninguna palabra.

—Papá... lo siento mucho —dijo Scorpius casi llorando— debí escucharte, lo sé... jamás volveré a hacer una estupidez así.

Scorpius se puso nervioso, nunca antes se había peleado con su padre, y no sabía como éste podría reaccionar. Preferiría mil veces que le gritara, pero Draco parecía ido, no reaccionaba.

—¿Papá? —Scorpius movió su mano delante de la cara de Draco, para sacarlo de su trance.

—Scorpius... está bien hijo.

A Scorpius le dolía que su padre actuara así, por qué simplemente no lo retaba, no le gritaba lo mal que lo había hecho. Le dolía aún más porque lo entendía, o al menos eso creía. Hace años que eran solo ellos dos, y ahora él se había comportado de manera estúpida e inmadura, dejando a su padre solo con su mejor amigo.

Volvió a su habitación con un sentimiento de angustia, que creció aún más al ver la nota de Albus sobre la cama. Se dejó caer en la cama mientras lloraba sin consuelo, intentado pensar en como solucionaría todo.

Wrong LoveWhere stories live. Discover now