O2 | Confrontación.

937 145 175
                                    

 Un ruido seco.

Eso fue lo único que el maestro Fu escuchó, antes de que una joven azabache apareciera en la habitación; interrumpiendo completamente su meditación y captando su total atención.

Se veía agitada, dedujo fácilmente que había corrido todo el camino hasta aquel lugar, su postura era erguida, tenía una mano apoyada en una de las paredes mientras tomaba grandes bocanadas de aire intentando regular su respiración; su apariencia no hizo más que despertar su curiosidad, pero imaginaba que cualquiera fuera el motivo de ello, estaba relacionado con su presencia allí.

Después de unos segundos, habló.

—Debo decírselo, maestro.

Después de decir esas palabras Marinette no hizo más que fijar su vista en Fu, esperando por su respuesta, sabía muy bien que él entendía a que se refería y esperaba que lo que sucediera a continuación no fuera tan malo como lo que estaba imaginando.

El tono en su voz fue casi suplicante, —a decir verdad también denotaba algo de miedo— y era cierto, temía por su reacción, ya que al final del día, él seguía siendo su maestro y ella una aprendiz, y sí, se había imaginado muchas veces el instante en el que le pidiera poder al fin revelar la verdad, pero nunca se imaginó que ocurriría en un momento como este.

Por otro lado Fu, ya había previsto que algo así ocurriría, sabía que era el riesgo que debía correr, pero no entendía el porque tan repentinamente su alumna quería tomar esa decisión, en las últimas semanas no hubo más que progreso en Marinette, imaginaba que estaría emocionada, inclusive feliz, pero a lo mejor, había puesto demasiada presión en ella, y eso comenzaba a hacer estragos.

Tikki, quien apareció en la escena segundos después, no pudo evitar sentir aquella tensión en el lugar, lo que sabía significaba que Marinette ya había hecho su petición—. Perdón por interrumpir, no pude detenerla—Fue lo único que se le ocurrió decir para intentar aligerar el ambiente.

El maestro, quién había permanecido en silencio varios segundos —una eternidad para Marinette, a decir verdad— le hizo un gesto al kwami de la azabache, indicándole que no había nada del porque disculparse. Acto seguido se reincorporó y volvió su vista a la mencionada.

—¿Qué es lo que ha ocurrido Marinette?—preguntó, con un semblante calmado que dejaba muy confundida a Marinette, ella esperaba una reacción más... eufórica, por así decirlo; aquella calma la dejaba algo consternada.

Decidió ignorar aquel sentimiento y tomar una respiración profunda, pensando en las palabras adecuadas para responder a su pregunta.

—Maestro, lo logré—soltó casi en un hilo de voz, meditando unos antes de continuar, hasta que decidió que lo mejor sería ser directa—. He logrado convertir el yo-yó de Ladybug en un escudo.

Fu, quien había conservado un semblante calmado todo este tiempo, había cambiado de expresión al recibir esa información, esto claramente había superado sus expectativas, comenzó a imaginarse que tan rápido lograría aprender los demás poderes, a lo mejor si ella lograba descubrirlos todos, existía una mejor chance contra Hawkmoth, y tal vez así, solo tal vez, podría reparar el daño que él hizo hace mucho tiempo.

—No, no es bueno maestro Fu—exclamó de forma cortante la azabache al notar aquella ligera sonrisa en el rostro de Fu, el mayor se limitó a observarla con un gesto de incertidumbre—. Chat Noir me exige respuestas, y para ser sincera, considero que merece saber la verdad.

Allí él captó el motivo de todo.

Entonces la persona que ejercía presión en Marinette no era él, sino su compañero, debió prevenirlo, pero no imagino que Chat Noir tendría más dudas en Ladybug después de la visita que le hizo, al contrario, él esperaba que inclusive confiara casi ciegamente en la heroína, como le había ocurrido con los Chat's anteriores hasta ahora. Aún así, esto ya no entraba en discusión, desde el primer momento las reglas fueron claras y le recalcó con sumo cuidado la más importante: No confíes el secreto a nadie.

Only You | ML | ✔Where stories live. Discover now