15 | Caíste.

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—¿Q-Qué? —Las palabras apenas lograban salir de la boca de Adrien, incluso palideció ante lo que había escuchado. No lograba volver en sí, solo se preguntaba, "¿Cómo es que lo supo?" o más bien, "¿Desde cuándo?" .

—Me refería a que lo lamento, Adrien—Gabriel se acercaba lentamente hacia su hijo, pero, este por instinto —o miedo— retrocedía a la par—. Creí que no dudarías en aprovechar la oportunidad de traer a Emilie de vuelta, pero es obvio que me equivoqué ..., no debí poner este peso sobre tus hombros en primer lugar—El menor se detuvo al escuchar las disculpas de su padre, logrando que Gabriel por fin lo abrazara—, todo esto ha sido mi culpa ... debí de haber hecho las cosas a mi manera desde el principio.

Gabriel apretó su agarre, provocando que a Adrien poco a poco se le escapara el aire, con las últimas fuerzas que le quedaban suplicaba a su padre que se detuviera "N-No respiro ... Para ..." inclusive podría apreciar pequeñas lágrimas acumuladas en sus ojos mientras su tez se tornaba roja, pero todo era en vano. Inevitablemente, el menor se desmayó, fue solo cuando Gabriel dejó de sentir resistencia por parte de su hijo, que lo colocó fuertemente en el piso.

—Perdona ... pero el tiempo se agota—susurró Gabriel.

Nathalie, quien había estado preocupada desde la abrupta llegada de Adrien a la mansión, se vieron afuera del despacho de su jefe escuchando toda la discusión, lo cual la hacía sentir inquieta por no poder intervenir, y sus ansias solo aumentaron cuando un repentino silencio se hizo presente. Tras pensarlo unos segundos, decidió abrir la puerta, su mirada con la de Gabriel se chocaron, este lo miró sorprendido y ligeramente enojado, pero ella hizo caso omiso, tenía otra preocupación en mente, sus ojos recorrieron toda la habitación en busca del menor, sin embargo, cuando lo halló, no sintió un gran alivio que digamos.

—¡Adrien! ¡Adrien! —Gritó la azabache, a la vez que se acercaba al cuerpo de este—. ¿Qué pasó? —Preguntó, dirigiendo su mirada a Gabriel.

Gabriel se agachó hasta quedar a la altura de Nathalie—Nada, solo se desmayó, posiblemente haya olvidado de tomar sus medicamentos—respondió cortante, sutilmente tomó la mano de su hijo y retiró el anillo que tenía.

—Señor, Adrien tiene marcas—comentó Nathalie a la vez que examinaba el cuerpo de Adrien—, aquí y a-

—Por Dios Nathalie, ¡Te digo que se desmayó! —Gritó exasperado, Nathalie se sorprendió y se quedó callada por temor a realizar más preguntas. Gabriel, al ver la expresión de miedo en la azabache, se tomó unos segundos para respirar y recuperar la compostura antes de hablar—. Recuerda el plan, ahora llévalo hasta su habitación y asegúrate de no equivocarte con los preparativos. Nuestra invitada no nos perdonará ni un solo error ...

Nathalie se limitó a asentir con la cabeza mientras fantaseaba con la idea de escapar del lugar con Adrien, pero lo descartó inmediatamente al pensar en las consecuencias, más ahora que el estado de Gabriel no parecía ser el más "sobrio" , por decirlo así. Mientras cargaba al menor hasta su cuarto un par de lágrimas cayeron por sus mejillas, "¿En qué momento permití que todo llegara tan lejos?", se sentía culpable, si tan solo se hubiera esforzado en no dejar que aquella obsesión envenenara a Gabriel, tal vez Adrien no estaría pasando por esto; con pesar se adentró en la habitación y recostó al rubio delicadamente sobre la cama, "Lo lamento" susurró a la vez que lo observaba dormir.

"Si aún te quedan fuerzas, huye".

Después de unos segundos, escuchó un grito por parte del señor Gabriel, por lo que se retiró, no sin antes cerrar la puerta con llave. Plagg salió en el primer segundo que tuvo oportunidad.

—¿Adrien? —Preguntó el kwami, sin embargo, no obtuvo respuesta—. ¡Adrien! ¡Adrien! —Gritaba, pero el chico no respondía.

Intentaba moverlo, pero todo lo que obtenía eran pequeños balbuceos de su parte, lo que al menos le daba la tranquilidad de saber que estaba vivo.

Only You | ML | ✔Where stories live. Discover now