16 | Amor.

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Hubo un gran silencio por un rato, aunque la mente de ambos jóvenes era muy ruidosa. Marinette necesitaba digerir todo lo ocurrido y organizar sus ideas, pero le era imposible, intentó hacer un repaso: Gabriel Agreste, el diseñador que ha estado admirando toda su vida, resulto ser el villano que todo París buscaba; capturó a su propio hijo, y lo amenazó de muerte con tal de conseguir el miraculous de la creación, aunque los motivos de tal deseo, aún son desconocidos; y analizando la última frase de este, "Diviértete con Chat Noir", ¿Acaso eso significaba que su compañero ya había sido capturado? ¿El maestro Fu le había avisado a él antes que a ella? ¿La misión de él también fue fallida?

...¿Existía la posibilidad de que Hawkmoth tuviera el poder absoluto de ambos miraculous?

No, no, no, aquello no podía ser, eso implicaría que París —o, todo el mundo— estaba condenado, y una pequeña voz en su interior gritaba "Todo por tu culpa". La azabache sacudió su cabeza y respiro hondo, debía mantener la calma o las cosas podían empeorar, aunque a juzgar por el panorama, aquello era algo difícil, escuchó un quejido a lo lejos, lo que la puso en estado de alerta, aunque tras meditarlo unos segundos se dio cuenta, ¡Adrien! ¿Cómo pudo ser tan despistada y no preocuparse por él antes?

—¿Estás bien? —preguntó Marinette, mientras se acercaba lo más que podía para verlo, recordó el sonido de bala de hace unos minutos, y algo en ella se detuvo al penar en qué haría si no respondía.

Afortunadamente eso no ocurrió, pero sus palabras no fueron las que esperaba.

—¿Tú eres Ladybug? —preguntó.

Nuestra heroína se quedó callada ante la pregunta, y el rubio se arrepintió una vez que se dio cuenta de lo que había dicho. No fue algo completamente premeditado, de hecho, para él, su boca se movió antes de que pudiera notarlo, pero debía admitir que era algo que lo carcomía en el fondo, necesitaba saber si lo que vio —o cree que vio—, fue un sueño o la realidad. Estaba seguro de ciertas cosas, como de lo que su padre había hecho, o del disparó que pasó a centímetros de él, pero todo lo que ocurrió antes... alguien que le decía que huyera, o el que Marinette este ahora encerrado junto a él, no entendía como las cosas llegaron a este punto, no sabía si sus recuerdos estaban distorsionados, o si en verdad, la chica que amaba estuvo a su lado todo este tiempo sin que él pudiera notarlo. Su mente era un desorden en el cual nada parecía tener sentido.

Aunque claro, tampoco debía ser algo fácil para ella, tal vez su padre había secuestrado a Marinette también por algún motivo que él desconocía —o que se perdió mientras estaba inconsciente—, y hacerle este tipo de preguntas, solo la confundirían, sobre todo en una situación tan difícil; tal vez, estaba mezclando las cosas.

—Perdona, sí, estoy bien—respondió Adrien, rompiendo el silencio.

Sin embargo, transcurrieron unos minutos más antes de que su compañera de habitación volviera a dirigirle la palabra.

—Sí, sí lo soy—habló Marinette.

Adrien se sorprendió, no esperaba una respuesta frente a la interrogante tan descabellada que había lanzado, se preguntaba si cabía la posibilidad de que el estrés del momento, y la presión que pudieron ejercer sus palabras, hicieron que Marinette dijera lo que él quería escuchar.

O, también estaba la probabilidad de negarse a aceptar que, la chica de la cual se enamoró dos veces había dado su vida por él. ¿Cómo podría mirarla a los ojos ahora? —Marinette, tranquila—comentó el rubio, llevado por la idea de que la había orillado a responder—. No tienes que responder nada que no quieras, de he-

—¡Sí soy Ladybug! —gritó exasperada— ¡Yo soy la heroína de París!... —Hizo una pausa antes de continuar— No es el mejor momento para presentarme, ¿verdad? —preguntó, con una voz más calmada— ¿Qué clase de heroína termina en esta clase de situación?

Only You | ML | ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora